Cambiar de parroquia. Cada cuánto.
Sale la cosa de cuando en cuando entre curas y laicos, y no es para nada sencilla la solución. Lo cierto es que los curas cambiamos de parroquia y no está de más plantearse si podría haber un tiempo más o menos razonable tras el cual el sacerdote deje su parroquia anterior y marche a un nuevo destino pastoral. Evidentemente quien decide cambios, nombramientos, ceses, remociones y traslados es el obispo. Yo me limito a decir cómo lo veo.
Para empezar, diré que siempre fui enemigo de nombrar párrocos y vicarios parroquiales, especialmente párrocos, por un tiempo determinado. En Madrid hubo una temporada en la que los nombramientos se hacían invariablemente por ocho años. Afortunadamente se cambió esta tónica.