31.10.16

Silencio tenso y preocupado

Contenido y tenso. Porque aquí nadie dice nada, pero hay mucho murmullo entre dientes. No se dice nada en alta voz porque el papa es el papa y un católico medianamente formado no se pone a despotricar contra el santo padre y menos en público. Un católico formado calla, acepta la providencia, reza por el sumo pontífice y si tiene algo que comentar lo dice a su director espiritual o a alguna persona de toda confianza.

Lo que está pasando es que uno va captando una cierta preocupación por la actual situación eclesial en sitios diversos. Gente, y en ocasiones muy bien formada y de intensa vida espiritual que se siente un tanto descolocada con este pontificado.

Ojo, que otros están felices como nunca. 

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29.10.16

La Sagrada Congregación para el Culto Divino, patas arriba

Hace un par de días supimos, a través de los medios, el nombramiento del cardenal español Ricardo Blázquez como miembro de la Congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos. En principio nada que aportar, si acaso sus anteriores nombramientos para otras tres congregaciones y además en la administración de patrimonio de la Santa Sede. Afortunadamente tiene un obispo auxiliar.

Lo realmente sorprendente no es el nombramiento del cardenal Blázquez para esta importante Congregación que preside el cardenal Sarah, sino que el papa Francisco haya decidido cambiar nada menos que a veintisiete de una vez en una decisión sin precedentes. Sigue al frente el cardenal Sarah, considerado del grupo de los más conservadores, aunque no me guste la terminología, pero es lo que se suele utilizar, aunque salen los prelados considerados más tradicionales, como son, por ejemplo, los cardenales Burke, Scolla o Pell.

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27.10.16

Las cuatro viejas. Desagravio, reconocimiento y bendición

Pobres cuatro viejas. Nada hay más denostado y despreciado en la vida pastoral que las cuatro viejas. Ya saben eso de “no merece la pena, total, para cuatro viejas que vienen”. El rosario, la adoración, vida ascendente, una charla. Bah, si solo acuden cuatro viejas.

Por eso, en primer lugar, vayan estas líneas como desagravio por las veces en que estas frases las ha pronunciado un servidor. Si lo hice, por escrito u oralmente, es igual, perdón pido. Me pasé y punto.

En la iglesia siempre tuvieron un puesto importante las personas mayores, especialmente las señoras. Recuerdo, siendo monaguillo en mi pueblo, cómo lo hablábamos en la sacristía: “fíjate, a misa solo vienen señoras mayores; el día que se mueran no vendrá nadie”.  Je. Según se morían, llegaban otras.

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26.10.16

Es que es un lío

Muchas iniciativas pastorales de posible buen resultado no llegan siquiera a plantearse en serio abortadas bajo un contundente “es que es un lío”. Todos podemos poner mil ejemplos.

Podíamos hacer, se podría organizar, qué tal si empezáramos… Ya, pero es que es un lío. Evidentemente que toda actividad pastoral es un lío. Un simple horario de misas ya supone andar de jaleos: abrir las puertas con tiempo, encender la calefacción, preparar el altar, registrar los libros, disponer de formas y vino, contar con ornamentos, vasos y demás objetos litúrgicos… amén de lo que se gasta en luz, y limpieza y todas esas cosas, para que luego vengan cuatro. Si es por eso, mejor nos cargamos el horario de misas.

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24.10.16

Apostar por la formación on line

Lo de la formación es de esas cosas que todo el mundo reclama a la vez que no se tiene tiempo para acudir. No falla. Da igual una asamblea parroquial, un grupo de Cáritas, catequistas, liturgia o lo que nos haya podido ocurrir. Lo primero que dice la gente es que necesitan formación. Perfecto. Organizas unos cursos de formación, invitas a cursos que se estén impartiendo en la vicaría, en la diócesis. Nadie tiene tiempo para acudir. Pues vaya…

Lo digo yo y lo dicen mis compañeros. Hace poco me confesaba uno: tenemos formación en la parroquia, para laicos. No está mal. Fantástico programa. 25.000 feligreses. 40 agentes de pastoral. Asisten 25, la mitad señoras mayores, que no tengo nada contra ellas, bendito sea Dios, pero que un éxito suficientemente medido.

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