Relatio del sínodo: no hay nada peor que la ambigüedad
Ayer, al acabar la jornada, cuando salí a la calle un rato con el buenazo de “Socio” –“Socio es mi perrillo”- me encontré con unos feligreses que me preguntaron a bocajarro: “oye, ¿es verdad eso de que los divorciados que se han vuelto a casar pueden comulgar y que la Iglesia acepta las parejas de hecho y las parejas de homosexuales?” Mi respuesta: “no me consta”. Y ellos de nuevo: “pues lo acaban de decir en la tele”.
Al llegar a casa me puse a mirar a ver qué había pasado y me encontré con la “relatio” del sínodo de obispos sobre la familia. Supongo que lo que debió ocurrir es que la tele aludió a ello y dio la noticia como buenamente pareció, y luego los telespectadores entendieron lo que mejor les convino.
Una de las cosas que más daño hacen, si no la que más, es la ambigüedad en la fe y en la moral de la Iglesia. Y esto nos está pasando con el sínodo y nos pasa con muchas afirmaciones que leemos y escuchamos.