Pues yo te digo que lo que Cristo haría...
Me parece una frase que denota más que una enorme soberbia, una solemne estupidez. Tratar de solucionar una cuestión o aclarar sus términos apelando a lo que Jesucristo hubiera dicho o hecho se convierte en una mezcla de incultura, vagancia, prepotencia y falta del sentido del ridículo. Hay que estar muy sobrado para saber exactamente lo que Cristo diría, haría, condenaría o recibiría con aplausos en cada momento existencial.
Además es que volveríamos a lo de siempre. Imaginemos situaciones diversas de hoy mismo. Por ejemplo el problema de los lefevrianos, las religiosas “rebeldes” de USA, el sedevacantismo, el aborto, la familia, la crisis económica… ¿Es necesario seguir? Me apuesto un duro de los de antes que a cinco que pregunte, cinco respuestas diferentes a lo que Cristo haría. ¿Quién tiene la razón? Pues el que diga la Iglesia. Vamos, que lo de toda la vida.
No obstante sí creo que es bueno tener alguna referencia más cercana. Yo la he encontrado hace mucho tiempo en la beata Teresa de Calcuta, en la que se reúnen las mejores condiciones: servidora de los pobres y fidelísima a la iglesia. Tanto, que ya ha sido proclamada beata.