Entre la sinodalidad y la transparencia
Me contaban que llegó un nuevo gerente a la empresa Tal. Primera reunión con los empleados y quiso comenzar haciendo un llamamiento a la sinceridad, la confianza y la transparencia: “aquí lo importante es que todos podamos opinar con libertad, expresarnos con total confianza y que no haya secretos entre nosotros”. Uno de aquellos empleados, por lo bajinis, dijo al de al lado: “nunca te fíes de quien viene pidiendo confianza”. Debe ser eso de dime de qué presumes.
Vivimos, nos dicen, en una Iglesia que es de todos, y en la que la transparencia debe ser una de sus notas fundamentales. Es decir, que de transparente nada. Y vivimos, otro de los mantras de hoy, en una Iglesia donde prima la sinodalidad. Me temo que más de lo mismo.
Hoy cumple los 75 años, y por tanto entra entiempo de descuento, el cardenal arzobispo de Barcelona D. Juan José Omella. Yo creo que la Iglesia en Cataluña no tiene remedio. Entró el nacionalismo, cambió la cruz por la estelada, y, en consecuencia, está consiguiendo muchas vocaciones para la estelada y poca cosa para la cruz. Normal.
He intentado durante tiempo esta mañana acceder a datos estadísticos para tratar de conocer mejor la realidad. Hoy se supone que es fácil, y más en una Iglesia que se supone transparente y sinodal. Oigan, que no ha habido forma.
Preguntas que deberían ser de facilísima respuesta como el número de sacerdotes, la media de edad, número de seminaristas, comunidades religiosas en la diócesis respectiva. Imposible. Es fácil saber el número muy aproximado de parroquias. El de sacerdotes con dificultades. La media de edad prácticamente imposible y el número de seminaristas más complicado de obtener que la fórmula de la Coca-Cola.
Hace algunos años podían encontrarse en la web de la Conferencia episcopal española y hasta desglosados por diócesis. Hoy podemos encontrar el dato global de 22.997 parroquias y 17.337 sacerdotes, así como 783 monasterios y 4785 comunidades religiosas en toda España. ¿Y seminaristas? En la web de la Conferencia episcopal, en la comisión de seminarios aparece: “Accede a los datos sobre seminaristas mayores y menores en las diócesis españolas. AQUÍ”. Perfecto. Pinchas en el curso 2020-2021y te encuentras con esto:
“Curso 2020-2021
SEMINARIOS MAYORES
Seminaristas 2020-2021: 1.066
Nuevos ingresos: 215
Ordenaciones sacerdotales 2020: 126
Vamos, que si pretendes saber números de una diócesis te vuelves loco. Intenten, por ejemplo, en Barcelona, Gerona, Tarrasa o Solsona.
Y de la sinodalidad… ¿A ustedes les preguntan su opinión sobre la vida de la Iglesia? ¿Alguien les informa por ejemplo de las reuniones del consejo pastoral de la parroquia o les hacen llegar información de los consejos diocesanos?
Y miren que ahora con internet es fácil. Y miren que se nos habla de transparencia y sinodalidad. Dime de que presumes…
17 comentarios
Por cierto, ¿es libre la elección de parroquia o mi funeral se celebrará donde toque?
Con lo facil que nos lo puso el Señor que el sí sea sí y el no fuese no, los humanos siempre tenemos una objecion según sean de mi equipo o no. Un buen examen de conciencia y, más que proposito de la enmienda, nos vendria bien a todos. Como dice el otro, ¡de perlas!
...no olvido su Ave Maria!
Y respondiendo a Cordá Lac: tal como están las cosas creo que las parroquias están disolviendo sus fronteras en la práctica: la vida eclesial está corriendo por cauces muy diversos, no siempre territoriales.
Y, desde otra perspectiva: casi por necesidad de supervivencia espiritual, la parroquia referencial de una persona deberá ser donde exista la posibilidad de vivir la fe auténtica. Así haya que viajar a 40 Km de la propia parroquia canónica.
Pero para crear una Iglesia verdaderamente sinodal, los consejos, da igual pastoral diocesano, arciprestal o parroquial, todos, deberían dejar de ser sólo consultivos y convertirse en deliberativos, lo cual no pasará por romper la estructura eclesial. Tendría que cambiarse el Código de Derecho Canónico. O eres jerárquico o sinodal. No puedes soplar y sorber a la vez. Y no digo que lo jerárquico sea malo. Lo que me toca las narices es que intentes vender lo que no eres desde el origen. Y eso a todos los niveles.
Por un lado las curias diocesanas y las Conferencias Episcopales, parece que se han convertido en instituciones destinadas a custodiar secretos (ahora están allí en Añastro, de plenaria, ¿por qué no podemos ver las reuniones en streaming?).
En todas las parroquias que he estado, igual. Los párrocos, a tope, según ellos, con la sinodalidad. Siempre con esta palabra en la boca. Siempre presumiendo de ser los que cuentan con todos en la toma de decisiones. Pero resulta que siempre, a la hora de la verdad, los temas en los consejos, de carácter meramente informativo, eran baladíes, y, en las decisiones importantes pastoral o económicamente, no contaban con nadie.
Entiendo que la estructura jerárquica de la iglesia no debe de ser incompatible con la sinodalidad, a no ser que entendamos la jerarquía eclesial como "orden y mando" y punto.
Cada uno con su misión y carisma tendrá que hacer presente el reino de Dios allí donde esté, y en cuanto a las parroquias, por supuesto que hay mucho de que halar, debatir y tratar; lo que sea debatible, claro; no vamos a poner en cuestión la Trinidad , la encarnación o la divinidad de Cristo, por ejemplo.
Lo que pasa, y es cierto, que todo esto de la sinodalidad, la corresponsabilidad, la "Iglesia de puertas abiertas", el "ir a las periferias", el "acompañamiento pastoral", y un largo etc, se puede quedar (y se queda) en pura palabrería, si no se toman iniciativas, decisiones, el ir dando pasos significativos; y también -`por qué no decirlo´- ,gente que "meta caña" desde la base, en reuniones, consejos pastorales, y donde haga falta, aunque tengamos que vernos malas caras e incomprensiones (a mi me ha pasado más de una vez ,y me canso); que la parroquia no es el "cortijo del párroco", y que estamos todos muy esclerotizados y parados.
Y también sería bueno que en las parroquias entraran equipos de gente nueva con ideas nuevas (y buena formación , claro), y no que estamos los de siempre.
De las transparencias mejor ni hablar y menos en Parroquias de lugares de vacaciones frente al mar.
Para dilucidar el contenido de la sinodialidad sinodial, caminar juntos, del verbo sinodiar o sinodializar, dializar para purificar, el derecho sostiene que la Iglesia no es una asamblea estudiantil universitaria deliberativa horizontal sinodial.
El CIC dice claramente en su canon: 343 Corresponde al sínodo de los Obispos debatir las cuestiones que han de ser tratadas, y manifestar su parecer, pero no dirimir esas cuestiones ni dar decretos acerca de ellas, a no ser que en casos determinados le haya sido otorgada potestad deliberativa por el Romano Pontífice, a quien compete en este caso ratificar las decisiones del sínodo.
Igualmente para los Concilios Particulares:
446 Una vez concluido el concilio particular, su presidente debe cuidar de que las actas completas del concilio sean enviadas a la Sede Apostólica; los decretos dados por el concilio no se promulgarán sino después de que hayan sido revisados por la Sede Apostólica; corresponde al mismo concilio determinar el modo de promulgación de los decretos y el momento en el que, una vez promulgados, empezarán a obligar.
Deliberativos ma non troppo...
En definitiva como efecto conciliar (algunos hablan de concilitis) la Sede Apostólica puede otorgar sin ceder facultades que, por su naturaleza, origen y constitución, son imposibles de ceder.
Para qué tanta vuelta si al final el que decide lo que vale resolver en forma definitiva es uno...
Y también habrá qué ver qué entendemos por sinodalidad, porque no es democracia, no puede serlo pues la Iglesia no es democrática, ni tampoco puede ser sólo pedir opinión sobre un tema, si luego el párroco hace lo que la da la gana. Yo lo entiendo como hacer partícipes a todos de la marcha y vida de la Iglesia. Pero esto no se podrá conseguir si a los laicos no se les dan responsabilidades. Habrá que ver cuáles.
Lo que ocurre con los consejos para uno que no sea el párroco puede ser muy frustrante: "sí, tú deja todo lo que estés haciendo, y ven a la reunión, que yo haré como que te escucho aunque seas experto en el tema que debatimos, le damos a esto una pátina de sinodalidad, yo quedo como muy francisquista, que luego yo haré lo que me dé la gana". Ésta es mi experiencia. Un laico (también vicario o diácono) está indefenso, y no puede hacer nada, cuando un párroco quiere hacer o deshacer algo en la parroquia, a veces ni ocasión de opinar. Y un obispo no intervendrá a no ser que sea escandaloso.
Evidentemente no puede traerse a las reuniones nada doctrinal. No es negociable ni debatible. Y tengo mis dudas sobre la pastoral. Casi ninguna sobre la economía o la gestión de edificios, patrimonio, etc. En esos temas los laicos que ejercen profesiones afines suelen saber más que los pastores. Dado el nivel de exigencia actual, no es entendible poner al frente de las cuentas a sacerdotes y no a laicos expertos en la materia. Hay laicos muy válidos en las comunidades parroquiales que sólo se les deja encender las velas y tocar la guitarra en el coro. ¿Es eso sinodalidad?
Pues eso, pura palabrería, puro brindis al sol, puro rollo macabeo. Un ejemplo demoledor: en el último congreso de laicos, sólo una de las cuatro ponencias principales la dio un laico.
https://www.bisbatdeterrassa.org/ca/portal-de-transparencia/diocesi-de-terrassa/estadistiques-de-la-diocesi
DADES GENERALS 2019
PARRÒQUIES 121
PREVERES 126
DIAQUES PERMANENTS 17
SEMINARIESTES 25
VIDA CONSAGRADA/RELIGIOSOS 412
CATEQUISTES 705
MISSIONERS 30
No me queda más remedio que tener fe en el Resucitado después de conocer al Padre.
Si los malos curas no consiguieron quitarme la fe al acabar el Vaticano II, no me la quita ningunos de los de ahora.
Hay que rezar, y rezo por el Obispo de mi diócesis, aunque sea el que es ahora.
Por cierto, de nuestro monseñor Rouco no se habla nada de nada, pero el padre Ángel sigue en el candelero.
Hoy toca rezar más avemarías en adición a la suya por el cardenal Omella.
QDLB y VCR.
Quizás esta confusión venga de esos veganos espirituales que tienen voz de pito, ademanes sospechosos, y son proclives a buscar consensos con los que odian a muerte a la Iglesia de Cristo
Tienes razón, aunque tambien pienso que los que estais en primera linea de "combate", como tú, creo; podeis hacer mucho para que lo que dices se vaya haciendo. no?
Haddock
La verdad es que debo de ser algo tonto, pero tus comentarios los veo como un jeroglifico egipcio para desentrañar por su ironia y esoterismo.
No obstante, te aseguro que me encanta leerlos, de verdad.
Es posible que no haya mucho de qué presumir, y puede que por eso las cifras tengan un halo de misterio.
Una cosa está clara, el modernismo (que es tibio y tóxico) vacía Iglesias y seminarios, estropea vocaciones, y echa un jarro de agua fría sobre la fe sincera. El tradicionalismo (ó simplemente el catolicismo tradicional) llena templos y seminarios, rebosa de vocaciones y de vida interior de la feligresía, y tiene otros muchos dones y gracias. Y no hay más. La situación actual no es casual, y no está causada por el rock and roll, las drogas, los anticonceptivos, los avances tecnológicos ó el smartphone.
Los avances tecnológicos son neutros moralmente, y los problemas de los jóvenes vienen más bien de la apostasía del pueblo y de familias desestructuradas (con Franco no había drogas, y 5 años después de él morirse, España estaba llena), además de una ingeniería social anticristiana muy fuerte desde las oligarquías políticas (muy infiltradas por la masonería) desde hace 40 años, que aprovechan las ventanas abiertas por las actitudes post-conciliares...
La Iglesia está en su peor crisis en mucho tiempo (sobre todo porque es una crisis interna desde el post-concilio). El que no quiera verlo que se ponga las gafas.
...lo de sinodalidad es como todo, cuanto más se habla de ella y más florituras se le echan, menos se cumple y en el fondo menos se cree en ella. Recordemos que la Alemania comunista de la Stasi se llamaba "República DEMOCRÁTICA Alemana", para diferenciarla de la verdadera república democrática que se llamaba "República Federal de Alemania". Muy a menudo se cumple el dicho "dime de qué presumes y te diré de lo que careces".
La Iglesia es una monarquía, y está gobernada por Jesucristo (el Papa es tan sólo su vicario). Debemos recordarlo a menudo. La Iglesia es el Cuerpo místico de Cristo donde lo que se vive es LA OBEDIENCIA, que es el voto más difícil de cumplir, según me han dicho varios sacerdotes.
Usar la palabra "sinodalidad" como si fuera un eslogan político es sólo una "pose" ideológica que resta y merma la Autoridad de la obediencia, la cual únicamente se limita por el canon de la Iglesia y la Ley de Dios, porque como dijo San Pedro, cuando nuestra conciencia nos lo demanda hay que obedecer a Dios antes que a los hombres.
Yo no comulgo en la mano por motivos de conciencia, pero no me peleo con el sacerdote ni armo un escándalo, sino que busco otra parroquia donde sí cumplan el canon de la Iglesia y las directrices del Obispo (que recomienda la comunión en la mano, pero no la obliga, pues iría contra la ley Canónica de la Iglesia). Si no tuviera otros sitios pondría una denuncia ante el obispado contra ese sacerdote desobediente al Canon y a su Obispo, porque el sacerdote debe obedecer a ambos.
La sana sinodalidad es una llamada que los Obispos estén entre ellos muy unidos en Cristo y en colaborar estrechamente con el Papa en la conducción del rebaño de Cristo, de la forma que desea nuestro Señor, siendo fieles a Sus mandamientos. Esta estrecha colaboración de la Jerarquía de la Iglesia siendo una piña alrededor del Papa, que a su vez cuenta con su ayuda y opinión para el mayor bien de la Iglesia, es la sana sinodalidad que hace falta, y no poses ó consignas ideológicas que restan la Autoridad del Papa y de la Jerarquía interna.
Pero si cada uno expone su experiencia, entre todos podremos saber lo que pasa y sus consecuencias.
Creo que lo importante es lo que pasa en las parroquias, que es donde se ejecutan las cosas, al pie de la letra según las normas o "hasta cierto punto y según y como". Es donde se predica y donde se producen las conversiones y los alejamientos, que ambas cosas dependen mas de los curas y del comportamiento de los feligreses que de otros estamentos, para bien y para mal.
Y en las parroquias de sinodalidad mas bien poca y muy controlada. Los miembros de los consejos, en la practica, los elige el párroco y aparentemente, exclusivamente, según su criterio y al parecer entre sus afines. Lo digo porque cuando cambiamos de párroco cambió a los miembros de los consejos y cuando le preguntaron que por qué los cambiaba contestó que el Papa también cambiaba a sus colaboradores. De esto deduje que él entendía al consejo como colaboradores y yo entendí que los colaboradores elegidos eran los idóneos para sacar adelante sus "proyectos". Por cierto yo solo una vez he estado en un consejo de economía y duré lo que duró e párroco que me eligió.
Todos los párrocos menos uno, que han pasado por mi parroquia aconsejaban enérgicamente que de las liberaciones no se hablase para no crear mal ambiente y de las conclusiones, las que fuesen necesarias; mucho secretismo y no poco presumir, los consejeros, de que ellos sabían pero no contaban.
Esto de la sinodalidad y compartir, o lo contrario, también se contagia. Y de la manera que el párroco actúa como "propietario del cortijo", lo hacen sus colaboradores y los que reciben algún encargo. Como ejemplo, en mi parroquia hay uno que se encarga de entonar y cantar en la misa de la mañana y otro en la de la tarde. El de la mañana lo hace con mucha dedicación y, mientras la comunión, se sube al ambón y con el micrófono se explaya, sin mascarilla por supuesto y por debajo de él pasamos a la vuelta. Un día fue a misa por la tarde, y en mi opinión su sentido de la propiedad quedó patente en como respetó la propiedad del que dirige por la tarde, es que ni cantó bajito siguiendo los cantos.
Creo ciertamente que los problemas y la solución surgen y se pueden solucionar, principalmente en las parroquias. Lo que pasa más arriba llega muy difuminado al pueblo, si bien puede ser paliado o acentuado por los párrocos y, si ellos quieren y los dejan, por los consejeros o colaboradores.
Bueno es que cada uno hagamos lo que está en nuestras manos, lo mejor posible, pues creo que es mejor, más efectivo y justo. No digo que sea malo que desde diferentes ámbitos se anime y exhorte que los de arriba se espabilen y den más importancia a las labores de pastoral que a las burocráticas.
Yo diría que los obispos titulares debían dedicar su tiempo en visitar atender, escuchar y animar a los sacerdotes y dejar las labores de administración y burocráticas a los auxiliares por ser menos trascendentes. Digo yo.. que poco entiendo...pero...
P. D. ¿Alguien puede decirme, con conocimiento de causa, que es el Foro de Curas de Madrid y si son conocidos sus componentes?
Ave María grátia plena, Dóminus tecum...
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