InfoCatólica / De profesión, cura / Categoría: Sin categorías

30.08.23

Regardez la gilipulluá

Antes de nada, les invito a ver este video de los grandísimos humoristas españoles Tip y Coll. Lo pasarán muy bien, entenderán de dónde he sacado el título del post y de paso aprenderemos que en nuestra santa madre la Iglesia católica lo de la gilipulluá va subiendo puestos. 

Cuando algo resultaba chocante de verdad, uno respondía diciendo “no salgo de mi asombro". Llevamos tiempo, bastante tiempo, en el que nuestra queridísima Iglesia nos regala cada día, cada instante un asombro más, al punto de que cuando alguien defiende y predica la doctrina de la Iglesia, la fetén, la de siempre, es cuando de verdad uno se queda patidifuso: “no es posible, un obispo, un cardenal… predicando lo de siempre". 

Leer más... »

28.08.23

Lo del Opus. Acepto pulpo como animal de compañía

Con lo de Torreciudad no sé si me estoy haciendo un lío o si, por el contrario, es cuando se me está aclarando todo. 

Vamos a ver si me aclaro. Que yo sepa, Torreciudad es un enorme complejo que promovió el Opus Dei, costeado con donativos de fieles de todo el mundo, que atrae cada año a miles y miles de preregrinos y donde, si mis datos no son erróneos, hay una excelente atención pastoral a los fieles. Si lo promueve el Opus con todas las bendiciones de los obispos que por Barbastro pasaron, lo han costeado fieles de lo que era la prelatura y que ahora ni Dios sabe lo que es, la atención pastoral la llevan sacerdotes de la obra y hasta hoy el rector ha sido propuesto por el prelado sin mayores problemas, ¿alquien me puede decir qué leches está pasando?

Que si un primer toque romano, que si un segundo, que luego lo de Torreciudad. Yo no me creo que esta triste historia que está cabreando tanto al personal sea una cosa individual del actual obispo de Barbastro, porque no cuela. Punto.

Leer más... »

27.08.23

El mayor fracaso es no intentarlo

La Acebeda. A 90 km. de Madrid. 1269 metros de altitud. Con una población que debe andar por los setenta empadronados. Pues miren por dónde siempre hay algún loco o loca enredando y un cura que se muestra feliz de esos enredos.

A estos locos de La Acebeda se les ocurrió nada menos que organizar un pequeño curso de introducción al Antiguo Testamento en su pueblo. Evidentemente la gente sensata considersaría una cosa así como un disparate fruto de la ocurrencia de algua feligresa despistada y un párroco fuera de la realidad. Es igual. A por ello. 

Leer más... »

25.08.23

A la Virgen siguen viniendo

Estoy comenzando las fiestas patronales de La Serna del Monte. Mañana sábado misa y procesión con la Virgen del Socorro y el lunes fiesta grande, san Agustín, patrón del pueblo, también con misa solemne y procesión. Imaginen lo que son estos días en el pueblo. 

Nuestro templo, pequeño y recogido, pero de verdad entrañable y arreglado con mimo, se llenará una vez más de gente, unos de los que se dice “del pueblo de toda la vida", más hijos del pieblo que en estos días acuden y también, como no, veraneantes y gente que viene de fuera. Acostumbrados a los cuatro de siempre, es una delicia contemplar los bancos llenos y las procesiones concurridas. 

Leer más... »

21.08.23

Si no hay palio, me llevo un paraguas

La vida parroquial en estos pueblos que Dios me ha dado es posible gracias a las Rafaelas y los Manolos que se ponen en jarras y sacan adelante las cosas con un convencimiento mezcla de fe, tradición y firmeza serrana. También ayuda, no crean, que el señor cura sea el primer cabezón o convencido de que las cosas tienen que salir aunque sea a mordiscos. Me van a permitir que les cuente dos cosas de estos días.

Martes pasado. 15 de agosto. En La Serna del Monte celebramos ese día a la Virgen del Socorro. No me digan por qué. Se celebra y punto. La Virgen colocada en sus andas y una pregunta de los fieles: “a ver si somos capaces de sacar a la Virgen, ya sabe que somos pocos y mayores". Mi respuesta: “ya nos apañaremos”. Total, que acaba la misa y les digo: “ahora la procesión, y me dicen que a ver si podemos… Pues claro que podemos, ¿o acaso nosotros, serranos de pro, nos vamos a arrugar? Vamos y que no se diga…” Por supuesto que la Virgen salió en andas y no faltó gente para hacerlo posible. 

Ayer, tercer domingo de mes, minerva en Braojos. Alguna vez ya les he contado que en Braojos, los terceros domingos de mes, y desde el año 1589, se realiza por el interior del templo una procesión con el Santísimo que, vulgarmente, se denomina “minerva". La verdad es que cada vez cuesta más trabajo. Me dicen que antiguamente la procesión llevaba cruz alzada, ciriales, estandarte de la hermandad, incensario, los hermanos con velas y el sacerdote con el Santísimo Sacramento bajo palio. 

Hoy, apenas conseguimos cuatro para llevar las varas del palio. Domingos hemos tenido en pleno invierno donde nos las hemos visto canutas para conseguir cuatro hombres para el palio. Un domingo, animando a la gente para que no dejen perder esta impresionante tradición, les dije: “no sé si vendrán o no, es igual. Mientras un servidor sea párroco de Braojos, habrá minerva cada tercer domingo aunque la haga yo solo". 

Llegamos a la sacristía y Cándido, el fidelíismo sacristán, me dice: “tú tranquilo, que mientras yo pueda, incienso no ha de faltar, y si no hay nadie para el palio, te tapo yo con un paraguas".

La fe es esto. No me conviertan la fe en ñoñería, sentimentalismo interior, blandenguería adolescente o costumbre que se va perdiendo. La fe es reciedumbre, es convencimiento, es seguir aunque aparentemente no tenga sentido, es mantener lo de siempre por más que digan que aquello hoy no es más que una tradición sin contenido religioso. 

En mi vida de fe en estos pueblos gente como Cándido, que se compromete a incienso y paraguas si hiciera falta, o esas Rafaelas que con lluvia, nieve o sol de justicia rezan, van a  misa y cuidan su su iglesia, te demuestran, con su fe y su convencimiento, que todo tiene su sentido. 

Ayer celebramos la minerva bastante bien. Con palio y hasta cruz alzada. Y el día que se dé peor pues nada, un servidor con el Santísimo, Cándido al lado y las Rafaelas de siempre cantando el Tantum ergo. 

Cosas de la Sierra.