El morro que echan los famosos con lo de las ONG
Hoy todo el mundo es solidario. Pregunten a cualquier famoso, famosete o famosillo y verán cómo su preocupación principal pasa por la paz, la solidaridad y los niños hambrientos. No hay personaje que no haya salido una vez en la tele que no afirme eso tan bonito de la justicia, el compartir y el darse a los demás. Y si de paso puede, sacude dos bofetadas a la iglesia porque hay que ver cómo viven los curas mientras tanta gente se muere de hambre, y sacude al gobierno por su falta de sensibilidad social cuando en España hay tantísimas personas que lo pasan mal.
Pues les voy a contar un cuento real como la vida misma y que me ha narrado uno de sus protagonistas.

Cada semana envío un correo a los feligreses de la parroquia con noticias, novedades, avisos, reflexiones… y que llega a cerca de quinientas direcciones de correo electrónico.
A raíz del post que publiqué hace unos días sobre las dificultades en Caritas, un comentarista de forma pública, y otros a través del correo, me sugieren que dé públicamente el número de cuenta de Cáritas de mi parroquia por si alguien quiere echarnos una mano.
Posiblemente, si exceptuamos el Quijote, nada hay más citado y menos leído que los documentos del concilio Vaticano II. Y resulta que como nunca se leyeron, o en caso de hacerlo ha pasado tantísimo tiempo, al final mucha gente ha acabado citando cosas que el concilio jamás dijo.