Trolas post conciliares
A lo tonto, a lo tonto… comenzamos unas sencillísimas clases de formación cuando nos encerraron los políticos en casa y muchos obispos clausuraron los templos.
Las clases de formación se iniciaron con el compendio del catecismo y después están transcurriendo con los documentos del Concilio Vaticano II. Comenzamos hincando el diente a la liturgia: Sacrosanctum concilium, Missale romanum y Redemptionis Sacramentum. Oigan, ojipláticos. Los pelos como escarpias. Un oh que no se les caía del asombro charla tras charla. El comentario más común: “nos estamos dando cuenta de que el Vaticano II es un concilio muy preconciliar". Claro. Porque llevamos años y años sin leer los documentos y sin escuchar más que esas bobadas del espíritu del concilio que nadie sabe de dónde han salido, pero que a ver quién se atreve a contradecir a los grandes gurús del pensamiento progresista, generalmente blindados, consentidos y mimados por sus obispos respectivos.