La labor del bloguero en la información eclesial
De siempre, la prensa escrita ha contado con la sección de noticias, y con la sección de opinión. Dar las noticias ya es opinar, porque salvo las que no queda más remedio, y siempre se pueden dar de una u otra forma, la elección de las mismas ya supone una manera evidente de ofrecer el propio parecer.
La sección de opinión, y me parece que me estoy metiendo en un charco con la espero benevolencia de mis amigos periodistas, expresa claramente la línea editorial del medio, bien a través de los editoriales, claramente, bien a través de los columnistas que van comentando la actualidad según su propio criterio. Espero no estar soltando demasiadas burradas.
En la información religiosa hoy la prensa escrita es prácticamente irrelevante. No sé cuántas publicaciones se siguen distribuyendo en papel, muchas de ellas por pura inercia en casas religiosas y por no cortar una suscripción completa desde hace años y años. La información religiosa está en la red.
Como ya he adelantado, de entre todo lo que ocurre cada día y a lo que se puede llegar sin mucha complicación, cada medio, en fidelidad a su línea editorial, selecciona y presenta lo que va sucediendo según su particular opinión. Y cada medio, como es natural, intenta contar con un elenco de columnistas antes, blogueros ahora, que ayude, más que a conocer lo que pasa, que para eso no hay problema, a comprender el sentido de las cosas, la clave de los acontecimientos y cómo tomar posición ante ellos.
El bloguero no está principalmente para dar noticias. En ocasiones irá adelantando acontecimientos, podrá denunciar, anunciar y comentar, todo en clave de ayudar a comprender, con su criterio, el suyo, lo que es la Iglesia y su vida en un determinado momento.
Servidor lleva su tiempo como bloguero en Infocatólica. Camino voy de los catorce años. No doy noticias salvo alguna cosa concreta de mi vida sacerdotal en lo que pueda tener de ánimo para otros, si así fuera. Tampoco es mi estilo especular, rebuscar trapos sucios o soltar porquería por las buenas. Si alguna vez lo he hecho, pido disculpas desde ya. Un bloguero está para otras cosas: comentar, clarificar, alentar. Y en mi caso, y en el de Infocatólica, para formar, animarnos al encuentro con Cristo, la conversión, la vida sacramental, la caridad y el deseo del cielo.
Desde esta realidad y mi forma de entender lo de ser bloguero, como un ministerio del todo sacerdotal, han ido surgiendo otras posibilidades, como las clases de los jueves a las 20 h. y la misa del domingo a las 12 h. a través del canal de la parroquia de san José de la Sierra y últimamente el comentario a las noticias de la semana que se emite a través del canal en la Iglesia.
¿Mis apreciaciones, mis comentarios son los mejores? Evidentemente, no. ¿Son infalibles? Hasta ahí podíamos llegar. Son los míos y feliz de que haya personas para las cuales sean una buena herramienta para entender la vida de la Iglesia católica y animarles en la vivencia de su fe.
Los blogueros escribimos o comentamos donde buenamente nos es posible, como en la prensa diaria, y luego los lectores leen lo que les da la gana y se fían de quien quieren. Vivimos en libertad.
Dicho esto, agradezco a mis lectores que tengan el detalle de leer mis ocurencias y muy especialmente la riqueza de sus comentarios, que les aseguro no caen en saco roto. Y en cuanto a esta nueva experiencia de comentar noticias cada semana, de momento muy bien. El canal en la Iglesia ha abierto una lista de reproducción en la que se irán colocando los videos semana tras semana.
Agradecido a todos los que se han ido asomendo a los videos. Que todo sea para gloria de Dios y servicio a la Iglesia.
11 comentarios
Y no es tan difícil confrontar tos temas con el catecismo o con teólogos bien fundamentadps como lo hace ewtn , cadena de TV de la madre Angelixa
¡Menudas secciones tenían! La de toros, la de crítica literaria, la de crítica teatral, la de deportes...muchos de los redactores ni siquiera eran periodistas, pero eran especialistas en la materia y, en algunos casos, escritores. Hay que recordar que Chesterton fue, sobre todo, un periodista sin título ninguno. Aquellos periodistas españoles eran un lujo, sus nombres se me van olvidando poco a poco, pero había montones de periodistas de primera.
Ya sé que no tiene que ver con la prensa católica, pero los periódicos tenían también su sección reliigiosa y, cuando fue el famoso Congreso Eucarístico de Barcelona de 1952, trajeron páginas y páginas sobre el evento. Hasta la letra del Himno: "De rodillas, Señor, ante el Sagrario/que guarda cuanto queda de amor y de unidad/venimos con las flores de un deseo/para que no las cambies en frutos de verdad/¡Cristo en todas las almas/ y en el mundo, la paz! (bis)/Como estás, mi Señor en la Custodia/igual que la palmera que alegra el arenal/queremos que en el centro de la vida/reine sobre las cosas tu ardiente caridad/¡Cristo en todas las almas/y en el mundo, la paz! (bis)". La letra es de Pemán, que entonces era el perejil de todas las salsas, sobre todo si eran poéticas.
Todavía hoy, de vez en cuando, en la Adoración Eucarística al sacerdote se le ocurre cantarlo y se me caen los lagrimones.
De otro lado, la prensa secular ha cobrado un papel importante, relevante en este pontificado, al punto que casi a razón de una vez por semana se sabe de una entrevista concedida a alguno de esos medios, o un libro entrevista con uno de esos periodistas, incluso por allí una vez recientemente y a espaldas del aparato comunicativo de la Santa Sede y su Dicasterio de Comunicaciones, Francisco desmintió un rumor que corría en los mencionados medios 'enemigos de Francisco', concediendole la exclusiva al que llaman 'su biógrafo'. El artífice de eso es Mons. Dario Edoardo Viganò, antiguo prefecto del Dicasterio de Comunicaciones, a quien Francisco aceptó su renuncia por falsear unas fotos de una carta de Benedicto XVI, pero eso fue solamente apariencia, porque el protagonista siguió gozando de la confianza de Francisco y es el que consigue todas esas entrevistas que vemos constantemente.
Hay noticias muy llamativas, como el problema del estado de Texas con el Gobierno de la Nación que no puedes encontrar en los periódicos porque no toca, pero, por mucho que se pase por encima o no se lo toque, el problema es gordo porque si el río suena, agua lleva. De esto no puedes deducir ninguna verdad absoluta, pero deduces que hay un problema del que no quieren hablar. Lo del Papa Francisco es distinto porque, aunque no sepamos lo que piensa, él mismo se encarga de mandarnos material un día sí y otro también.
Por ejemplo: No me interesa mucho lo que pueda decir un veinteañero sobre lo que sufrió bajo el franquismo; ni la Asociación de Pederastas sobre el cuidado infantil; ni Religión Digital sobre primaveras eclesiales.
Se supone que las noticias son hechos, no opiniones. Lo que ha ocurrido, lo que han dicho etc. no se puede cambiar, lo único posible es que despues de la noticia, se haga un comentario de la misma, que si sería una opinión, o que se añadan otras noticias del mismo tema.
Desde luego si hubiera invención en una noticia, ya no sería una noticia.
Una cosa es informar de la existencia del documento Fiducia Suplicans (con sus partes principales, su estructura, sus autores, sus fechas, sus objetivos oficiales, etc) y otra dar la opinión sobre ella, sin manipular los hechos objetivos, simplemente analizando los textos sin retocarlos ni cambiarlos.
Creo que la libertad de opinión es muy sana, sin trasgredir las líneas rojas del derecho al honor, la infamia, los insultos, etcétera...
Los que entramos en su blog a leerlo lo hacemos porque nos interesa su opinión sobre estos temas tan candentes, y también para poner nuestro granito de arena, para bien ó para regular (trolls aparte), así que gracias por sus opiniones y por la libertad de poder comentarlas también nosotros...
El Catolicismo es la religión de la Verdad, y por lo tanto también de la libertad, porque sólo la Verdad nos hace libres, que dijo nuestro Señor, Él que es LA VERDAD, el Camino y la Vida, ó sea el mismo Dios... ¡impresionante!
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