Pedir consejo al que está en liquidación
Acabamos de conocer que este año el número se seminaristas en España ha vuelto a superar la mítica barrera de los mil. Así podemos leerlo en la web de la Conferencia Episcopal Española: “Este curso 2024-2025 el número de seminaristas ha vuelto a superar el millar, tras el descenso producido desde el curso 2021-2022. En concreto, el total de seminaristas con los que cuentan las diócesis españolas es de 1.036, frente a los 956 del año pasado".
Sin duda una excelente noticia a la que se está poniendo un pero desde lugares diversos. Y es que muchos se preguntan, nos preguntamos, por qué no se nos ofrecen los datos desglosados por diócesis y seminarios. Sería bueno conocer dónde se producen esos aumentos y, ya puestos, analizar las causas en uno y otro sentido.
Lo mismo se podría hacer con los religiosos. Actualmente, según los datos de CONFER, en España hay 33.524 religiosos, en su mayoría, mujeres (25.531 religiosas frente a 7.993 religiosos), con un ritmo de pérdida de unos mil cada año. Sería bueno conoocer los datos desglosados, porque todos sabemos que los hay que se van por el desagüe a toda prisa, otros poco a poco, los hay que se van manteniendo e incluso los que aumentan.
Podríamos también hablar de parroquias. Las hay agonizantes, medio muertas, con vida y con vitalidad desbordante.
Lo mismo merecía la pena, digo yo, y si nos atrevemos, preguntar a los mejores, entendiendo por tales a los que cosechan mejores frutos en vocaciones, vitalidad y vida cristiana. Por ejemplo, preguntemos a los seminarios con más vocaciones y mayor perseverancia cuáles son sus claves. Dirijamos nuestra mirada a las órdenes y congregaciones religiosas con más vocaciones y mayor estabilidad. Que las parroquias con más vitalidad nos cuenten cómo lo hacen.
Es que, las cosas como son, parece que a ese tipo de seminarios, conventos o parroquias se les tiene miedo. Queremos vocaciones en los seminarios, pero no vamos a pedir una charla a D. Fulano o a monseñor Mengano, que son unos tradicionalistas. Mejor llamar al obispo de X, dos ordenados en los últimos quince años, o a D. Perengano, rector del seminario de Y, sin seminaristas, pero con un proyecto de futuro muy interesante.
Las órdenes y congregaciones religiosas en estado preagónico seguirán pidiendo formación, ayuda y espiritualidad a los padres társilos, que han perdido a más de la mitad de la congregación en los últimos años o a los hermanos gundisalvos en premio en haberse convertido en la comunidad religiosa con la media de edad más alta: acaban de superar los ochenta años.
Y si hablamos de parroquia o de evangelización volveremos a ponernos en mano de los nostálgicos de los años 70 que siguen pensando hoy, CINCUENTA AÑOS DESPUÉS, que un cura vestido de camionero, liturgia alternativa y reivindicación social, aliñados con la modernidad del sínodo y el cambio climático siguen siendo la clave de la evangelización.
Yo creo que en el fondo estamos bien como estamos. Antes muertos que carcas.
Las hermanas de X seguirán llamando a los casi extintos padres de Y para su formación, retiros, ejercicios y liturgia cotidiana. Los padres de Y profundizarán en su formación ochentera basada en unos libros tan eximios que han sido condenados varias veces por Doctrina de la Fe. La parroquia de W contará un año más con las aportaciondes en forma de sueño del cura Manolo y el testimonio de danza contemplativa de sor Trini de los pobres inmigrantes. El seminario de Z rebuscará en aquellos planes innovadores que fueron el no va más allá por los sesenta.
No tenemos vocaciones, pero lo importante es que la gente se comprometa. A la parroquia vienen pocos, pero lo hacen de corazón. Es la hora de que los laicos tomen conciencia. Quizá si. O no. O la hora de espabilar. O de Virgencita de Lourdes que me quede como estoy. Vaya usted a saber.
26 comentarios
El católico debe de buscar la verificación de los postulados, el prueba /fallo de toda la vida.
En una ocasión mi hermano me recordó que para hacer pruebas de cosas importantes siempre se debía de tener cuidado: "Mejor las pruebas con gaseosa", de esta forma si había error, no podía se dañino.
Por otra parte, el mensaje de Jesus de mas de 2000 años, llama al hombre de forma concreta y personal, no es un postulado trasnochado, los problemas espirituales, morales y religiosos humanos son y seran siempre los mismos.
Por lo tanto, si funciona, no lo toques, no lo cambies.
Un cordial saludo, D. Jorge.
excelente reflexión padre.
Debemos preguntarnos dónde está la doctrina inveterada de la Iglesia, y el conocimiento y la vivencia de la fe más auténtica, y allí veremos reverdecer la vida espiritual y mística de siempre.
Pero si nos centramos en el "nuevo plan diocesano", las "comunidades pastorales", la "agenda 2030", piscolabis de cuánto nos queremos, alabanzas al estilo pentecostal, la ecología, la nueva sociedad (ya lo decían eso los marxistas) , no veremos reverdecer el cayado .
Bendiciones
Ni es tan difícil, ni requiere tanto esfuerzo, sólo humildad.
¡Ave María, padre!
Pues anda que el de Málaga, “Pepe”, bailando sevillanas en plena Celebración de la Santa Misa, con su estola de lunares (de la que se siente muy orgulloso)… Busquen en YouTube.
Pues oiga, llena las iglesias. Ayer, hasta en Canal Sur le hacían un reportaje. Si quieren verlo en directo, parroquia de Alhaurín de la Torre, misa del gallo.
En fin, don Jorge, a veces pienso que esto está más perdido que el barco del arroz.
Es mejor socializar perdidas y llevarlo todo a la CEE que hará adecuadamente el trabajo de disolución de responsabilidades
El aggiornamento que tantos han predicado y comentando a la feligresía
Con todo respeto prefiero una mirada diferente, una mirada y un pedido urgente desde la necesidad de los fieles, que queremos lo siguiente:
Creed en la fuerza de vuestro sacerdocio...no lo hacéis en vuestro nombre, sino en nombre de Cristo, "in persona Christi".
Los fieles esperan de los sacerdotes solamente una cosa: que sean especialistas en promover el encuentro del hombre con Dios. Al sacerdote no se le pide que sea experto en economía, en construcción o en política. De él se espera que sea experto en la vida espiritual. Por ello, cuando un sacerdote joven da sus primeros pasos, conviene que pueda acudir a un maestro experimentado, que le ayude a no extraviarse entre las numerosas propuestas de la cultura del momento. Ante las tentaciones del relativismo o del permisivismo, no es necesario que el sacerdote conozca todas las corrientes actuales de pensamiento, que van cambiando; lo que los fieles esperan de él es que sea testigo de la sabiduría eterna, contenida en la palabra revelada. (SU SANTIDAD BENEDICTO XVI EN POLONIA DISCURSO DEL SANTO PADRE
ENCUENTRO CON EL CLERO Catedral de Varsovia Jueves 25 de mayo de 2006)-
En cuanto al cura Pepe (él quiere que se le llame así, me recuerda lo de “chámame Pepe” de lo de la Cigoña), he asistido a dos celebraciones de este individuo. En una, me salí sin esperar al final. No lo pude soportar.
En otra no tuve más narices que aguantar hasta el final su sarta de incongruencias, era la misa de funeral de un querido amigo.
Esos "curas guays" valen para llenar la Iglesia a corto plazo. A la larga, te das cuenta de que es una gilipollez y uno se larga, bien a otra parroquia, bien de la Iglesia. Porque para pasarlo bien me voy a otro sitio con más cachondeo y si todos vamos al cielo y no importa el credo (como me tocó a mí escuchar en la misa por el alma de mi católica abuela)... ¿Para que ir a misa?
jak:
Ahí le has dado. El problema es que para eso habría que poner muchas cosas en sus sitio. Como con la liturgia, la disciplina eclesiástica y tantas y tantas cosas. Cosa que no quieren hacer porque es carca. Y antes muertos que fieles...
No estoy muy enterado, pero creo que han surgido unos seminarios "neocatecumenales", distintos a los de las diócesis, que no sé muy bien en qué consisten. A lo mejor eso explica el aumento de seminaristas.
En mi opinión, hay que atender antes a la calidad que a la cantidad, que acabo de seguir el consejo dado más arriba de conocer las misas del padre Pepe y me he quedado estupefacto. No me extrañaría que ese sacerdote "Pepe" se creyera además un adelantado sobre el resto de sacerdotes de occidente, llevando a efecto la reforma de la sagrada liturgia de la que habla el documento "Sacrosantum concilium" del concilio V-II, que en el apartado III. D) (numerales 37-40) nos habla de las "Normas para adaptar la Liturgia a la mentalidad y tradiciones de los pueblos". Justamente es con el actual papa que se está haciendo una interpretación sorprendente de ese apartado (por no decir aberrante, que no me considero con criterio suficiente para juzgar si lo que se está haciendo con la misa maya, por ejemplo, cabe o no en el documento conciliar).
Por poner otro caso que conocí hace más de 20 años en la ciudad donde vívía: un sacerdote comenzó a hacer prédicas en la iglesia donde solía acudir a misa con mi familia. Acostumbrábamos ir a misas de horas anteriores, pero algunos domingos nos retrasamos y fuimos a la misa de mediodía que desde no hacía mucho daba allí este sacerdote. La iglesia se llenaba completamente, quedando abarrotados los pasillos y puertas de entrada con gente de pie. Las dotes oratorias del sacerdote eran notables, pero el contenido era aberrante, criticando aspectos de la Iglesia, llegando incluso a insultar a monjas que estaban allí presentes, vejándolas y llamándolas en tono despectivo "inútiles y estériles" en una de sus homilías. No volví a ir a esa iglesia en mucho tiempo y no vi más a tal sacerdote. Hace poco me enteré de que no duraron mucho tiempo sus prédicas y fue retirado del ministerio por la diócesis; recientemente he visto en el periódico local que ha sido condenado a cárcel por pederastia.
Sin embargo, hace un año estuve en una iglesia de Pozuelo de Alarcón, bastante grande. Estaba repleta a falta de 10 minutos del comienzo previsto. La gente aguardaba el comienzo con un impresionante silencio (algo que creía que ya no se daba en ningún sitio). Salí pensando que la crisis de la Iglesia no había llegado a Pozuelo.
Entonces, los números son sólo números si no cuidamos bien qué estamos contando.
Respecto a los seminaristas, he tenido noticia de que existe una especie de seminarios catecumenales, que son los que están aumentando notablemente el número de seminaristas. ¿Alguien sabe qué son exactamente? ¿Qué aportan a la Iglesia si ya los seminarios diocesanos están bastante vacíos? ¿Dan mejor formación?
Una paz auténtica.
Feliz Navidad.
Como sueño en hacer carrera política se la he comprado por 500.000 euros.
Claro, exacto, ponderado, oportuno... Gracias
Sabía sugerencia.
Antes, me entristecía enterarme que una comunidad religiosa había acabado reducida a un puñado de ancianitos o ancianitas, pero luego me percaté de que a las comunidades religiosas, verdaderamente religiosas, no les faltaban las vocaciones.
Es lógico. Si alguien que, siendo aún joven pero que va ya entrando en la madurez, siente el llamado de consagrar su vida a Dios, vivir en castidad, renunciar a tener bienes propios, obedecer a sus superiores y servir al prójimo en nombre de Cristo, buscará integrarse en una orden en que pueda cumplir ese llamado.
Si lo que quiere es cuidar la ecología, hay muchos grupos que limpian ríos y siembran árboles. Si quiere ayudar a los inmigrantes, puede ayudar en un albergue. Si quiere socorrer a quienes sufren una tragedia, puede integrarse a los voluntarios de la Cruz Roja o los bomberos.
Hay muchas organizaciones en que se trabaja por una buena causa en las que, para ingresar, no hay que profesar la fé, ni hacer votos, ni vivir en comunidad
La vida religiosa es mucho más que un grupo de personas que trabajan por una buena causa.
Dicen que el hábito no hace al monje pero lo identifica. Por razones prácticas, un religioso o religiosa puede dejar el hábito en el armario y andar por la calle con camisa a cuadros. Lo mismo hacen los militares con su uniforme. Sin embargo, uno no entra a un cuartel y ve a los miembros de la tropa vestidos de paisano. Puede parecer exagerado, pero abandonar el hábito es abandonar la identidad, tanto en lo interno como en lo externo. Quien aspira a una carrera militar, desea vestir el uniforme y vivir con orden y disciplina. Pero si el aspirante entra al cuartel y ve a todos vestidos y comportándose como si estuvieran en la plaza del pueblo, pues da media vuelta y se va. Lo mismo hacen muchos hombres y mujeres jóvenes con vocación religiosa, llegan, ven, dan media vuelta y se van. Algunos, gracias a Dios, encuentran una orden religiosa, verdaderamente religiosa, que era, al fin y al cabo, lo que buscaban.
En mi país, Costa Rica, no hay orden Cartuja, pero Dios ha llamado a dos costarricenses a ser cartujos. Uno de ellos en la primera mitad del Siglo XX y otro a inicios del Siglo XXi. Su vocación contemplativa implicaba abandonar su país y se fueron tan felices.
Ser cartujo es cosa seria y vea usted, querido Padre Jorge, las comunidades religiosas de la primavera conciliar, sin hábito y de regla blanda, modernas, ecológicas, inclusivas, buenistas, pacifistas, ecumenicas y globalizadas, no atraen vocaciones, mientras que la orden cartuja, por la bondad de Dios, atrae vocaciones hasta en el otro lado del mundo donde nunca ha estado presente.
Rezo su Ave María, por usted, por las vocaciones, por las comunidades religiosas que se marchitan y por las comunidades religiosas que florecen.
Los que yo conozco, y no son pocos, no son tristes ni amargados. Son SANTOS.
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