27.05.20

La candidata

No tenía el gusto de conocer ni de oídas o leídas a doña Anne Soupa, que parece ser una teóloga y biblista progresista (eso sobre todo que no falte) que ha conseguido sus cinco minutitos de fama al ofrecerse como candidata para suceder al cardenal Barbarin al frente de la archidiócesis de Lyon.

Una más. Vivimos en una Iglesia en la que lo que venden son las ocurrencias, cuanto más ocurrentes mejor. Yo creo que nunca habíamos contemplado tantas bobadas. Hoy es doña Anne, presidenta por cierto de una cosa denominada “Comité de faldas”, auto postulada para arzobispesa, como ayer tocaron esos cinco minutos de salto a la gloria a una religiosa nonagenaria que ha decidido dedicar los últimos años de su vida a reivindicar la supresión de las mitras episcopales. Qué mal andamos.

Leer más... »

25.05.20

Cada día me gusta más el derecho canónico

No se fíen de esos supuestos liberales que en prueba de su talente aperturista van echando pestes de leyes y normas. No se fíen. Todos los dictadores, grandes o pequeños, lo primero que hacen es ponerse el disfraz de corderitos demócratas, denostar leyes y normas por la aparente cosa de la libertad del pueblo y luego, como ya no tienen cortapisas, entre otras cosas porque se lo hemos consentido, se dedican a hacer lo que les da la gana y a convertirse en los mayores dictadores.

Soy firme partidario del derecho, sea romano, civil, penal, mercantil y, sobre todo, del derecho canónico, que lejos de ser el arma con el que los poderosos nos oprimen, es el mejor escudo que puede tener el débil. Por eso no es solo que servidor sea el mayor defensor del derecho canónico, sino que siento no esté aún más desarrollado, precisamente para evitar que el obispo de turno haga con un servidor según sea su capricho. Para eso está el derecho, para limitar los excesos de el de arriba y garantizar los derechos de el de más abajo.

Leer más... »

22.05.20

Un año para la Laudato si. Ganas de hacer el avestruz

Bien. Una ocurrencia más. Ganas de dedicarnos a lo menos importante quizá  por que no sabemos, no queremos, no nos atrevemos, no nos dejan o no podemos, mejor no entrar en el por qué, dedicarnos a cosas que como Iglesia sí me parecen de una extraordinaria importancia.

Dedicar un año entero a algo se supone que es porque el asunto es de extraordinaria importancia y gravedad y es casi cuestión de vida o muerte que todo el mundo se haga consciente de una realidad que se hace imprescindible transformar. Otra cosa es que, como Iglesia, no tengamos nada más apremiante que la ecología integral.  

Todo lo contrario. Rafaela, sin ir más lejos, y con ella Joaquina y todas las buenas gentes de Braojos, Gascones y La Serna, cuidan el medio ambiente, reciclan, separan residuos más que nadie: cenizas de la chimenea, cartón, plástico, vidrio, pilas, orgánico. Cualquier anuncio nos habla de lo ecológico, el ahorro energético, el respeto al medio ambiente. Las leyes están a favor, tenemos agentes forestales que cuidan nuestro entorno y un SEPRONA de la guardia civil para lo mismo. La ONU y no sé cuántos organismos institucionales apostando por lo ecológico.

Leer más... »

21.05.20

Los garbanzos como tapadera

Mucho enseña el libro de los Hechos de los apóstoles. Tanto que hace unos días propuse que se retirara de la circulación, simplemente porque lo lees y si tomas tu vida en serio sientes vergüenza por nuestra acomodaticia y poco evangelizadora vida eclesial.

Lo que mejor se nos da a los católicos es lo de la caridad. Es un lujo y es el mayor honor. Es nuestro gran escaparate, y a la vez nuestro mayor peligro.

Me agrada y me molesta, de hecho, me molesta mucho, ofrecer a la gente la imagen de la Iglesia como una gigantesca ONG. Nos preguntan qué hace la Iglesia y sacamos rápidamente la lista de sus obras sociales: Cáritas, reparto de alimentos, centros para transeúntes, las misiones, el heroísmo de los misioneros que no abandonan a su gente. Vemos programas de parroquias, de misiones y la parte del león se la llevan siempre nuestras extraordinarias obras sociales y la cercanía a los pobres.

Leer más... »

18.05.20

Estoy de los demagogos justo hasta...

Oigan, que ya está bien de vivir del cuento, del eslogan y de lo que se lleva. Que ya está bien. Y el problema no es el de los demagogos de chichinabo, sino de todo los que encima apoyan y aplauden sus memeces, porque tampoco tienen categoría de más. La penúltima, porque a estas horas ya habrá salido a la palestra algún demagogo nuevo.

La penúltima: “Las instituciones religiosas piden una “recuperación económica justa” mediante la desinversión de combustibles fósiles”.

Por partes.

Me temo que las instituciones religiosas, en general, de macro economía y de energía saben más bien lo justito. No pasa nada. Ya se sabe que nucleares no, gracias, y que “laudato si, petróleo no”. La verdad es que como axiomas para empezar son bastante flojos. Es lo mismo. Salen unos cuantos supuestos concienciados con el desastre climático, seguramente asesorados por alguna Greta, y pontifican como si todos fueran doctores en economía con máster en Harvard, químicos doctorados por la universidad de Stanford y moralistas por el alfonsianum.

Leer más... »