Se siente. No hay cuarta vía
La Iglesia es la institución que es y tiene las normas que tiene. En ella hay cosas que pueden cambiarse y de hecho se han ido cambiando, y cosas que no.
A uno no tienen por qué entusiasmarle todas las cosas que la Iglesia enseña y pide a los católicos. Supongo que hay cosas que nos encantan, otras que están bien, y otras que no acabamos de entender o que incluso positivamente nos disgustan. A nadie se nos pide que nos maraville todo, se nos pide que acatemos con alegría y confianza.
¿Qué hacer cuando hay cosas de la iglesia que a uno no sólo no le gustan, sino que le disgustan o que incluso está convencido en su fuero interno que deberían ser modificadas? Pues hay tres vías, y no se me ocurren más: