Fray Gorrón
Para fray Macario era importante el voto de pobreza. Por eso, entre otras cosas, no tenía carnet de conducir y se había prometido a sí mismo no tomar jamás un taxi. Eso sí, constantemente: ¿P. Manuel, me puede llevar en el coche de la comunidad a tal sitio, D. Fulano, sería tan amable de acercarme con su coche a tal lugar a recoger unas cosas, doña Menganita, me acercaría mañana a la estación de autobuses, que voy de viaje y tengo una maleta bastante pesada?
También valoraba mucho la pobreza el P. Senén. Por eso no solía llevar apenas dinero encima. Pero tampoco se privaba de nada. Buenas vacaciones en casas de familias distinguidas, comer en los mejores restaurantes, refrescos, cine, teatro… Padre ¿y la pobreza? Es que me invitan…
Fr. Alberto pasa todos los años unos cuantos días en la playa en casa de unos familiares a mesa y mantel. No paga nada ni por la casa, ni por la manutención. Si salen a comer fuera, ellos pagan. Si un refresco, invitado. Los viajes o con ellos, o con el billete pagado. No se priva de nada. Ellos pagan. Otro pobre.