La terrible demagogia del "estar con los pobres"
Nada más demagógico que escuchar eso de que “hay que estar con los pobres”. La experiencia me dice que los que de verdad están al lado de los pobres los respetan tanto que jamás osarían llevarlos como bandera. La beata Teresa de Calcuta es el ejemplo más palmario. Y al revés, todo el que se pasa el día hablando de pobres para allá, y pobres para acá, generalmente los conoce solo de lejos. Ya saben, dime de qué presumes.
Estar con los pobres es una frase llena de falsedades con una gran dosis de manipulación, empezando por el concepto pobre, que es muchísimo más que no tener dinero: “era tan pobre que solo tenía dinero”. La gran pobreza es el pecado y el alejamiento de Cristo. Convertirse a Cristo, convertir el corazón, supone una nueva forma de vivir lejos de todo egoísmo en la que los hombres seremos capaces de compartir la fe y la vida como hermanos y en consecuencia las desigualdades sociales se irán limando y los más débiles encontrarán apoyo, solidaridad y, sobre todo, la caridad cristiana de sus hermanos más fuertes. A su vez, cuántas veces los fuertes serán evangelizados por los débiles.