En tiempos recios, rodillas clavadas en el suelo
Cada santo tiene sus devotos y también, cómo no, sus detractores. Santa Teresa de Calcuta, siendo el ejemplo más evidente de la tan cacareada opción por los pobres y de una vida consecuente con su pensamiento, es una santa deliberadamente omitida en el santoral más progresista.
Las razones son de todos conocidas, y es que fue capaz de demostrar con su vida, con la de las Misioneras de la Caridad, con la ingente obra de su instituto, que la opción por los pobres, la de verdad, no significa en absoluto cargarse la doctrina, y que justificar lo de ponerse la doctrina por bonete con la memez “pero está con los pobres” no se sostiene por más que se apuntale con la Pachamama, la bandera arco iris y una cena solidaria. Que no.