Primer aniversario de "¿Qué pasa en la Iglesia?"
Aunque ustedes no se lo crean y un servidor casi que tampoco, esta noche, a las 21 h. hora de Madrid, 15 h. de Miami, salvo que Dios Nuestro Señor disponga otra cosa, emitiremos el programa número 52. Les dije en su momento que me estaba metiendo en un charco y que a ver cómo salíamos de esta. Pues no vamos mal. Ya es mérito llegar a los 52 programas. Mérito mío, por qué no, mérito de D, Rafael Núñez desde Miami que lo emite y se encarga de todos los aspectos ténicos desde el canal enlaIglesia, y mérito de todos ustedes que lo ven y lo difunden.

Me van a permitir que comience por un disparate, que luego lo arreglo. Si tengo que decir misa vestido de lagarterana y con un sombrero - frutería como Carmen Miranda pues que lo digan, lo dejen claro, sea obligatorio para toda la Iglesia católica y a todo el que se niegue lo condenen a escuchar ad infinitum la obra completa de sor Segunda de san Do-Re-Mi.
El P. Ramiro Fincias era un buen jugador de mus. Concienzudo, habilidoso, con su punto de sorna. Ya saben como es la cosa: “envido a grande". La respuesta es quiero, no quiero o envido más. Cuando un rival se asustaba y se echaba atrás, el P. Ramiro sonreía y soltaba su frase favorita: “se ha aciruelado". Vamos, que se asustó y prefirió abandonar la batalla.
Aquí otra cosa no, pero festeros lo que haga falta. El próximo miércoles, san Vicente mártir, titular de la parroquia de Braojos. El sábado, la Virgen de la Paz en Gandullas. El 2 de febrero, la Candelaria en Piñuécar. El esquema, parecido: misa lo mejor que se puede, procesión, subasta de varas y ramos y aperitivo popular.
Si. A las catacumbas. Por lo civil y por lo eclesiástico. Parece que es lo que toca. El mundo gay está muy crecido, lo sabemos. Tienen un poder que condiciona a políticos, asusta a eclesiásticos, tiene cabida privilegiada en medios de comunicación y pueden convertir en arma arrojadiza contra cualquiera.





