Cuánto tiempo sin saber de Rafaela
Tanto como sin saber, no, pero es verdad que llevábamos tiempo sin hablar tranquilamente. Dice que es que ya no le merece la pena, que se va resignando a lo que se encuentre en su parroquia y que ella a lo suyo. Cuando anoche me llamó con ganas de desahogarse ya supuse que alguna cosa se había salido de lo ordinario.
Este fin de semana han celebrado la misa dominical en sábado. Lo comprende. Andan escasos de curas y los que pueden acudir tienen que repartirse como buenamente pueden. Ya conoce a todos, pero anoche hubo sorpresa. Uno nuevo. Bendito sea Dios.