Encuentro asfalto - sierra en Buitrago
Fue una buena idea que ayer se celebrase la mensual reunión de arciprestes de la Vicaría I de Madrid, a la que pertenezco, en Buitrago del Lozoya. Fue muy biena idea que nos invitaran a participar en la segunda parte del encuentro a los sacerdotes de estos pueblos.
Los curas de los pueblos serranos de Madrid, aun siendo unos privilegiados con relación a la pastoral rural de tantas diócesis, y especialmente los de la llamada hoy “Sierra norte” y hasta hace unos años “Sierra pobre", vivimos una cierta sensación de soledad y aislamiento dentro de la propia diócesis. Es normal. La diócesis de Madrid tiene ten enorme peso en la ciudad y en las grandes poblaciones, que podemos decir que eso es lo que arrasa con todo.
Las distancias marcan, por más que cueste reconocerlo. No es igual vivir en la ciudad que a ochenta, noventa o cien kilómetros. Sin embargo es normal que reuniones, cursos, encuentros se programen en la capital. Por eso personalmente agradecí el encuentro de ayer y me alegré mucho de poder ofrecer mi testimonio.
Somos otro mundo, otra forma de vivir la pastoral, otra manera de hacer Iglesia. Ni mejor ni peor. Es otra realidad que no se conoce ni se llega a comprender desde el asfalto.
Decía a los compañeros de la ciudad que yo sé lo que es el trabajo de una gran parroquia porque lo he tenido. Y que sé que una mañana de domingo entre misas, grupos, confesiones, comuniones… puede resultar agotadora. Pero no es menos agotadora una mañana de domingo que comienza con una primera misa tal vez con una, dos, tres personas y que al acabar resulta que has celebrado tres misas y entre las tres apenas pasas de los cincuenta fieles. Es agotador el esfuerzo de celebrar, mentalizarte de que día del Señor y cantar, celebrar dignamente, predicar para dos o tres… o una. La tentación de tirar la toalla y celebrar de cualquier modo ahí está.
Agotan los niños de primera comunión, los jóvenes, las familias, las horas de despacho. También agota el no tener nada de nada, el celebrar cada día sin necesidad de poner formas pequeñas porque con una grande comulgamos todos. Es duro pero es lo que nos toca: estar, celebrar, visitar esos dos viejecitos, enterrar mucho más que bautizar o casar. Pero es también la alegría de sabernos Iglesia con los sencillos,con los últimos.
Dije a los compañeros que soy feliz, que no me cambio por nadie ni por parroquia mejor. Eso sí, que no nos dejen solos. A veces puede ser algo tan simple como encontrarte una familia que viene desde Madrid, se incorpora a la misa dominical y además se presenta: somos de la parroquia de Tal. Tan sencillo como presentarlos en misa y que al acabar hablen con algunas personas.
Nos falta conocimiento. Más a los de ciudad, porque los de pueblo en parroquias urbanas hemos estado, que no al contrario. Al acabar la reunión, cuando nos íbamos a comer, varios me pidieron el teléfono. Sé que vendrán, que tendré la alegría de mostrarles esta tierra, sus magníficos templos, la casa de convivencias de Braojos.
Contento con la iniciativa. Muy contento. Y agradecido al vicario y a los arciprestes por dejar por un rato el asfalto, respirar aires serranos y poder estar juntos. Creo que dará sus frutos.
23 comentarios
Cierto lo que dice, pero con tan pocos obreros para tanta mies la pura practicidad nos lleva a atender el mayor número de fieles posibles. No es olvidar a los pueblos pequeños, es que no hay con qué.
Me parece que hace dos días leí una profesía, una promesa de antes del Nacimiento de Cristo , donde explicaba que enviaria un Mensajero a preparapar la venida del Cristo, y luego pasaba a explicar la bendición de lo ocurriría con Cristo y luego la promesa que la tribu de Levi sería purificada, acrisolada, machacada para que fuese muy santa ,
La tribu de Levi eran sacerdotes del Altísimo , con el Sacrificio de Cristo , el sacerdocio acrisolado fue instituido por Cristo el Jueves Santo durante la Última Cena.
Profesía Malaquias
"2.¿Quién podrá soportar el Día de su venida? ¿Quién se tendrá en pie cuando aparezca? Porque es él como fuego de fundidor y como lejía de lavandero.
3.Se sentará para fundir y purgar. Purificará a los hijos de Leví y los acrisolará como el oro y la plata; y serán para Yahveh los que presentan la oblación en justicia.
4.Entonces será grata a Yahveh la oblación de Judá y de Jerusalén, como en los días de antaño, como en los años antiguos.
Y pensé vaya que acrisolo a los sacerdotes de Cristo , vaya que nos dejó a los Apóstoles y presbíteros para apacentarnos, ustedes son otros Cristos, pobres de espíritu y de riqueza material, habiendo dejado todo.
Por eso mismo el celibato , por amor llegar hasta el rincón más apartado del mundo para limpiar nuestros pecados, alimentarnos con la Eucaristía, dirigirnos y acompañarnos espiritualmente, dar testimonio de esperanza , sus vidas gastadas anunciando el reino de Dios , son verdaderamente salvación , luz, esperanza, en estos últimos días de tinieblas.
Estoy infinitamente agradecida a Jesucristo porque previo que en los últimos días de la Humanidad, iba un santo ,suyo a asistirnos en medio de la apostacia.
Aunque los medios de comunicación exalten a los no eran de los nuestros , aunque estaban entre nosotros y aún cuando cosas muy raras vayan imponiendo las conferencias de obispos del mundo, la esperanza de la Iglesia es la santidad de sus sacerdotes.
Por eso la Virgen al Padre Gobbi le compartió la realidad escatológica de las Escrituras para fortalecer a los sacerdotes ,consagrando se a ella.
Benedicto XVI hizo una consagración de los sacerdotes a la Virgen de Fatima.
ORACIÓN DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
Iglesia de la Santísima Trinidad - Fátima
Miércoles 12 de mayo de 2010
Madre Inmaculada,
en este lugar de gracia,
convocados por el amor de tu Hijo Jesús,
Sumo y Eterno Sacerdote, nosotros,
hijos en el Hijo y sacerdotes suyos,
nos consagramos a tu Corazón materno,
para cumplir fielmente la voluntad del Padre.
Somos conscientes de que, sin Jesús,
no podemos hacer nada (cfr. Jn 15,5)
y de que, sólo por Él, con Él y en Él,
seremos instrumentos de salvación para el mundo.
Esposa del Espíritu Santo,
alcánzanos el don inestimable
de la transformación en Cristo.
Por la misma potencia del Espíritu que,
extendiendo su sombra sobre Ti,
te hizo Madre del Salvador,
ayúdanos para que Cristo, tu Hijo,
nazca también en nosotros.
Y, de este modo, la Iglesia pueda
ser renovada por santos sacerdotes,
transfigurados por la gracia de Aquel
que hace nuevas todas las cosas.
Madre de Misericordia,
ha sido tu Hijo Jesús quien nos ha llamado
a ser como Él:
luz del mundo y sal de la tierra
(cfr. Mt 5,13-14).
Ayúdanos,
con tu poderosa intercesión,
a no desmerecer esta vocación sublime,
a no ceder a nuestros egoísmos,
ni a las lisonjas del mundo,
ni a las tentaciones del Maligno.
Presérvanos con tu pureza,
custódianos con tu humildad
y rodéanos con tu amor maternal,
que se refleja en tantas almas
consagradas a ti
y que son para nosotros
auténticas madres espirituales.
Madre de la Iglesia,
nosotros, sacerdotes,
queremos ser pastores
que no se apacientan a sí mismos,
sino que se entregan a Dios por los hermanos,
encontrando la felicidad en esto.
Queremos cada día repetir humildemente
no sólo de palabra sino con la vida,
nuestro “aquí estoy”.
Guiados por ti,
queremos ser Apóstoles
de la Divina Misericordia,
llenos de gozo por poder celebrar diariamente
el Santo Sacrificio del Altar
y ofrecer a todos los que nos lo pidan
el sacramento de la Reconciliación.
Abogada y Mediadora de la gracia,
tu que estas unida
a la única mediación universal de Cristo,
pide a Dios, para nosotros,
un corazón completamente renovado,
que ame a Dios con todas sus fuerzas
y sirva a la humanidad como tú lo hiciste.
Repite al Señor
esa eficaz palabra tuya:“no les queda vino” (Jn 2,3),
para que el Padre y el Hijo derramen sobre nosotros,
como una nueva efusión,
el Espíritu Santo.
Lleno de admiración y de gratitud
por tu presencia continua entre nosotros,
en nombre de todos los sacerdotes,
también yo quiero exclamar:
“¿quién soy yo para que me visite
la Madre de mi Señor? (Lc 1,43)
Madre nuestra desde siempre,
no te canses de “visitarnos”,
consolarnos, sostenernos.
Ven en nuestra ayuda
y líbranos de todos los peligros
que nos acechan.
Con este acto de ofrecimiento y consagración,
queremos acogerte de un modo
más profundo y radical,
para siempre y totalmente,
en nuestra existencia humana y sacerdotal.
Que tu presencia haga reverdecer el desierto
de nuestras soledades y brillar el sol
en nuestras tinieblas,
haga que torne la calma después de la tempestad,
para que todo hombre vea la salvación
del Señor,
que tiene el nombre y el rostro de Jesús,
reflejado en nuestros corazones,
unidos para siempre al tuyo.
Así sea.
En una ciudad tienes todo lo que tiene un pueblo, pero en un pueblo no tienes todo lo que tiene una ciudad, y si es una ciudad que tiene parques, universidades, obispado, centros culturales para teatro, exposiciones, cursos de pintura, música…
No se, pero parece ser que los números tienen, a los ojos del Creador, un significado diferente que el que nosotros le damos. Mejor un buen cristiano que medio millón de tibios.
Un abrazo y su Ave María.
Ir al Monte a rezar otorga el enorme beneficio de una mirada amplia de la realidad y de la Iglesia como tal, que en los hechos cotidianos de las aglomeraciones se ha perdido.
Volver a lo esencial se facilita desde la Serranía, las cosas de la Iglesia, la sencilla vida cristiana y "con los sencillos, con los últimos".
Agradezcamos al que está siempre atento e "impulsó" la reunión del arciprestazgo, se advierte que le gustaba retirarse a la montaña a hablar con su Padre.
Gracias.
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Jorge:
Le encomiendo. Descanse en paz.
Y dar gracias a Dios por una vida cumplida.
Mira con bondad la fe de tu hija Charo y concédele la paz y el consuelo de que tu hijo Fernando goza de la visión beatífica y la alegría perpetua al lado de sus padres y sus hermanos ,
Por Cristo , Nuestro Señor Amén
María Santísima acoge a tu hijito Fernando conforme a tus promesas y a las de tu Hijo
Amen
Que en la Paz del Señor descanse y gracias por trasmitirnos tu duelo para que lo compartamos, ya que de antiguo sé de ti por haber comentado alguna vez que cuidabas a tu padre.
Oramos por tu padre y para tu consuelo
Escucha, Señor, nuestras súplicas y haz que tus siervo Frenando que ha salido de este mundo, perdonado de sus pecados y libre de toda pena, goce junto a ti la vida inmortal; y, cuando llegue el gran día de la resurrección y del premio, colócalo entre tus santos y elegidos. Amén
Ánimo Charo, has tenido también la suerte de tener un padre maravilloso hasta larguísima edad, bendito sea Dios.
Todavía puedes seguir cuidándole rezando por él, ya que por muy buenos que seamos siempre nos queda purgatorio que pasar, para entrar en la Gloria de Dios totalmente límpidos y blancos.
Tu padre vive, su alma está ahora más cerca de Dios... toca rezar y dar gracias por todas las maravillas que nuestro Señor nos ha concedido, la primera crearnos con Su Amor.
Ánimo y a seguir en la prueba.
La trajedia es que no se tienen hijos... y estamos desapareciendo de manera literal, física. El padre Pío tuvo un sueño del que se despertó muy agitado y preocupado, las calles de Italia estaban llenas de ancianos y no había jóvenes ni niños. Ese es el verdadero reto actual, la falta de familias, y obviamente de familias fuertes católicas.
¿La solución? obviamente volver a la fe como pueblo y sociedad, pero sobre todo en lo que a la Iglesia respecta, volver a predicar a viva voz que los anticonceptivos son pecado mortal... sí, también (y sobre todo) la famosa "píldora" que tantas mujeres usan. Ya tenemos la parejita, y entonces la madre empieza a tomar la píldora. Todavía llevamos poco casados y hay que disfrutar de estos años, a tomar la píldora.
Hay que recordar que la mayoría de las píldoras anticonceptivas comunes actuales son potencialmente abortivas, con lo que el horror es todavía mayor.
La Iglesia debe predicar YA el hecho de que la píldora y cualquier anticonceptivo artificial son pecado mortal (Humanae Vitae, de Pablo VI), y que las relaciones sexuales antes del matrimonio también lo son (fornicación), y predicar noviazgos castos y matrimonios tempranos sin anticonceptivos, que es lo católico, apostólico y romano.
Se pueden espaciar los nacimientos usando métodos naturales (paternidad responsable para estos tiempos), que son muy efectivos cuando se saben usar, y así dejar siempre una ventanita abierta por si Dios nuestro Señor quiere que venga otra vida a nuestra vida. Espaciar no es tener uno ó dos hijos y ya está, sino familias grandes y fuertes, según las posibilidades y la conciencia bien formada de cada uno.
Porque la disyuntiva no es Pueblo-Asfalto, sino el campo "vaciado" y fantasmal ó ciudades llenas de "solteros" y desarraigados, y en ninguno de los dos lugares familias fuertes que necesiten liderazgo espiritual en la viña del Señor.
Ahí lo dejo... esa es la verdad de la España vaciada, comienza con tibieza y silencio inaceptables en el tema de los anticonceptivos, el elefante en el salón católico de nuestros países.
Cuando le dije a mi párroco, de mi pueblo salmantino, que si conocía la Sacristía de la Vendée me dijo que olían a naftalina, que a esos les daba ocho pueblos como los que el tiene… Así que hice mutis y rezo por él, porque siendo los de estos pueblos secos y fríos como son, no le quedaran ganas de florituras. A mi párroco de las merindades de Burgos le agradezco lo bien que atiende todo y a todos en Briviesca (y otros trece pueblos de la comarca) Lo comento porque como D.Jorge son muchos los que trabajan con la sola recompensa del Señor. Mi párroco de Estepona es peruano y joven, tiene mucha ayuda en la parroquia, está bien.Además la parroquia es moderna incluye casa parroquial y vienen sacerdotes invitados a dar cursos de teología y retiros espirituales…En Estepona tenemos tres parroquias y los sacerdotes se ponen de acuerdo para las celebraciones comunitarias. Son todos muy buenos sacerdotes. Así que gracias a Dios, después de la racha rara postconciliar todo va bien, porque no son culpables los demás de lo que cada cual hacemos, pensamos o tenemos, es responsabilidad personal y no del clero la tibieza o dejadez que sufren algunos católicos actuales, tenemos lo que necesitamos para servir y amar a Dios sobre todas las cosas. Quejarse es pecado cuando no damos de sí lo que debemos como cristianos.
Y una oración por don Jorge y su ministerio en los preciosos confines rurales y serranos de Madrid.
Opino que la posición de sacerdotes como usted en pueblos tan recónditos es muchísimo más difícil y que sin el Aliento del Espiritu Santo es un auténtico Calvario Desmoralizador. El agotamiento físico se termina con unas horas de descanso, el agotamiento Moral ¿Con qué se termina? Cada día es un empezar de nuevo y repetir y repetir lo mismo sin esperar que nada cambie....A mi me parece Heroico, un Milagro que aún siga vivo....
Perdone que sea tan mundana en mi opinión, pero admiro su perseverancia ¡¡¡no sabe cuanto!!!....Debe tener al diablo retorcido de rabia, porque lo que es humilde, sencillo y escondido no lo soporta....Ave María!!!
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