Luis Fernando en carne mortal
Ayer conocí a nuestro director, Luis Fernando, en carne mortal. Verdad es que desde que amablemente me invitó a formar parte de esta locura llamada Infocatólica hemos charlado, en ocasiones muy ampliamente, por teléfono, nos hemos intercambiado en twitter unos cuantos mensajes directos (unos cuantos, je, je…) y el correo nos ha prestado sus buenos oficios. Pero no es lo mismo.
Aprovechando su presencia obligada en Madrid para celebrar el centenario del abuelo, tuve a bien invitarle a pasar por la parroquia de un servidor por la cosa del saludo personal y el abrazo de hermano. Luis Fernando, que no se achica ante guante alguno, aceptó el reto y decidió presentarse en la parroquia.

Pues sí, porque me parece que unos versitos, si se aprenden bien, me van a servir para explicar el evangelio de hoy a niños y mayores.
En mi parroquia, supongo que en todas, una de las cosas que nos preocupa es la de ir formando a la gente. Cada grupo de adultos que surge es una alegría grande para todos. Nosotros tenemos funcionando el catecumenado de adultos que utiliza los materiales de la diócesis de Madrid. Hay además un grupo de matrimonios y alguna otra cosa.
Malo que las cosas de todos dé la impresión de que son sólo de algunos. Y esa es la impresión que desde el principio tenemos muchos sacerdotes y laicos de Madrid de la fiesta de las familias.
Aún recuerdo los últimos coletazos de la Acción Católica en mi pueblo siendo niño. Muchos jóvenes, bastantes menos jóvenes y a nosotros que nos decían que pronto seríamos aspirantes. Hablo de los años 60. Nunca más se supo.