Ese lío entre ideología y fe
Vaya por delante que nunca lo he tenido claro. Eso sí, llevo escuchando eso de que la fe no es una ideología y de que convertirla en ideología es malísimo, desde hace años y años. Partiendo de estos presupuestos, voy a intentar explicar lo que uno entiende.
La fe de uno, me parece, o tiene consecuencias en la forma de ver la vida, tomar decisiones y marcar los principios que deben regir nuestra vida, o es pura filfa ensoñadora que se queda extasiada ante el cálido rayo de sol que acaricia el alma en comunión con Dios Padre y Madre en la contemplación de la madre tierra que abraza a todos sus hijos.
Por tanto, si creo en Jesucristo, Hijo de Dios, salvador, redentor, eso tiene consecuencias en la forma de posicionarme ante la vida y la realidad. Por ejemplo, como católico, uno cree en la honradez, la veracidad, el respeto a la vida, la dignidad de cada persona por ser hijo de Dios, el servicio a los demás. Como católico creo en la exigencia evangélica de anunciar el evangelio por los medios que tengo a mi alcance. Como católico estoy llamado a practicar las obras de misericordia. No es tan complicado. Son mis ideas, es mi ideología como católico.