A Rafaela no le gusta el loro
La temo más que a un nublado, porque esta buena mujer, cuando llama, tiene por costumbre no dar puntada sin hilo y tratar de meter a este su amigo el cura en problemas no siempre de buena solución.
Tiene la teoría de que las comparaciones nunca son odiosas, sino que comparar es lo que nos permite entender mejor las cosas y aclarar lo que tantas veces parece imposible. Ya saben, eso de por qué aquí sí y allí no, y explícame las razones según las cuales las cosas son buenas o no dependiendo, porque a Rafaela eso de que dependa, sobre todo si es de caprichos u ocurrencias especialmente ocurrentes, nunca le ha terminado de encajar.