Qué cosa sea lo esencial
La lectura del libro de los Hechos de los apóstoles de este pasado domingo, entre otras cosas decía: “Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables". En la homilía quise planteárselo a los fieles: a ver, ¿qué es lo fundamental para ser un buen católico?
Nos pasamos el día y no digamos las homilías y reflexiones con mucha verborrea y poco asunto. Párrafos y párrafos solemnísimos, rellenos de nada y sin posibilidad de evaluar nuestra vida. Hartos estamos, harto estoy, de frasecitas que parece que son algo pero con menos relleno que pollo en casa de pobres. Seguro que mucha gente me diría que lo indispensable es amarse, abrir el corazón al evangelio, hacer nuestros los sentimientos de Cristo Jesús y vivir el don de Dios en la comunión con los hermanos. Que no está mal, pero no lleva a ninguna parte. Nos falta concreción.
¿Que qué es lo indispensable? Cumplir los mandamientos de Dios y de la Iglesia. Con eso basta y sobra para ser santos y llegar al cielo.
Yo sé que la palabra cumplir molesta, sobre todo a los no cumplidores. Es muy bonito eso de ser espíritu libre y con el cuento de no concretar hacer cada uno lo que le venga en gana. Me lo sé. Es viejísimo. Y más si añadimos que la obediencia nos hace esclavos, que es argumento de todo cantamañanas.
La cosa es sencilla: hago lo que me apetece, voy a misa si lo siento, porque hay que ser sincero de corazón, vivo mi libertad que está por encima de normas y preceptos y lo único que vale es amar con un corazón generoso. Esto es lo que se llama hacer lo que me apetece pero disfrazado de madurez conciliar y sinodal.
Mucho más simple y concreto lo de los mandamientos. Ahí sí que no hay duda: los diez de la ley de Dios y los cinco de la Iglesia. Basta y sobra. Sencillísimo: ¿usted los cumple? Pues tranquilo, que va por el camino recto.
Me falta ahora lo de los pobres, porque ya se sabe que hay que estar con los pobres, que hasta ahí podíamos llegar. Cada ve que se habla de los mandamientos te tiran a los pobres a la cara con ese cansino argumento de que los que cumplen los mandamientos no quieren a los pobres y los que están con los pobres no necesitan cumplir los mandamientos porque han alcanzado un estatus superior.
Dos reflexiones:
Primera: que no he conocido a nadie más cumplidor con la doctrina de la Iglesia y con mayor compromiso con los pobres que santa Teresa de Calcuta, de la que la progresía en general abomina.
Segunda: el quinto mandamiento de la Iglesia es “ayudar a la Iglesia en sus necesidades, materiales, en lo que se incluye su acción solidaria con los pobres, y también espirituales, que no se nos olvide.
Y un colofón rafaeliano:
Porque dice ella que la cosa es aún más sencilla. Que cualquiera que cumpla con los de la Iglesia casi casi que lo tiene todo hecho, y que una persona que no se pierde la misa en domingos y festivos, se confiesa alguna vez, comulga al menos en Pascua, guarda el ayuno y la abstinencia cuando toca y ayuda a su comunidad, no está lejos del Reino de Dios.
45 comentarios
Pero entiendo que ser cristiano no consiste en "cuatro cumplimientos" y ya está.
Ser fiel al decálogo no es tarea tan fácil; sobre todo lo del amor, a Dios y al prójimo, y sobre todo, el prójimo que no te quiere, te fastidia, o no es de tu cuerda. Porque en el fondo todo se juega en eso, en el amor, ¿vivimos y hemos vivido el amor de verdad con todas sus consecuencias? ¿amamos?
Claro que todo no depende de nosotros y nuestras fuerzas, sino de la acción de la gracia en nuestras vidas y si estamos abiertos a aceptarla (la salvación es don y tarea).
Dicho esto, y hablando de sencillez, creo que la liturgia es demasiado compleja; muchas lecturas, (algunas del Antiguo Testamento que precisan una explicación para nada superficial), salmos responsoriales, homilías, plegarias y rezos, peticiones.......no me extraña que mucha gente desconecte , también gente mayor que no oye bien.
Esto es una opinión que nace de la experiencia y que lo veo día a día; si hiciéramos una encuesta a la salida de misa a los fieles preguntando de que iban las lecturas y la homilía, muchos, "na de ná"; ni se acordarían, o no habrían atendido.
Un tema también para reflexionar.
Algo que también se trató en el Sínodo que en infocatólica tanto se denosta.
Me explico, aún siendo casi toda mi vida de misa diaria, la de los domingos me costó y me cuesta siempre mucho. Y no digamos, la tentación de ir a lecturas leídas y sermón predicado.
Me gusta poco la carne, no suelo comerla y, por prescripción facultativa, probarla un par de vez a la semana... pues cuando me apetece es en viernes. Sic passim, con el resto.
No hay enemigo pequeño.
Los que cumplían aparentemente los cinco y dejaron de hacerlo es que mucha fe no debían tener y se dejaron arrastrar al menor viento en contra. Biden y cía no creo que puedan ser considerados cumplidores. Financian asesinatos y corrupción arcoiris, entre otras cosas. Eso no es aportar a la comunidad, es colaborar con su destrucción. Gravísimo. Además de que no me trago su Fe. Ir a la iglesia para aparentar y escandalizar a otros de verdadera fe, intentando pervertir la doctrina, es peor si cabe que no ir.
Los que creen ayudar y están alejados de la práctica sacramental, la oración y demás, enseguida se les ve cojear y apoyar cuestiones nada católicas. No falla. Sin Dios no pueden hacer nada. Los que van a misa y no sirven después de ayuda al necesitado, de servicio a su alrededor, según sus posibilidades y guiados por Dios, están cojos del otro pie. Sin Dios nada podemos. Los verdaderos cristianos católicos caminan con ambos pies.
Su Ave María.
Así nada extraña la deriva alemana con su sínodo y los despistes vaticanos con tantas otras cosas.
Mucho planeta y a Dios que se que de en cielo y no moleste.
Cuando vuelva, veremos qué ocurre.
Hoy día de María Auxiliadora, que nos auxilie de verdad para salir de este berenjenal y poder llegar a la vida eterna. Ave María.---
No nuestra voluntad.
Nada más.
Nada menos.
Y el camino seguro para la santidad: desconfiar todo de nosotros y poner toda nuestra confianza en Dios.
Bendiciones!
Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismos supone más que quedarse en cumplir sólo la ley.
Eso es ser tacaños.
Roberto, Providence y demás apuntan lo que el Señor nos dice, que el amor no es una cortesía sino una entrega sin medida.
Los católicos cumplidores son como el hijo bueno hermano del hijo pródigo, que no entiende el amor del Padre…
Los católicos tendríamos que profundizar más en la escrituras, conocer mejor las enseñanzas, la Palabra es para meditarla, aprenderla y practicarla. La liturgia no se entiende si lo que significa no se sabe.
Los sacerdotes dan por sabido lo que ellos saben, ellos tuvieron formación para ser ordenados, piensan que los fieles están catequizados, pero lo cierto es que muchísimos católicos no van a la iglesia por ignorancia, no se plantean su fe porque han oído pero no se han enterado. Si la Palabra no se siembra bien no echa raíces, no hay conversión, por eso la iglesia tiene tantos problemas.
Hale, dicho queda.
Así que estupideces pelagianas y/o puritanistas, a tomar viento fresco.
Y lo que escribe usted al principio también lo he pensado yo muchas veces.
mira si soy de mínimos, que yo gritaría a los cuatro vientos que basta con ser fiel (como el Señor es fiel) y tener (pedir) un corazón puro. Y lo demás -los dones, las gracias (incluida la del arrepentimiento final)-, se nos dará por añadidura.
Juan 15, 7-10: "Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará...Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor".
Salmo 40, 7-9: "Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
y, en cambio, me abriste el oído;
no pides holocaustos ni sacrificios expiatorios;
entonces yo digo: «Aquí estoy —como está escrito en mi libro— para hacer tu voluntad."
Salmo 51, 18-19: Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
El sacrificio agradable a Dios | es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado,
tú, oh Dios, tú no lo desprecias.
Dios no es un psicópata.
Luis Fernando responde de modo escueto y contundente ¡Excelente comentario!
Pide no perder demasiado tiempo entre pelagianos y pegajosos, dejen que se pelien donde quieran.
Que lo que es esencial es salvarse, que lo demás se dará por añadidura.
Que hay que distinguir entre el amor y el amor y el amortiguador.
Que el Canon contiene dos obligaciones esenciales y que no están allí para ocupar un lugar (222 § 1. Los fieles tienen el deber de ayudar a la Iglesia en sus necesidades, de modo que disponga de lo necesario para el culto divino, las obras de apostolado y de caridad y el conveniente sustento de los ministros. § 2. Tienen también el deber de promover la justicia social, así como, recordando el precepto del Señor, ayudar a los pobres con sus propios bienes).
Recuerda que un día se mueren todos los billetes de euros y dólares y se van al cielo. San Pedro los recibe y piden permiso para entrar, pero les dice que ninguno de ellos puede hacerlo. No insistan dice San Pedro, no pueden entrar al cielo; mmm… tal vez el de 5 € pueda hacerlo.....
En eso se oye un ruidillo; son todas las monedas de 1 €, 0,50, 0,20, 0,10 céntimos que también habían muerto.
Pasen, pasen -les dice San Pedro-, las puertas del cielo están abiertas para ustedes.
Los billetes se ponen muy enojados y reclaman,
-¿Por qué razón ellas, que valen menos, sí y nosotros no?
San Pedro les responde:
-¡Porque ellas sí van a la iglesia los domingos!
Además de tío paliza cree saber más que los padres de La Iglesia. La releche, oye.
Al pobre Eleuterio lo tenía abrasado por publicar post sobre Tolkien y sus novelas literarias del Señor de los Anillos en un medio que se llama Infocatólica. Faltó que le llamara hereje de hecho, insinuarlo; lo insinuó.
Es un Torquemadilla de vía estrecha, pero si se le toma a chufla, no tiene gran peligro, como se le entre al trapo se comporta como el conejito de las pilas duracell.
¡Ave María!
Además, si quieres llegar hasta el final, anda, vende todo lo que tienes, así tendrás un tesoro en el cielo, da el dinero a los pobres y luego sigue a Cristo.
Hemos pasado de: el que repudia a su mujer y se casa con otra (y viceversa), comete adulterio; a: el adulterio es la respuesta generosa que Dios nos pide en este momento.
El sexto mandamiento está descatalogado en la práctica. El primero y el tercero se lo han cargado los obispos con la excusa de los virus. Hay diócesis que están levantando todavía ahora, la dispensa de asistir a Misa los domingos. Los bares y los prostíbulos abiertos, pero las iglesias cerradas, así hemos estado y en algunos lugares así siguen.
"Lo esencial es invisible a los ojos " decía el Principito; Tan invisible como la fé de muchos cristianos, empezando por lo más alto de la jerarquía.
Lo dice don Jorge. Lo dijo antes que él San Juan de la Cruz. Lo ha enseñado siempre la Iglesia. Y no se lo inventan, es que Nuestro Señor Jesucristo, cuando fue preguntado sobre qué hay que hacer para lograr la vida eterna, respondió: Si quieres entrar en la Vida, guarda los Mandamientos.
Está claro, ¿no? Eso es lo esencial.
Saludos cordiales.
Pero lo intento y sacerdotes como los que escriben aquí me devuelven esa voluntad de reconciliación con la Iglesia. Qué envidia de feligreses la verdad.
PD: de providence no voy a decir nada pese a haber sufrido sus cansinas y continuas interpelaciones y su superioridad moral. Parece de izquierdas el amigo. Como ha dicho Pedro, la turra que dio a Eleuterio y los que gustábamos de escribir en su muro ha sido digno de bullying de instituto.
En fin, de todo hay en la vida del Señor. Y pese a lo que providence pueda pensar, nos ama a todos. Si, incluso a un petardo cansino como el. Y pese a un pecador como yo.
Es un principio contrario al Evangelio que ahora está muy de moda con los pobres, los migrantes, las mujeres y los negros. Es decir: los colectivos.
El mandato evangélico no se refiere a colectivos sino a personas en concreto como muestra muy bien la Parábola del Buen Samaritano.
No sabemos lo que el samaritano de la parábola pensaba de los judíos, pero es de suponer que no tuviera de ellos un buen concepto dadas las tensiones que había entre unos y otros, sin embargo cuando la vida le puso delante a un judío en concreto, que necesitaba ayuda, reaccionó como lo hubiera hecho con otro samaritano.
Por eso el Tutti Fratelli se parece mucho a la opinión de Iván Karamázov porque abarca a colectivos enteros, es decir a la humanidad. Yo, que soy de la escuela de mi madre, reacciono como el samaritano: daré la alarma si se le quema la tienda al pakistaní de la esquina e iré a apagar el fuego si puedo; compartiré favores con la hebrea del segundo; iré a visitar al vecino enfermo que es ateo, pero no amo a los pakistaníes, los hebreos o los ateos en general. La frasecita del malvado Karamázov me pone los pelos de punta.
Así que el Yad Vashem de Jerusalén no entendía por qué se había metido en algo tan peligroso si odiaba a los judíos, a lo que ella le contestó que era evidente que, si los hubiera odiado, no se habría jugado la vida por ellos. Una cosa es que escribiera lo evidente: el poco patriotismo que demostraban los judíos, y otra que pensara que había que tratarlos como subhumanos porque jamás ella había puesto en cuestión tal cosa.
Entre el amor a los colectivos y el amor a las personas yo escojo lo segundo porque es lo que dicen los Evangelios.
No es probable que Dios en su Juicio me acuse de la situación de los negros, de las mujeres, de los migrantes o del servicio doméstico, pero si podrá acusarme del desprecio injustificado al comerciante pakistaní de la esquina, de pagar un salario miserable a mi empleada doméstica, de no saludar al vecino hebreo o de no ir a visitar a un enfermo porque es ateo.
Para estar en gracia de Dios, se necesitan los sacramentos.
Estoy de acuerdo con Providence, que apuntar al cinquillo, da malos resultados, lo se por experiencia.
Una cosa es salvarse, e ir al purgatorio un montón de años y otra es pasar por él solo para darse la última ducha.
santo Evangelio según san Lucas 13, 22-24
"En aquel tiempo Jesús atravesaba ciudades y pueblos enseñando, mientras caminaba hacia Jerusalén. Uno le dijo: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?» Él les dijo: «Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán."
Y aún todavía mejor, la imitación de Cristo en nuestra vida y llevar nuestra cruz como la llevó el buen ladrón, en pos de Jesús. Obras son amores...
Y ya si rezamos el rosario y tenemos una gran devoción por nuestra Santísima Madre, entonces miel sobre hojuelas.
Participé anteriormente y me he dado cuenta al leerles de que no había leído el artículo en clave de salvación propia. Pensaba más en cómo vivir en este tiempo de persecución (últimos cristianos?) y de Nueva Evangelización (ser Luz del Mundo). No se trata de querer superar a nadie, sino de poder vivir cristianamente este momento particular, según la Voluntad divina. Aunque como dice un señor, si estamos con Dios, Él nos lo va dando por añadidura. Como personalmente llevé tan mal en principio el ser perseguida, pues doy por hecho que este tiempo (tal vez todos, pero éste es el que conozco) exige un extra, de oración, de dirección espiritual, de renuncias,... Aunque ciertamente Dios me lo fue dando, me fue marcando el Camino. Pero ese dolor de pensar que si hubiera estado mejor preparada espiritualmente, lo hubiera llevado mejor, sigue ahí. Ese querer ser instrumento de Dios en una mejor preparación de mis hijos, también.
Con Martinna y otros, me educaron para aspirar a la santidad. La aspiración marca un rumbo del que difícilmente pueda uno perderse, aun no consiguiendo dicha excelsa meta. Con lo mínimo no sé el resultado. Porque yo pasé de estar fuera del mínimo a querer estar a tope.
África, con usted, decir estar con un colectivo, es como aseverar estar con todo lo que predican. Y no. Lo que predican y hacen algunos es frontalmente contrario a Dios, así que por ahí no. Otra cosa es amar particularmente a las personas, no siempre fácil, ciertamente. Pero ése es el mandato. Amar incluye no aplaudir sus pecados, sino mostrarles el Camino del Cielo con Caridad, el cual seguirán o no. Tampoco queremos que aplaudan los nuestros. Y queremos ver el Camino bien marcado. Lo mismo para nosotros que para los demás.
Uno de ellos San Dimas, que con poco más que cinco palabras, inspiró al poeta que dijo:
¡Viva el gran ladrón San Dimas!
y seamos sus secuaces
por ver si somos capaces
del robo de más estima:
La misma gloria divina
en nuestro último trance.
El otro viene de la mano de San Ezequiel Moreno, agustino recoleto, obispo de Pasto (Colombia), patrono de los enfermos de cáncer, un asceta impresionante, y cuyos escritos desvelando los peligros y mentiras del liberalismo y la masonería, le produjeron persecuciones sin cuento.
Pues bien, S. Ezequiel tenía un sobrino, agustino recoleto también que anduvo por Venezuela y Filipinas misionando, pero debía ser un fraile ... algo flojillo, ¡vamos!, que al parecer era tibiecico del cinquillo el hombre... Tanto que en una ocasión le dijo poco más o menos, ¡ay sobrino!, como no te dé Dios la gracia del martirio, mal la vas a pasar...
Así como 30 y pico años después de esta previsión, muerto desde 1906 Monseñor Ezequiel, su sobrino Fray Julián Moreno, vino de Filipinas a España. Era el 1936, lo agarraron los autodenominados "rojos" en Motril, y es uno de los santos mártires.
Y me gustaría saber qué santo ha habido en la tierra, salvo Jesucristo, que se haya creído cofrade de la cofradía del "Seisillo P'arriba"... cuando el mismo San Juan Bautista Vianney, llegó a ver por iluminación divina su alma y se horrorizó.
Que no hay que acomodarse en el cinquillo, ¡vale!, pero tampoco perderlo de vista, que de vidas fundadas en el cinquillo, tal vez el Señor sepa de muchas constancias y heroicidades humildes.
Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum...
Hay muchas cosas que quedan implícitas en el mensaje, especialmente cuando el que escribe tiene una trayectoria como la del Blogger.
Ese cinquillo llevado con interes es el peldaño de una ascetica imposible de evitar. Todo aquel que se acerca a Dios, Dios le escucha y le prueba y le exige. Y puede que a los que mas se acerquen mas. Hay que ser un adoquín para yendo a misa los domingos y oyendo el evangelio, si el sermon es demasiado aguado, que no nos haga rectificar y acercarnos todo lo posible a Dios. Ninguno nos vamos a quedar sin nuestra cruz y sin nuestra exigencia. Los de cinquillo y los de primera división.
Ademas, hay un algo en la devoción sincera de los imperfectos, de los perros que se acercan a comer las migajas que caen de la mesa de los hijos, que hasta Dios los acoge. Y si alguien no se fia o cree que no llega siempre puede acudir a los milagros de nuestra Señora hacedora de cualquier milagro. Eso si el arrepentimiento tiene que ser autentico.
Además estoy harto de ver gente muy buena que con la excusa del ama y haz lo que quieras se excusa y excusa a otros de ciertas obligaciones algunas graves, y al final acabamos siendo del tresecillo o del tresillo e incluso del dosecillo.
En cualquier caso la misa Dominical, la Iglesia la pone como obligación porque se nos olvida que es una necesidad. Dios no nos necesita salvo para salvarnos, pero nosotros a el si. No somos nosotros los que damos nada a Dios si vamos a Misa es El el que se da. Es que a veces parece que se nos olvida. Por eso la liturgia cuidada es tan importante para que nos asombremos todos los días del prodigio ecuaristico. La liturgia aunque signo de respeto, en realidad es para nosotros, es una ayuda para vivir bien el momento.
Rezad para que mi padre vaya a por el cinco, por favor.
Bueno, mi padre y la mayoría de gente que conozco.
Que a todos la nota final nos la ponga Dios y sea de aprobado.
Ave María.
No es un chiste, es verídico, el Canon 222 está dentro del CIC e integra el Título I DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DE TODOS LOS FIELES (Cann. 208–223).
Se trata de obligaciones muy serias de los fieles cristianos el mantener el culto y ayudar a los demás, dentro de sus posibilidades claro, faltaba más.
Consultado Monseñor Casalotodo sobre el hecho que el Canon lleve el N° 222 entiende que esa numeración permite "retener" más claramente el tema evitando equivocarse con otra norma canónica.
De forma tal que cuando en las carteleras eclesiales o desde los guías de Misa se informa que "en este momento se efectuará la colecta para el sostenimiento del culto" se pueda indicar dónde está escrita ese obligación sin tener que ir a buscar el código.
Descarta que tenga alguna referencia a los tres patitos, a ver-oir-callar, los tres mosqueteros o los Reyes Magos.
Uufffffffff!!!!!, no está mal... parece que no hacen falta tantas cosas para salvarse, bautizarse, creer en que Jesucristo es Dios encarnado y que la Iglesia es Su Cuerpo Místico y obrar día a día con coherencia respecto a estas creencias tan increíbles y tan importantes. Él se quedó con nosotros hasta el fin del mundo en Su Iglesia y en Sus Sacramentos (Credo, Mandamientos, Oración y Sacramentos, con ésto basta!!!).
Nos lo pone fácil El Señor, porque Su yugo es suave y su carga ligera.
Hace 60 años hice mi 1ª Comunión y me agrada ver que nada cambia Ud. de aquellas primeras catequesis.
Hay que ser buenos pero concretando y cumpliendo los Mandamientos.
Gracias por su firmeza en la fe.
QDLB.
NB: Unos pocos años más tarde llegaron los pollos americanos, cebados con harina de pescado, y todos pudimos comer pollo sin rellenar, pero había pollico el domingo después de Misa, en la mesa.
Muchos nerviosos cuando se lo dicen, no quieren ni oír hablar de ello.
Si nuestro cinquillo, no nos da para corresponder a Dios en las situaciones que Dios quiera que vivamos, es que hemos calculado mal.
Me parece más sabio y más de acuerdo con el evangelio, hacer todo lo que podamos.
"Porque, quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará. Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero y perder su alma? ¿O qué podrá dar uno para recobrarla? Quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga con la gloria de su Padre entre sus santos ángeles»
Marcos 8,35-38
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