De fronteras, llaveros, Rafaela y Joaquina
En una ocasión ya hablaron de esto nada menos que Rafaela y Joaquina. Hay gente buena, como Joaquina, qué digo buena, buenísima, solidarísima, caritativísima, constructora de puentes y acueductos, en salida y misericodiosísima. Gente que ve una patera y se deshace en llanto y golpes de pecho.
Como son más solidarios, buenos y abiertos más que nadie, gritan cada día clamando por la supresión de las fronteras, la desaparición de los centros de internamiento de extranjeros y el absoluto respeto a costumbres de los que vienen.