Ahí tienen a D. Cecilio Buele, sacerdote secularizado hace 42 años y revestido con alba y estola morada para confesar a un grupo de niños.
Jueves santo. Día del amor fraterno. Fiesta grande para los sacerdotes porque es nuestro día. Los sacerdotes estamos llamados a ser fieles a la vocación recibida y al ministerio encomendado, y los fieles tienen derecho a que su obispo les garantice unos sacerdotes según el corazón de Cristo.
Precisamente, hoy, Jueves Santo, nos llega a través de Aciprensa una tristísima noticia, según la cual un exsacerdote, casado dos veces, confiesa niños, dice homilías y bautiza en la sierra norte del Perú. Justo tenía que llegar la noticia hoy.
Por supuesto que no deja de ser sacerdote, pero perdió el estado clerical hace muchos años cuando decidió abandonar el ministerio y pedir la secularización para contraer matrimonio.
Este sacerdote secularizado, Cecili (Cecilio) Buele i Ramis, cuenta en su blog, en una entrada que ha desaparecido, pero que aún puede leerse aquí, todas sus aventuras. Afirma que fue invitado por un sacerdote amigo, el P. Manuel Álvarez Zerpa, párroco de una pequeña localidad en la diócesis de Cajamarca. Y sigue contándonos que en las misas leía el evangelio y pronunciaba la homilía, que celebró algún bautizo y estuvo confesando niños.
El párroco titular, el P. Manuel, niega estos hechos, y en la diócesis, como es natural, no sabían nada.
Y todo esto justo en el día de jueves santo.
Triste para los sacerdotes, que no entendemos cómo se puede frivolizar así el ministerio. Triste para los fieles, que sin saber la situación canónica de D. Cecilio, le han escuchado predicar y han podido contemplar cómo administraba el sacramento de la penitencia a sus hijos. Triste para cualquier católico, harto cada vez más de tener que aguantar todo.
Nunca pasa nada, ya saben. Quizá en esta ocasión, al haber saltado la noticia a todos los medios, no tenga más remedio el señor obispo de Cajamarca que decir algo, aunque sea poquito y llamar al orden al párroco titular, el P. Manuel, que entre otras cosas confiesa a su amigo secularizado “las ganas que tiene de irle dando (a sus zonas de trabajo pastoral) un sentido comunitario más que religioso".
Todo esto aparece justo, precisamente, en el día de jueves santo.
Recen por los sacerdotes. Recen por los obispos. Que el Señor nos haga santos. Que nos dejemos transformar por Él.