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30.04.21

Vamos a estarnos quietos de una puñetera vez

Ir cumpliendo años tiene sus ventajas. Una, que has visto y conocido muchas cosas. Otra, que te importa un bledo decir lo que piensas.

 

Qué estrés parroquial, por Dios.

 

Catequesis de niños con diapositivas, películas, expresión corporal, merienda, cumple, reunión con padres que no tiene tiempo.

Grupos de jóvenes con reuniones, salidas, campamentos, peregrinaciones, tertulias, cine fórum, campeonato de fútbol y ahora redes sociales.

Grupos A, tertulias B, salidas C, conferencia, encuentro.

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26.04.21

La moreneta de Piñuécar

En España hay una buena cantidad de las que se llaman “Vírgenes negras”, entre las cuales es especialmente conocida la “Moreneta”, como se llama cariñosamente a la Virgen de Montserrat. Efectivamente hay imágenes que son “negras”, unas porque son así, y otras porque acabaron de color oscuro como fruto del tiempo y de la devoción de los fieles.

En Piñuécar tenemos una imagen de la Virgen del Rosario si no negra, al menos de un mulato subido fruto de la oración y del cariño de sus hijos. Hoy todo es limpio y aséptico. En nuestros templos las velas funcionan con un aceite especial que al arder ni huele ni contamina. Las ofrendas se hacen en lampadarios eléctricos que no dan problema alguno. Apenas nos queda el humillo del cirio pascual y el del incienso si acaso. Y ya. Ahora. Pero antes no era así.

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23.04.21

Lo que más le gusta a un progresista es prohibir

Hagan el esfuerzo de comprobarlo. No hay nada que más guste a la izquierda autoproclamada progresista, y me da igual por lo civil o por lo eclesiástico, que prohibir. Tienen auténtico terror a la libertad a la vez que acusan de liberticidas al resto.

Me van a permitir tres cosas. Una de siempre y dos de hace nada y menos.

La de siempre. ¿Se han fijado la manía que tienen todos los progres amantes de la libertad de cargarse los reclinatorios de los bancos de sus parroquias o de imponer la comunión en la mano? Para cualquiera que de verdad entienda y defienda la libertad, no hay nada más libre que un reclinatorio en la iglesia. Al que se quiere quedar de pie en la consagración, por ejemplo, a pesar de que lo mandado es arrodillarse salvo dificultad física, o no puede arrodillarse, un reclinatorio no le estorba. Sin embargo, al que desea arrodillarse cumpliendo las normas, se le facilita el poder hacerlo.

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21.04.21

Entre la sinodalidad y la transparencia

Me contaban que llegó un nuevo gerente a la empresa Tal. Primera reunión con los empleados y quiso comenzar haciendo un llamamiento a la sinceridad, la confianza y la transparencia: “aquí lo importante es que todos podamos opinar con libertad, expresarnos con total confianza y que no haya secretos entre nosotros”. Uno de aquellos empleados, por lo bajinis, dijo al de al lado: “nunca te fíes de quien viene pidiendo confianza”. Debe ser eso de dime de qué presumes.

Vivimos, nos dicen, en una Iglesia que es de todos, y en la que la transparencia debe ser una de sus notas fundamentales. Es decir, que de transparente nada. Y vivimos, otro de los mantras de hoy, en una Iglesia donde prima la sinodalidad. Me temo que más de lo mismo.

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19.04.21

Liturgia. Puntualidad también al revés

Comienzo diciendo que servidor de liturgia lo justo, y que si quieren de verdad conocer en serio la liturgia de la Iglesia lo que tienen que hacer es acudir al vecino blog de D. Javier Sánchez, que ese sí que sabe.

La puntualidad es cosa de agradecer en cualquier ámbito de la vida. Es disciplina, es educación, es saber estar y es, muy especialmente, una muestra de respeto y consideración hacia los demás. Por eso me parece fundamental, es lo mínimo, comenzar las celebraciones con puntualidad exquisita. Que de forma caprichosa el señor cura se permita empezar siempre tarde es simple y llanamente desprecio a los fieles, que aquí mucho bla, bla, bla con que Iglesia somos todos y que los fieles son mayores de edad y luego resulta que la misa de doce es a las doce y diez, doce y cuarto, porque sí y de manera habitual. 

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