La señora Rafaela y el nuevo papa
No estaba la tarde para paseos, así que decidieron que mejor se quedaban en casa con el café y las cartas. Un buen julepe entretiene y a 5 céntimos nunca se gana o se pierde demasiado.
Salió lo del papa, y todo fueron comentarios y deseos. Carmen muy interesada, con la lista de los cardenales y además marcando en cada nombre los que según ella eran más modernos y por consiguiente más adecuados como papas para este mundo cambiante.
Agustina quiere un papa como los de antes, de silla gestatoria, armiño y vuelta a la tiara, que no sabe muy bien cómo se llama, pero ella quiere un gorro de esos altos como antes, con no sé cuántas coronas.