Küng, Fellay: los extremos se tocan
En la Iglesia y en sus aledaños (porque habría que analizar exactamente donde se sitúan el uno y el otro), hay personajes curiosos, llamativos, de esos que parten raya y a los que no es fácil tomar en serio. Dos han reaparecido ayer mismo en los medios de comunicación. Los dos con la misma pregunta: oigan, que como ha cambiado el papa, que digo yo que qué hay de lo mío.
Los dos personajes a los que aludo hoy andan fuera de tiesto, aunque bien es verdad que por bordes contrapuestos.
Por un lado, Küng. Hacía tiempo que no sabíamos de él. Pero vaya, ha cambiado el papa y tiene la osadía de anunciar que su “rehabilitación” como teólogo y en el ministerio sacerdotal por el papa Francisco sería nada menos que “una señal para muchos”. Tócate los pies, tía Pascuala.