Avalancha de voluntarios en Cáritas
Es el dato que nos dieron ayer. Tocaba reunión de sacerdotes responsables de Cáritas de mi zona y es una de las cosas que nos contaron.
Porque se suele decir que si la gente da alimentos, que si donativos, que si hay más o menos solidaridad. A nadie le cabe la menor duda de que somos solidarios sobre todo en dinero y alimentos, es decir, en dar lo material. Problema muy diferente es cuando nos piden darnos, regalar el tiempo, comprometernos en una tarea, ofrecer nuestra vida por algo que merece la pena.

Cuando comencé el blog uno de los títulos que consideré fue “Desde el otro lado del altar”, pensando que a los fieles les podría resultar interesante conocer la vida día a día de la parroquia pero desde el punto de vista del cura. 
La táctica es cada vez más ineficaz de puro vieja. Cuando no se tiene discurso, cuando la credibilidad está bajo mínimos y las peleas internas han dejado de ser algo discreto para trascender, no queda otra que buscar un enemigo común y tratar de concitar a las huestes contra alguien.
No fue fácil dar con ella. Los domingos por la tarde si el tiempo anda revuelto se echan su partidita de bingo o de julepe. Pasadas las nueve pudimos hablar por teléfono, en casa. Porque tiene móvil, pero sólo lo enciende si va de viaje. Total, como ella dice, en el pueblo se la encuentra fácil.