De bien nacido es ser agradecido

Somos más dados a reivindicar y protestar que a agradecer, y servidor tiene mucho que agradecer. Mucho a lo divino y a lo humano. Lo divino lo agradezco cada día en la eucaristía y en la oración.

Hoy quiero referirme a lo humano.

Agradecido en primer lugar a mis lectores y comentaristas, porque tras doce años de vida del blog, aquí siguen acudiendo con una constancia como para quitarse el bonete. Acuden y muchos. No sé cuántas visitas lleva el blog, pero hace bastante tiempo que rebasamos los diez millones. No sé, Juanjo, el director, sabrá.

Gracias a los comentaristas que acuden al blog. Los comentaristas de Infocatólica son gente muy formada, sensata, que sabe debatir si hace falta. Alguna vez he tenido que poner orden. Tampoco mucho.

Gracias a Infocatólica, que un día, a través de Luis Fernando, me invitó a la aventura de ser bloguero en un medio de referencia como es este. Gracias al consejo, al P. Iraburu, que me han aguantado algunas salidas fuera de lugar.

Tengo que agradecer el afecto de los amigos blogueros de otros medios. Cómo no voy a mandar un abrazo especialísimo a Paco Pepe de la Cigoña, que se pasa en sus amabilidades siempre con un servidor. A Specola de Roma, con quien mantengo una especial sintonía. Gracias a Javier García Herrería, que tanto me cita, y que mantiene una revista de información que recomiendo vivamente. Cómo no hacerme eco de mi amistad con José Francisco Serrano, aunque esta sea más en un ámbito privado.

Un agradecimiento transoceánico a Rafael Núñez, que desde su portal “En la Iglesia” tuvo la ocurrencia de invitarme a presentar un informativo semanal, “¿Qué pasa en la Iglesia?” que acaba de llegar a su emisión nº 31, y que va aumentando en el número de seguidores.

Gracias a los feligreses de san José de la Sierra por sus oraciones y apoyo.

Gracias a Conchita Vidal, que tras el ordenador mueve los hilos de las redes y hace que todo se pueda hacer llegar con facilidad. Gran pintora, por cierto. No dejen de asomarse a su página web. 

Finalmente mi agradecimiento a los amigos de carne y hueso que tengo cerca, a esos que me preguntan qué tal estoy o me dan las buenas noches. 

Y me dejaré gente… Hoy os encomendaré en una de las tres misas, en la de Piñuécar que se transmite en directo a las doce por el canal de san José de la Sierra.

Y si tenía que haber citado a alguien más y no lo he hecho, echen la culpa a mi mala cabeza. Y disculpen a este cura.

Acabo agradeciendo sus avemarías por las parroquias. Estoy convencido de que son la clave, la piedra angular de todo esto.