Recogida de firmas para que se quede D. Fulano
Me contaba hace algún tiempo un buen amigo que en su parroquia habían recogido firmas en apoyo a un sacerdote y pidiendo que se revocara su traslado a otro destino pastoral. Se mostraba orgulloso por lo que, según él, era una muestra de la valía del sacerdote, de su buena labor en la parroquia, y del afecto de la gente.
Lo que no se imaginaba mi amigo era que un servidor, en lugar de abundar en sus tesis, sacara justo la conclusión contraria. Si se recogen firmas para que un sacerdote no sea trasladado, eso significa que no se ha entendido lo que es el ministerio, que no se ha hecho comprender a la gente en qué consiste la labor del pastor como colaborador del obispo y además, y sobre todo, que el cura en cuestión es un cantamañanas con ganas de incordiar.