Por qué hago el lavabo en misa
Fui ordenado sacerdote a finales de 1979. El momento eclesial era el que era y como es natural uno era hijo de su tiempo. Me formaron en el postconcilio más radical y en consecuencia todos los tópicos doctrinales y celebrativos de los años ochenta tuvieron en mí un ferviente seguidor.
Con el paso del tiempo vas evaluando cosas y te das cuenta de que aquello no llevaba a sitio alguno. Lo que acabas descubriendo es que lo que se había presentado como la quintaesencia de la fidelidad, lo auténtico, lo más evangélico y fiel al hombre no era más que un conjunto de nada envuelto en buena voluntad.