Los 90 años de la señora Juana
Cumplidos ayer mismo. 90 años de energía, de fe, de entrega, de sonrisa, porque si hay algo que caracteriza a la señora Juana, de La Serna del Monte, es su sonrisa.
Juana es la piedra angular sobre la que se asienta la comunidad parroquial de san Andrés apóstol de La Serna. Somos no pocos, sino poquísimos. Muchas veces la misa es para los dos, días feriados e incluso algún domingo o festivo.
Nos conocemos muy bien. Faltando entre dos y tres minutos aperece Juana. Generalmente, con un bastón. Si la cosa ese día pinta peor, se viene con dos. Nuestra conversación casi que es la misma de cada día:
- ¿Qué tal estamos hoy?
- Muy jodida, no se crea usted.
- A lo mejor estamos los dos solos en misa.
- Tranquilo. Ellos se lo pierden.
Y así celebramos. Los dos. Bueno, los dos que se vean a simple vista, porque ahí tenemos a san Andrés, la Virgen del Socorro, san Agustín, san Antonio, esos en imágenes y otra multitud de ángeles, arcángeles, querubines, serafines… que, hartos de parroquias llenas, se vienen con nosotros que andamos más necesitados de apoyo.
El gran don de Juana es su presencia. En La Serna celebramos viernes y domingos. No falla así caigan chuzos de punta. Tan solo algún día especial de mucha lluvia o nieve que yo me adelanto:
- Que hoy no venga, que está la tarde fatal.
- Tranquilo.
Y ahí que te aperece…
-¿Pero cómo ha venido con la tarde que está?
-Tampoco es para tanto, y ya me apoyo con el bastón.
- La van a regañar sus hijas…
- Que digan lo que quieran.
Juana garantiza la misa en La Serna. Incluso en esos días de desánimo o pereza, yo sé que va a acudir, y su presencia es el mayor estímulo para celebrar y hacerlo con alegría.
Me quiere. Nos queremos mucho, aunque a veces me llame demonio. Este año, al volver de mis días de vacaciones, algo le traje, creo que unos dulces:
- Demonio de cura, siempre tiene que andar trayendo algo.
- Es mi costumbre, ya sabe.
Y su sonrisa se ilumina de manera especial.
Aquí estaremos. Hasta que Dios quiera. Hasta que doblemos peineta, como ella dice. Dios te bendiga, Juana.
6 comentarios
Dios bendiga a Juana y a vd.
Padre Jorge aunque le llame "Demonio de cura " , la sra. Juana es un pan bendito. Yo lo tomaría por el sentido clásico, "Daimon", como ese genio tutelar del que hablaba Sócrates. En ese significado, usted ejerce una tutela benéfica sobre la sra. Juana y resto de feligresía.
que tenga un bendecido día.
Me recuerda a mi amada abuela que, también con 90 añitos, iba con su fiel bastón a la Misa.
PD: lo que me he reído con lo de "hartos de parroquias llenas..." XD
Un saludo señora Juana, y ande muy despacito, no se vaya a caer.
Que el Señor les bendiga.
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