Confirmación: tenemos un problema
Sería interesante conocer las estadísticas, ahí estarán, de bautizados y confirmados cada año en España. Me temo que, siendo generoso, más de la mitad de los católicos no han recibido este sacramento y, por consiguiente, tienen sin completar su iniciación cristiana.
¿Por qué mientras bautizos y primeras comuniones siguen siendo algo mayoritario, la confirmación se convierte en un sacramento poco menos que para “elegidos”? Evidentemente hay un fuerte componente social, y Dios nos libre de que este sacramento acabe convertido en la fiesta de los quinceañeros tan en el estilo hispanoamericano.
A mi modo de ver tenemos dos cosas importantes que resolver: