Ínfulas de superior madurez
El progresismo al uso tiene entre sus características el situarse en un plano superior consistente en una mezcla de suprioridad moral, superación de viejas teologías, adquisición de una más alta iluminación y condescendiente desprecio hacia esos pobres que se siguen apoyando en el catecismo y en lo de siempre, lo cual, para estos progres, insisto, es puro infantilismo que consienten como concesión al que no ha sido capaz de llegar más allá.
Llevo semanas explicando a través de Facebook una encíclica maldita para todo progre que se precie: Veritatis splendor de san Juan Pablo II. Y es que en ella se van destrozando todos esos mantras de años que aparentemente son la quintaesencia de la verdad y no pasan de engañabobos de saldo.
Las “clases” las tenemos cada jueves a las 20 h. a través de mi canal personal de Facebook y luego se suben a la web de la parroquia virtual de san José de la Sierra y en el canal de YouTube, al que se pueden suscribir.
Me van a permitir que destaque algunas cosas.
Por ejemplo, algo tan simple como que “algunas interpretaciones de la moral cristiana no son compatibles con la «doctrina sana". Por tanto eso de que todo puede valer es más falso que un billete de 2,50. No todo vale, y, por supuesto, quien va a discernir no es el teólogo Fulanítez, tan excelso que lleva tres condenas de Doctrina de la Fe, sino el Magisterio, “que tiene el deber de declarar la incompatibilidad de ciertas orientaciones del pensamiento teológico, y de algunas afirmaciones filosóficas, con la verdad revelada".
Me encantó uno de los parrafos del número 32: “En algunas corrientes del pensamiento moderno se ha llegado a exaltar la libertad hasta el extremo de considerarla como un absoluto, que sería la fuente de los valores. En esta dirección se orientan las doctrinas que desconocen el sentido de lo trascendente o las que son explícitamente ateas. Se han atribuido a la conciencia individual las prerrogativas de una instancia suprema del juicio moral, que decide categórica e infaliblemente sobre el bien y el mal. Al presupuesto de que se debe seguir la propia conciencia se ha añadido indebidamente la afirmación de que el juicio moral es verdadero por el hecho mismo de que proviene de la conciencia. Pero, de este modo, ha desaparecido la necesaria exigencia de verdad en aras de un criterio de sinceridad, de autenticidad, de «acuerdo con uno mismo», de tal forma que se ha llegado a una concepción radicalmente subjetivista del juicio moral".
No me digan que esto no lo han escuchado cien veces a tanto espabilado que con el cuento de la supuesta madurez espiritual hace lo que le viene en gana y encima lo justifica y argumenta.
La Verdad para estos listillos no existe. No hay nada con que contrastar el pensamiento de cada uno. La infalibilidad de Manolo y Angelines por encima de la Verdad revelada y el Magisterio de la Iglesia.
¿Y esto cómo se argumenta para que parezca algo sólido? Atentos a lo que denuncia la encíclica:
- La sinceridad, la supuesta sinceridad según la cual, por ejemplo, lo importante es ir a misa cuando lo sientas, porque lo contrario sería falsedad. Toma ciribicundia. Que lo apliquen a su puesto de trabajo. Que vayan solo cuando lo sientan y luego se quejen de despido improcedente.
- La autenticidad, que vendría a ser algo así como fidelidad a la conciencia. Todo político corrupto, todo concejal que abandona su partido para pasarse a otro y ser responsable de urbanismo tiene la conciencoa tranquila. Y ahora ustedes van y se lo creen.
- Fiel a uno mismo. Otra gilipulluá. Porque si uno es terrorista, ser fiel a sí mismo es poner muchas bombas, y eso no parece muy conforme con la moral, al menos con la antigua.
- Sumen lo de “sentir” y tienen el resumen perfecto. La moral, la fe es “lo que siento".
Lo que intento explicar en estas clases que luego colgamos en Youtube, es que hay una Verdad objetiva y que para salirnos de esa verdad la gente coloca unos argumentos cómodos pero ciertamente risibles. Hablamos el pasado jueves por ejemplo de los que niegan la posibilidad de la libertad, con lo cual no hay responsabilidad total y con otros, realmente unos cachondos mentales, que ponen en solfa la doctrina moral de la Iglesia porque se ha descubierto un comportamiento así en una tribu del noroeste del Amazonas, según llegas a la derecha, o porque entre los monos titiriteros de Borneo se dan situaciones curiosas. Sí, supongo que se roban los plátanos, en prueba evidente de que hay que dispensar el séptimo mandamiento.
Y ahora ustedes van y ponen en esta gente la dirección de su conciencia.
43 comentarios
Sobre lo otro: "Otra gilipulluá". Hay que ir con cuidado, porque yo utilicé esa palabra, bien qie acabada en "ez", y me cancelaron (¿No toca estar contra la cancelación?) el comentario en otro de los blog. La próxima vez la escribiré como Vd.
Ave María.-
A los conservadores o rigoristas se les atragantan dos encíclicas, Magisterio de la Iglesia en tiempos francisquistas: la Fratelli Tutti y la Laudato Si. Niegan el Magisterio de la Iglesia, por lo que se condenan porque no respetan la lucha contra el cambio climático en pos del Cuidado de la Casa Común y la hermandad con las otras religiones, respectivamente.
A los progresistas o laxistas, que diría Francisco, además de la Lumen Dei que señala el Padre D. Jorge se les atraganta la Encíclica Humanae Vitae del Papa Pablo VI. Bueno esa también a bastantes conservadores, pero que usan condones con sus novias o esposas. Solo se salvan kikos y opusinos.
Por los pecados ecológicos y por los pecados de lujuria, se encontrarán en el infierno conservadores y progresistas. De la Iglesia se acata todo, y cuando digo todo, es todo. Porque el Magisterio de la Iglesia (encíclicas, catecismo, etc.) es infalible. Y punto en boca.
A que soy bueno soltando chorradas progres ¿eh?
¿Y de que me suena esta frase?.
Su Avemaría...
Porqie duele mas a conservadores, pero hay que ser de la Iglesia siempre. Ni progeesista ni conservador: de Cristo, de la Iglesia, con el Papa. Solo Dios basta.
Nadie conoce ni a Mª José ni a Blanquerna, ni van a volver a aparecer por aquí, la que aparecerá será otra igualmente trollera.
Por cierto, los laxistas no existen, son laxantes: estreñidos y laxantes. Los estreñidos son los que no quieren tomar laxantes y los laxantes los que persiguen a los estreñidos al grito de: "¡No te va a doler, no te va a doler", mismamente el Cardenal Marx, jefe de todos los laxantes.
Una pena que dos personas católicas no sepan reconocerlo.
Relean despacio todo el comentario del troll y si no son capaces de detectar porqué es un troll ustedes necesitan formarse en Cristianismo.
El hombre no se fía de Dios, y prefiere fiarse del mundo, del estado o de sí mismo. Es la reedición del primer pecado. Hasta los católicos preferimos confiarnos a nuestras humanas potencias, a nuestras facultades, antes que a la gracia de Dios, a la que relegamos a un segundo plano o directamente negamos. Hace unos día leí en un medio digital de relumbrón especializado en información religiosa afirmar que la Nueva Evangelización asume “…que habrá cambios en diócesis y parroquias: se refundirán comunidades, habrá menos misas, los laicos harán más cosas pastorales…”. No se me ocurre ninguna “cosa” que tenga más valor para los fieles, para la Iglesia y para la humanidad entera que la Santa Misa. No hay cursillo, reunión, meditación, concierto, taller o lo que quiera que sea, que nos aproveche más o que atraiga más la gracia de Dios. Dejar de celebrar, aunque sea una sola Misa, para hacer “más cosas pastorales” creo que es un paso atrás en la evangelización y en la acción pastoral; y un triunfo para Satanás, uno más.
- No piensa más que en "cargar" con el cuerno por delante.
- Adora a su cuerno como "razón superior"
- Está blindado contra todo ataque.
- Los que no son rinocerontes son seres inferiores.
- Por donde pasa arrasa.
- "Cargo, luego existo"
- ....
Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum ...
¿Puede alguien cometer un pecado que afecte a la naturaleza? pues sí, si libre y conscientemente hace algo que pueda dañarla, pero tiene que ser algo personal, no colectivo ni provocado por la sociedad. Si vas a un supermercado y, por razones del Ministerio de Sanidad, todo lo que compres está envuelto en plástico, brick o metido en latas, es imposible que nadie en concreto sea responsable de la basura que se genera y por lo tanto cualquier sacerdote que aún confiese (que suele ser estreñido) acepte como pecado uno "ecológico". Lo aceptaría si te confesaras de salir por las noches a pintarrajear las paredes o si dijeras que metes la basura en una patera y la tiras en alta mar porque eso supone una intencionalidad personal de ensuciar la Creación de Dios. Si no te confiesas de pornografía, que es otro mal actual, a no ser que la veas. ¿por qué te vas a confesar de dañar el planeta si tú no tienes ninguna intención de hacerlo?
La mentira está asentada en la sociedad desde que nada es verdad, pero aún así, si por Gracia de Dios tú no mientes, no puedes confesarte de mentir porque sea un pecado social muy extendido.
En cuanto a los laxantes, si son laxos para los pecados de siempre tendrán que ser laxos también para los pecados inventados por la modernidad y no por la Iglesia.
Pero descarto al 100% que Maria Jose sea trol porque defiende la Human Vitae. Por tanto no me parece que sea un trol de Religion Digital, por asi decirlo. Dwfwnder oa Human Vitae parece necesario. Y estoy de acuerdo, no es ni de comservador ni de progresista. Sino de catolico. No te hace vonservador eso, sino hijo de la Iglesia.
De todas formas por las IPs los adminiatradores lo saben quien escribe y pueden quitar comentarios inadecuados. Saben desde donde se envia.
¿Acaso hemos dicho los estreñidos que no pequemos de lujuria? Pecamos contra los siete pecados establecidos como mortales, por eso nos confesamos y nos humillamos ante Dios, pero no admitimos que nos cuelguen más porque ya son suficientes.
Mas la duda es inevitable ¿cómo sabe el penitente si ha pecado en materia ecológica? Un grafiti más que pecado ecológico, es una gamberrada y comportamiento incívico, amén de un delito contra la propiedad.
Los pecados afectan a quien los comete, pero todos podemos caer en la tentación, por eso pedimos "No nos dejes caer en la tentación". En la tentación de la lujuria o de la falta de cuidado de la creación puede caer cualquiera, no solo un empresario o un ricachón.
Pero el Papa ha sido demasiado ambiguo a la hora de definir los pecados ecológicos, quizá nos irá concretando:
alfayomega.es/el-papa-pide-arrepentirnos-de-nuestros-pecados-ecologicos/
swissinfo.ch/spa/papa-medio-ambiente_el-papa-pide-terminar-con-los--pecados-ecol%C3%B3gicos--en-la-lucha-contra-el-cambio-clim%C3%A1tico/48540438
Si tú creas un concepto como "pecado ecológico", que ni siquiera tiene un nombre específico, no vas a poder llegar al pecador ecológico, tienes que observar en el común de los mortales un tipo de comportamiento que te lleve al nombre abstracto correspondiente, y no lo hay porque ese pecado no existe.
Este es un procedimiento aristotélico de primer grado.
Las adicciones, por poner un ejemplo, son pecado de gula ahora y en tiempos de San Pablo; la acedia está contemplada en el pecado de pereza.
Cada pecado puede tener múltiples ramificaciones, así que si se quiere convertir en pecado no ser ecologista tendrán que meterlo como puedan en los pecados mortales ya establecidos, a saber: Soberbia, Avaricia, Lujuria, Ira, Gula, Envidia y Pereza.
Es evidente que, si este pecado existiera, los menos afectados por él serían los campesinos y mucho más el Kaiser prusiano que el Emperador Francisco José de Austria, que no metió la electricidad en su palacio hasta que no se rieron de él los embajadores de otros países.
El no contaminar fue objeto de mucho desprecio por los mismos que ahora se dicen ecologistas porque el progreso contamina cantidubi.
Es decir que el Papa Francisco y su discurso va dirigido a los que no debe porque, por definición, un tradicionalista es menos contaminador que un progresista aunque solo sea porque se mueve menos.
Después de la IGM descompusieron un imperio no contaminante mientras Inglaterra y Francia contaminaban a toda pastilla, y ahora esos mismos países vienen a hablarnos de ecologismo.
Si apuestas por el progreso apuestas por la contaminación. Y, además, si la apuesta por el progreso es de los gobiernos y de los grandes capitales el hombre del común no tiene opción alguna para oponerse a ello y, por ende, no se puede acusar de ningún pecado personal.
¿Cómo va tomarse en serio el P. Jorge, que vive en un pueblito, que le hable de ecología un Papa que contamina muchísimo más que él por su propia forma de vivir?. Seamos serios.
Web de la Laudato Si:
6. Establecer directrices diocesanas
Establecer directrices diocesanas para las mejores prácticas en las siguientes áreas
reducción de residuos, reciclaje y (cuando sea posible) compostaje,
conservación del agua
compras ecológicas
mantenimiento sostenible del terreno
transporte sostenible
gestión de documentos (imprimir / no imprimir; color / blanco y negro)
laudatosimovement.org/es/news/10-maneras-de-cuidar-la-creacion-diocesis/
Usted indistintamente, en los sucesivos comentarios, habla impropiamente de pecados mortales y capitales como sinónimos o equivalencias.
Recordemos que un pecado es denominado capital o "cardinal", justamente por ser origen o fuente de otros muchos pecados y no por su magnitud.
Vale por lo tanto aclarar que un pecado capital puede ser o no mortal, según las condiciones que se reúnen para así ser considerado, y que todos conocemos, es decir materia grave, plena advertencia y consentimiento de la libre voluntad.
Por otro lado, en la condición de pecado mortal, generalmente concurren más de un pecado capital, aunque alguno sea dominante (por ejemplo en un homicidio).
Además, la expresión de esos pecados van encontrando, en diferentes épocas, formas nuevas de manifestación.
Es decir, son nuevas ocasiones de pecados contra los mismos diez mandamientos. Recuerde como en el 2008, se publicitó erróneamente que Benedicto XVI "establecía" nuevos pecados cuando se refería a las nuevas ocasiones de pecados sociales del hombre moderno, al referirse por ejemplo a la manipulación genética o a los pecados contra el medio ambiente.
Por lo tanto, si es correcto hablar de pecados ecológicos.
Y en ellos, por supuesto, se puede pecar de soberbia, de egoísmo, de avaricia, de envidia, de desprecio de la creación, de desprecio de la vida humana, etc, etc.
Por ello, San Juan Pablo II, conectaba los pecados relativos a la "cuestión ecológica", con la explotación laboral, la destrucción del ambiente natural, pero también del humano, los ataques contra la vida, y fundamentalmente, reflexionaba sobre ese deseo de dominio del hombre, a las espaldas de Dios, inclinación esencialmente diabólica.
Y para que nadie dude de la preocupación de este gran santo, le transcribo un texto de él:
"Muchos descubrimientos recientes han producido innegables beneficios a la
humanidad; es más, ellos manifiestan cuán noble es la vocación del hombre a
participar responsablemente en la acción creadora de Dios en el mundo. Sin
embargo, se ha constatado que la aplicación de algunos descubrimientos en el
campo industrial y agrícola produce, a largo plazo, efectos negativos. La disminución gradual de la capa de ozono y el consecuente “efecto invernadero” han alcanzado ya dimensiones críticas debido a la creciente difusión de las industrias, de las grandes concentraciones urbanas y del consumo energético. Los residuos industriales, los gases producidos por la combustión de carburantes fósiles, la deforestación incontrolada, el uso de algunos tipos de herbicidas, de refrigerantes
y propulsores; todo esto, como es bien sabido, deteriora la atmósfera y el medio
ambiente. De ello se han seguido múltiples cambios meteorológicos y atmosféricos cuyos efectos van desde los daños a la salud hasta el posible sumergimiento futuro de las tierras bajas. (PDC, No. 6)
(Si lo firmaba Francisco, en los comentarios lo hubieran destrozado, no le parece?)
Bendiciones!
Pues si no puedo confesarme es porque el presunto pecado no está claro. Por lo tanto, yo no digo que los papas no adviertan de lo que está pasando, lo que digo es que cargar con pesos las espaldas de los que no han contribuido a tal cosa "en persona, personalmente", como decía aquél, es angustiar a la gente que se da contra la pared sin solución alguna, mientras se les va descargando de la responsabilidad, y ésta si muy personal, de casarse dos veces diciéndoles que "disciernan". Mi discernimiento me lleva a pensar que si yo he podido beneficiarme del progreso es porque este progreso me ha sido impuesto y no porque yo lo haya solicitado.
Otra cosa muy distinta sería si fuera un constructor que ha comprado un humedal para desecarlo y construir allí, pero un pecado tiene que ser algo que pueda ser cometido por todos y no solo por algunos. Así que ya tenemos el pecado de avaricia que incluye estos comportamientos.
Pero, resulta que hace un mes le pregunté al confesor si las confesiones comunitarias eran válidas y me dijo que que no, que la bendición en una confesión comunitaria no era una absolución de pecados no confesados.
Todas las situaciones nuevas que puedan producirse por la biogenética y otras causas están recogidas ya en los pecados de siempre porque cualquier católico sabe qué es lícito y que no lo es, qué compete a este pecado y qué al otro.
Si en la Edad Media existía el Derecho de Pernada, por ejemplo, ninguna mujer, que se viera en esa situación, podía ser culpable de ningún pecado de lujuria; si ahora dejas tus óvulos congelados para que sean utilizados cuando te conviene, o los cedas a quién te pete, sabes que estás vulnerando la intervención divina en el acto de la procreación.
La nebulosa de los pecados hace imposible el Sacramento de la Confesión.
La expresión "pecados ecológicos" es solo una expresión de categorización, que empieza a aparecer en el 2008 durante el pontificado de Benedicto, para englobar lo que San Juan Pablo II llamaba: "pecados relativos a la cuestión ecológica".
Las situaciones de pecado son innumerables para el hombre, posibles todas por la miseria humana de su naturaleza caída.
Por lo tanto se puede hablar de modo correcto de la existencia de un pecado, mientras exista la posibilidad de que un solo hombre lo cometa, sin que se requiera que sea cualquiera, ni todos.
Los pecados maritales no pueden cometerlos los niños, ni los no casados. Las vírgenes no pueden cometer infanticidio; un moribundo miserable en Calcuta no puede cometer explotación laboral; y ni tu ni yo podremos cometer pecados relativos al mal gobierno de nuestros súbditos.
Con respecto a lo que planteas, el análisis a hacernos es el mismo que para cualquier otro pecado: la materia debe constituir pecado; debo tener clara advertencia de que lo estoy cometiendo; y debo tener libre consentimiento para elegir o rechazar.
La gravedad o liviandad, la malicia o no de estos pecados, dependerán también de la gradacion de estos requisitos.
Además, la responsabilidad directa puede no existir. Mientras comentamos aportamos en algo a la fortuna de magnates públicamente anticristianos. El padre Iraburu detalla y aclara está cuestión en relación al debate sobre la moralidad de la fabricación de las vacunas COVID.
Precisando: todos los pecados son teóricos y potenciales.
Solo serán verdaderos pecados en una situación concreta en tanto se cometan.
Así, si una doncella algo ligera esperaba la exigencia del derecho de pernada para "conocer" la virilidad del apuesto rey, cometía claro adulterio; y si hoy una mujer congela sus óvulos sin conocer que esto viola la recta moralidad, o convencida en conciencia de que realiza un bien, no comete pecado alguno.
Bendiciones!
"Muchos descubrimientos recientes han producido innegables beneficios (...) Sin embargo, se ha constatado que la aplicación de algunos descubrimientos en el campo industrial y agrícola produce, a largo plazo, efectos negativos. La disminución gradual de la capa de ozono y el consecuente “efecto invernadero” han alcanzado ya dimensiones críticas debido a la creciente difusión de las industrias ...""
Se equivocaba el santo padre. No hay relación entre la disminución del ozono atmosférico y el efecto invernadero.
Porque ya dije que la materia debe ser objetivamente grave y debe haber voluntad libre de pecar.
Además, la conciencia, que es la que debemos examinar, debe ser rectamente formada.
Bendiciones!
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