La señora Juana: ochenta y ocho años de fidelidad
La pequeña y coqueta iglesia de La Serna, su pueblo, donde siempre ha vivido, fue el marco. Lo celebramos con rosario, exposición y misa, y después compartiendo una tortilla que llegó de Braojos, unos dulces que vinieron de Oteruelo, el vinito dulce que trajo la propia homenajeada y unas galletas que aportó el párroco. Ochenta y ocho espléndidos años de Juana vividos en fidelidad a Cristo y servicio a la Iglesia.
La feligresa más fiel. Cuántos días hemos estado en misa los dos solos, incluyendo algún domingo. Ya me lo dijo al llegar un servidor a estos pueblos:
- ¿Viene mucha gente a misa?
- Dos o tres no le han de faltar.
- No, si digo los domingos.
- Pues eso, que los domingos dos o tres no le han de faltar…
No importa que llueva o nieve, que no siendo la cosa muy gorda, faltando tres o cuatro minutos, se abre la puerta y ahí aparece, apoyada en su bastón y una permanente sonrisa en el rostro.
- Lo mismo ya estamos todos…
- Pues si no vienen, ellos se lo pierden.
Los dos solos. La miro, me mira, nos sonreimos alguna vez, y celebramos con mucho gozo que Cristo sigue dando su vida en la cruz por nosotros sabiendo que esta misa es para todos, aunque no puedan venir o no entiendan la importancia de hacerlo.
No se confundan. Ella sabe lo que es el dolor y alguna pérdida muy cercana he tenido que vivir con ella y con su familia, pero ella va haciendo sus cosas en la iglesia con mucha ilusión, con total entrega, tirando sobre todo de sus hijas, que aprendieron de su madre que la iglesia es la casa de todos y entre todos toca cuidarla.
Juana es vitalidad y energía que casi no sabe uno ni de dónde la saca. A veces la veo acercarse a sus gallinas, que sigue cuidando con mimo, y eso que como ella dice, no acaba de estar del todo bien:
- ¿Cómo está, cómo se encuentra?
- Muy jodiamente, mire usté.
Alguna vez hablé de cardenalas. Juana es mi cardenala especial en La Serna. Ella es más que la fiel y generosa colaboradora, ella es, sin duda, la Iglesia que peregrina en La Serna, el resto fiel, el apoyo constante, la sonrisa permanente.
Cuántas gracias doy a Dios por ella y por su familia. Ayer fue un gozo celebrar su cumpleaños en misa. Dios la siga bendiciendo. Dios siga cuidando de su familia.
28 comentarios
¡¡¡Felicidades Dª Juana!!! ¡¡¡Vstd sí que ha triunfado!!!
¡Muchas felicidades a la Señora Juana que, sin conocerla, se ve que tiene las virtudes de la lealtad (a Dios) y la perseverancia!. ¡Que Dios la bendiga!.
Me encanta que nos hable de los que están a su alrededor, es decir, de los de siempre, porque solo al final de la vida se pueden ver los frutos de la vida de una persona.
Viva Cristo Rey.
Supongo que la que está a su lado es la señora Juana y delante sus hijas, nietas y las hermanitas que le ayudan en sus parroquias, una imagen muy bonita.
Leyendo y releyendo este post, no hacía más que venirme a la cabeza el texto del Evangelio muy querido por mí de la pobre viuda que echaba los dos óbolos. Su acción recorrió todo el mundo a través del Evangelio y fue bellamente elogiada por Nuestro Señor. Benditas sean las que hacen lo que esa pobre viuda, mis dos Avemarías, uno para usted y otro para ella y su familia. Saludos cordiales.
Dichosa ella, la Parroquia y el Padre Jorge por conocer el Amor de Dios que nunca defrauda y da certeza del horizonte de la vida eterna.
Esta es la Iglesia que hace lío, pero sin ruido. Todo en el corazón y para Dios directamente.
Que Dios Trinidad les bendiga a todos.
Felicidades, Dª Juana.
Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum...
Su Ave María, padre.
Ave María
No nos caen del cielo chuzos de punta, por personas como ella y otros que seguirán siendo fieles gracias a Dios 💕
Reconfortan estas noticias.
Perdón por irrumpir en su vida sencilla y anónima.
Felicidades al P. Jorge a la Iglesia por la misma razón.
Dios toqué el corazón de tantos sacerdotes que desempeñan su ministerio en ricas parroquias con suntuosos templos, concelebrando junto con otros muchos sacerdotes en misas multitudinarias, para que se intercambien o echen una mano a los hermanos que lo hacen tan solos y con tan pocos medios. Si Dios lo quiere.
Están ahí, en primera línea. Siempre.
Dios las bendiga
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