Misa de pollito
Siendo un servidor párroco de Guadalix de la Sierra y Navalafuente, nochebuena suponía una evidente incompatibilidad en el horario de la misa. Imposible la bilocación para la misa del gallo, así que celebraba misa del gallo en Guadalix a las doce de la noche, muchos más habitantes y con importante tradición de celebrar y cantar la nochebuena, y en Navalafuente, a las 20 h., la que de forma simpática yo llamaba “misa de pollito”. No se podía hacer otra cosa.
La misa del gallo tiene una gran tradición en España. Tras la cena, las familias acuden al templo parroquial para celebrar con la misa y los villancicos el nacimiento del hijo de Dios. Es una forma tradicional de hacernos ver que estamos no en una fiesta más, sino en la noche de la nochebuena, en el inicio de nuestra fe, en el nacimiento de nuestro salvador. Las personas necesitamos gestos, signos. Más que necesitar, es que vivimos de ellos, y mantener la misa del gallo, aunque vaya poca gente, es señalar al mundo que la noche de la nochebuena no es una noche más.
La secularización de ritos y costumbres es algo evidente. Papá Noel se ha convertido en personaje principal. Los símbolos religiosos han desaparecido de calles y muchos comercios. Las mismas felicitaciones de Navidad, incluso muchas enviadas desde instituciones confesionalmente católicas, en demasiados casos optan por un signo solidario o una frase aséptica. En estos casos hay que optar por resistir o claudicar.
Este año ha venido a celebrar la nochebuena con nosotros un nuevo personaje llamado COVID-19. Mucho me temo que nos convirtamos en más papistas que el papa y de la misma forma que convertimos en la primera parte de la pandemia la recomendación de tener cuidado en los templos y celebraciones religiosas en cierre patronal, ahora tomemos tan al pie de la letra lo del toque de queda a la una o una y media de la madrugada, que, por si acaso el bicho fuera especialmente activo a partir de esa hora y, evidentemente activismo en templos católicos, decidamos cargarnos la misa del gallo transformándola en una misa de pollito a media tarde.
No pasa nada. O sí. Este año, por la cosa del coronavirus, misa por la tarde. Oiga, más cómodo. Claro. Y ya que hemos descubierto que además de más cómodo viene más gente, pues adiós a la misa del gallo. Otra tradición que nos cargamos, lo que significa ir perdiendo el sentido de lo extraordinario que trae la Navidad.
No pasa nada por suprimir la romería del Rocío. Ni las procesiones de Semana Santa. Ni la misa del gallo o la audiencia de los miércoles o el ángelus del santo padre. Tampoco pasa nada si nos dispensan la a misa el domingo, total la clave es la fe en el corazón. Lo curioso es que tuvimos cerrados los templos meses con dispensa de misa dominical. Bien. Ahora que ya no hay dispensa y se puede volver a misa ¿qué ha pasado? Que el número de asistentes ha bajado, que mucha gente no ha vuelto.
Creo que sería un error suprimir la misa del gallo para convertirla en una simple misa de pollito, empezando por Roma. Espero que la adoración al niño no se haga ante el astronauta de la plaza de san Pedro. Las tradiciones están por algo, arraigaron por algo y tiene su significado: en la noche en que nace el Hijo de Dios salimos de casa, de noche, para acercarnos al portal.
Oiga, que es que dicen que hay que estar en casa a la una o una y media. Sin problemas. Misa del gallo como siempre, con todas las medidas de seguridad y midiendo el tiempo. Y a la hora marcada, todos en casa.
Ya digo que servidor celebrará la misa del gallo en Braojos a las doce de la noche. Este año sin pastorela, porque entendemos que un coro grande cantando y los pastores ejecutando el baile si pudiera ser un riesgo. Ya cantaremos otras cosas, porque solo faltaba. Y la adoración al niño uno a uno, aunque sea sin besar y tocar.
Yo sé que este año, insisto que empezando por el Vaticano, van a proliferar las misas de pollito. Mucho me temo que el pollito no vuelva a crecer. Una cosa menos. Luego llegaremos a la conclusión de que mejor no celebrar misa el 24 y a nada que nos descuidemos, traslado de la fiesta religiosa de la Navidad al domingo.
28 comentarios
1) Incluso allí donde se ha mantenido la Misa a la medianoche -parroquias tanto de pueblos como de ciudades- se experimenta el descenso de fieles, que prefieren ir a Misa el día 25 al mediodía o incluso por la tarde, prolongando la cena de Nochebuena hasta las tantas. Nada que ver con lo que yo conocía de niño, siendo monaguillo. Lo digo con pena, como dato de un cambio de costumbres.
2) Ya empezó la mala costumbre de hacer una mezcolanza de Misa de medianoche "que ya no es a medianoche" con Benedicto XVI y su ceremoniere Marini: la medianoche eran las 22 h. Ahora con Francisco y de nuevo Marini se adelanta "la medianoche" a las 19.30 h. creo recordar.
3) Resulta muy difícil hablar con propiedad incluso entre sacerdotes (me pasó el otro día con mi compañero) porque a todo se le llama "Misa del gallo" o "de medianoche" y hay que recordar que hay 4 Misas (con su eucología y lecturas cada una) distintas para celebrar la Natividad del Señor en el Misal romano: a) Misa vespertina de la Vigilia, antes o después de las I Vísperas: por tanto por la tarde-noche; b) Misa de medianoche, a las 12 h., en España llamada "Misa del Gallo"; c) Misa de la aurora, al amanecer, por la mañana tempranito, y d) Misa del día: a lo largo de todo el día 25.
No obstante puedo entenderlo aunque me cueste. Por un lado porque hay que cumplir las normas aunque yo creo que sería compatible cumplir y hacer la misa algo más tarde.
Por otro porque imaginemos la que se liaría si empezando a las 21:30 como es costumbre la misa se alargara, no es difícil es una misa algo mas larga de lo habitual con la calenda y demás, y la policía italiana detuviera a algún participante, a algún concelebrante ya que pocos fieles habrá si hay alguno, por incumplir la norma. Dirían de todo y nada agradable. Puede asumirse si pero probablemente querrán evitar problemas. Recordemos la que se lío el viernes santo cuando la policía entró en la catedral de granada para parar la celebración de la pasión de NSJ aunque se cumplían las normas entre otras.
Aquí la policía no llegaría tan lejos, al fin y al cabo el Vaticano no es Italia, pero pasada la frontera quién sabe.
En cuanto a la misa del pollito no es nada nuevo hace ya años que una famosa iglesia de madrid encargada a una orden religiosa hace misa del pollito, así llamada, para facilitar que los fieles asistan a ella antes de cenar evitando tener que “cortar” la cena de nochebuena, aunque mantiene la del gallo y lógicamente las del día de navidad eliminando solo la primera ya que es tempranera y estiman que al acostarse la gente, y ellos mismos, tarde poca o ninguna gente irá a esa hora.
Por otra parte, no es lo mismo un pueblo de la Sierra, seguramente libre de coronavirus y donde todo está cerca, que una gran ciudad que ahora mismo está aumentando la incidencia por días y donde a las 10 de la noche no se ve un alma por la calle y vivo en un sitio céntrico y bastante concurrido.
Que Dios se apiade de nosotros y nos bendiga.
La hora de la Misa no añade ni quita peligrosidad a la propagación del virus. Y en una comunidad, como la gallega, en la que el toque de queda se traslada de las 23h a la 1.30 de la madrugada los días de nochebuena y navidad, las razones de este cambio se hacen aún más incomprensibles.
No podémos servir a dos señores, porque amaremos a uno y aborreceremos a otro. En la sociedad se ha instalado un verdadero culto pagano al "dios miedo". Hoy, para ser aceptados entre nuestros conciudadanos no basta con ser honrados, sensatos o prudentes, sino que nos vemos obligados a rendir ese culto público al "dios miedo". Quien no rinde ese culto público es inmediatamente declarado "anatema" por los profetas del miedo (los medios de comunicación) y sus seguidores (nuestros vecinos, amigos, familiares y cofeligreses).
Suprimir oficios religiosos, abandonar tradiciones, etc... no son más que formas de "ofrenda" a ese falso dios miedo.
Pero el miedo es lo más alejado al mensaje de Cristo. El miedo, contrariamente a lo que se dice, no es libre sino que es lo que más esclaviza al hombre. Y Cristo nace u muere justamente para lo contrario: para liberarnos del miedo, del pecado y de la muerte .
La Iglesia se ha hecho cómplice, en muchos casos, de esta predicación del miedo que nada tiene que ver con una sana y sensata prudencia.
Ser cristiano supone, entre otras cosas, una forma de ser que excluye radicalmente otras formas de ser. Hoy, en las circunstancias actuales, a los hombres de fe o se nos reconoce como personas que vivimos sin miedo, o no se nos distinguirá en nada del resto de la masa.
Un saludo.
Simplemente lo pregunto.
La misa es igual de peligrosa o, mejor dicho, poco peligrosa, a cualquier hora que se celebre.
Se ha establecido en muchos lugares un toque de queda, con el fin de evitar fiestas nocturnas, estas sí muy peligrosas por el binomio noche-alcohol. Si bebemos, bajamos la guardia y aumenta el riesgo de contagio.
Donde hay toque de queda no se puede hacer una excepción para ir a misa. Nos encontraríamos cantidad de gente que argumentario que iba a misa y acabaría en cualquier sitio, menos en misa.
Si no hay toque de queda, no le echen la culpa al virus o al Gobierno. No se celebra o no se asiste a Misa de Gallo porque no apetece.
No se muy bien de que discrepas. Haz el favor de leer de nuevo el post y luego por favor leete de nuevo tu comentario.
El post va de una cosa y comentario es una crítica a un hecho puntual, que no tiene nada que ver con el post.
Estas atribuyendo al Blogger, una responsabilidad o una irresponsabilidad por simplemente celebrar misa. La misa se puede celebrar con todas las precauciones. Y si alguien tiene miedo que no vaya y que trate de seguirlo por casa o que lo sustituya con oración. Pero es que tu tomas un hecho puntual para defender algo indefendible. Resulta que se puede ir en metro o en autobus todos los días y luego resulta que es una temeridad ir a misa del gallo. Se un poco consecuente, no mucho, solo un poco. Aplicate lo que tu mismo dices a cualquier actividad y luego ya nos das lecciones de seguridad en misa.
Conste que a mí me gusta que la misa del gallo sea a la hora de siempre, a medianoche. En efecto, acudir a esa hora, interrumpiendo la típica celebración en el hogar, es especialmente emocionante, siempre que se acuda con fe, claro, y no por obligación o compromiso. En verdad, tenemos dos hogares en que celebrar la venida del Señor: nuestra casa con nuestra familia y las personas que queremos y nos quieren, y la Iglesia. Es natural que celebremos la misa del gallo a esa hora.
Recuerdo que, cuando Benedicto XVI adelantó (aún no sé por qué razón) la misa del gallo, me desagradó. Estaba acostumbrado a Juan Pablo II y sus misas de medianoche, a pesar del terrible sufrimiento que soportaba de forma ejemplar y santa en sus últimos años. Ciertamente, la capacidad para soportar el sufrimiento, al menos el puramente físico, del papa polaco era muy superior al del papa teutón. Me da que Juan Pablo II jamás hubiera acabado su pontificado como lo hizo Benedicto XVI, dicho sea como observación al paso y aun saliéndome del tema.
Pero lo cierto es que no es un hecho sustancial si se da un ligero cambio de horario: no afecta al sentido de lo que celebramos ni le quita fuerza, aunque sí tal vez un cierto encanto. Con todo, ya digo, estoy a favor de que sigan siendo estas celebraciones a medianoche. Pero también no hay que ser tan cazurro como una Rafaela cualquiera para no variar la hora nunca, aun estando, por la pandemia, sometidos a toque de queda. (Dicho sea lo de cazurro con el mayor de los cariños por las Rafaelas y los D. Jorges).
Quien parece que no ha leído mi comentario es Ud. y como continúa expuesto, no merece la pena que yo se lo explique. Como verá, no le tuteo, cuestión de educación.
¡Pues claro que puede influir la hora de misa en la salud! Una persona muy mayor corre más riesgo de resfriarse a las 12 de la noche que al medio día y un resfriado en estas circunstancias es más peligroso que en inviernos "normales", solo ir al centro de salud, supone un riesgo. Esto no quiere decir que esté en contra de la misa del gallo, donde la celebren y no afecte el toque de queda, por ejemplo en Braojos ¡Pues muy Bien!
Él les dirá que no lo sabe:; que deben ser devociones, litururgias correctas, procesiones, manuales para la adoración nocturna, catecismos y esas cosas raras que empleaba su abuela Catalina. Que se lo comentará por Instagram.
Es duro el ver como un mundo multisecular se descompone.
Coincido contigo. Debemos tener cuidado en las celebraciones litúrgicas y pensar en los más vulnerables, facilitando que todos podamos ir a misa.
Si hemos tomado muchas precauciones y hemos modificado nuestras visitas y relaciones familiares, también debemos hacerlo en las celebraciones religiosas.
Puede no ser peligroso que un solista, o un coro adecuadamente situado, cante en una misa; pero en mi opinión es muy peligroso, una irresponsabilidad y una falta grave de caridad que una persona cante a un metro de mi cogote a grito pelao. En mi parroquia tengo ese problema y que no se guarda la distancia al salir a comulgar ni al salir de la iglesia. Y como el cura es muy tranquilo, muy espiritual y muy bueno pues no quiere molestar, haciendo algún ruego o advertencia. Así que menos mal a 13TV, pues tengo 80 años, claro que espero que no se quejen de que aquí no pasan el cepillo. En mi parroquia, creo que en todas, deberíamos tener en cuenta que todos somos un poco mayores; perdonen si es modestia lo de un poco.
En mi parroquia y en muchas, hace años que la misa del gallo se transformó en la misa del pollito a las 8 de la tarde "con el fin de que las amas de casa (machismo?) tengan tiempo de preparar la cena". O sea que no es culpa de gobierno ni del virus.
En mi caso no podía ir a la misa de las 12 pues paso Noche Buena en un pueblo que comparte párroco con otros tres y solo le toca al mayor, que no es el mío. Otro problema interno de la iglesia, somos pocos y pocos curas.
Aunque hubiera misa tendría que optar por ir a la misa o cenar con mis hijos y nietos y, si hiciera esto último, tendría un conflicto familiar.
Y tampoco echo la culpa al gobierno, he tratado de darles un ejemplo religioso, pero debo ser muy malo pues no lo he conseguido, y tampoco deben ser muy buenos los salesianos pues con ellos se han formado los cuatro y...De iglesia poco, la mayor parte de los nietos han hecho la primera comunión y pocas más; una se ha confirmado. Y no podemos decir que la culpa haya sido la ley Cela, que no existía.
Eso si, son unos chicos estupendos que practican extraordinariamente los valores cristianos de caridad, cuidado de la naturaleza y responsabilidad en su trabajo. Una de ellos estuvo tres años durante las vacaciones en misiones, muy duras. Pero de misas y curas poco, poco.
No cuento esto personal por otro motivo, si no es que creo que esto es muy normal por lo que comento con otros matrimonios.
Y para colaborar en encontrar la causa de lo que nos ocurre y trabajar en la dirección correcta para su solución.
El día 15 el sacerdote de 13TV explicaba, o mejor yo le entendí, como el profeta Sofonias decía que en el pueblo que andaba más o menos como ahora nosotros, dejaría de en medio del pueblo como un resto (unos pocos, digo yo) un pueblo humilde y modesto, que esperara en el nombre de Yave. El resto de Yave no hará iniquidad, no dirá mentira ... y dormirá sin que nadie los espante. Pero eso, un resto, no muchos.
O sea que no somos muchos y en cuanto nos criba un poco el virus y ya veremos si aún no nos criba más la vacuna por causa de sus componentes, quedaremos un resto, muy restito. Dios quiera que estemos en ese resto.
También debemos considerar que la iglesia ha ido cogiendo algunas costumbres de las sociedades influyentes a lo largo del tiempo, como por ejemplo las ropas con las que se dice la misa y la Capa Pluvial, que como su propio nombre indica, no tenía otro fin que proteger de la lluvia, y quizás debamos desprendernos de algunas de ellas y recuperar otras que podemos haber perdido. No tanto materiales como morales y espirituales. Sin hacer un cristianismo descafeinado.
Porque algo nos ha pasado del culturizador que salió culturizado. Tratamos de cristianizar fiestas paganas y hemos terminado nosotros celebrando esas fiestas como los paganos.
Por favor P. Jorge siga tratando temas tan interesantes y con tanta injundia que es fundamental para reflexionar, despertar y Dios quiera que para ponernos en camino.
Gracias.
El reto es que el gallo se cargue al virus, y la respuesta es clara que así va a ser. El bien vence al mal con Nuestro Señor Jesús.
Que el Señor le bendiga
Pero este año, que me quedo aquí, me enteraré de si hay misa del gallo en mi parroquia y si la hay a las doce, mejor que mejor. Y si no, pues un año más como siempre.
Hay que amoldarse a las circunstancias, y dar gracias a Dios por poder ir a misa un día o el otro o los dos o lo que toque.
Ave María.
Resulta que Gedeón también estaba preocupado porque tenia un ejercito menor que sus enemigos. Y entonces el Señor le dice que reduzca aun más su ejercito, no sea que cuando triunfen se crean que ha sido merito de ellos y no del Señor, y Gedeón va reduciendo su ejercito hasta que solo quedan 300 soldados, y triunfa.
Dos cosas me llaman la atención: Una que todos deben reconocer que el triunfo es del señor. La otra que todos se benefician del triunfo, también los que no han peleado.
En tiempos de Sofonías el pueblo no debía andar mejor que estamos nosotros ahora y Sofonías pone en boca del Señor: Dejaré en medio de ti como resto un pueblo humilde y modesto, que esperará en el nombre de Yavé. Y también aquí ocurre que todos disfrutan de la regeneración. Para que nadie se crea más que nadie, digo yo.
A Jesús le seguían muchedumbres y a todos los trató bien y los dio de comer. No los echó pero tampoco cambió su mensaje para que no se fueran. Dijo que si no comíamos su carne y bebíamos su sangre no tendríamos vida, como era difícil de entender la mayoría se marcharon.
De los 12 escogidos uno de ellos se desilusiono porque no proseguía el triunfo del Domingo de Ramos, y le traicionó.
Y a los que quedaron, les mando ir nada menos que por el mundo entero, capitaneados por quien en los momentos difíciles le había negado. Toma ya.
No parece que sea imprescindible que seamos muchos.
tampoco parece que se deba descafeinar el mensaje para que seamos más. Por supuesto, tampoco echar sobre nuestros hombros más carga que la que nos dio el Señor. Mantener el mensaje (la Buena Nueva), cambiar lo que han sido buenas costumbres de las culturas por las que la iglesia ha pasado a lo largo de los siglos y coger las buenas costumbres de nuestro siglo incluyendo los ropajes y el boato.
Y tirar "pa lante", digo yo. Con Gallo o con Pollito.
¿No le parece P. Jorge?
Esto que dices no es buena idea. Ya se hacía después del Concilio V. II y no está bien. La liturgia y las misas en las iglesias, porque en las casas particulares se cometían irreverencias, pan de panadero y vino de supermercado, buenas intenciones pero... Eso de “clandestina y catacúmbica” la misa en la iglesia perseguida pudiera ser, entre amiguetes pues como que no.
Por ejemplo: Cómo vivíamos un Primer Viernes?
En Zapatoca, población colombiana del Sur de Santander, por los años 50 del Siglo anterior, La familia se preparaba para celebrar cada uno de los Nueve primeros Viernes de Mes. Esa semana, acudíamos a La Confesión; eran días señalados para mayores y para los colegios y escuelas. Por la noche del Jueves, luego de la cena, nuestra madre nos recordaba que al día siguiente era Primer Viernes y acudiríamos temprano a la Santa Misa. El ayuno Eucarístico iniciaba legalmente a las doce de la noche. A la mañana del viernes nos llamaban temprano, para acudir a la Misa de 5:30 a.m. porque luego iríamos al colegio a las 7:30 a.m.
Vivíamos a dos cuadras de la Iglesia parroquial, íbamos a la Iglesia de Santa Ana y San Joaquín, la Iglesia Parroquial. Se llenaba la iglesia; había muy buen ambiente litúrgico, sabíamos dar en latín las respuestas de la Santa Misa, y el corista, un Señor Serrano cantaba en Latín al Santísimo Sacramento. Pasábamos al Comulgatorio y de rodillas, toda la familia, papá, mamá, y los más grandecitos que éramos tres, recibíamos la Sagrada Comunión. Luego, pasábamos a las bancas, a un lado los señores y al otro lado de la Iglesia, mi mamá y yo. De rodilla dábamos gracias, y luego juiciosos, nos sentábamos.
Una Anécdota: Uno de esos viernes no pude comulgar y lloré de tristeza; había hecho mi Primera Comunión muy bien preparada en la parroquia, por las Alumnas de Grado del colegio de la Presentación, y por descuido, me comí un trozo de galleta que me pasó una de mis hermanitas menores, quien se había levantado, pensando que iba con nosotros, como en el día Domingo.
Cuando me dí cuenta, ya era tarde, y dije que se me había olvidado, sin embargo recibí un regaño... Pero me dolía era la falta de La Comunión. Ese día no pasé a comulgar. ¡Tenía claro lo del Ayuno Eucarístico! Tendría que esperar para volver a comulgar el Domingo en la Misa Mayor de la mañana, a la cual acudíamos siempre.
Por el año 54 visitó a Colombia la Virgen peregrina de Fátima. Fué muy piadosa la recepción y cánticos... de despedida cuando se la llevaron hacia el Socorro.
Zapatoca era considerada "La ciudad levítica" dió muchos Sacerdotes, Obispos, un Cardenal, y varias religiosas y religiosos... Las familias eran bien conformadas, y de traer a diez ó quince hijos.
Yo me resentí un poco cuando nos hicieron sentir como dijo el Papa de turno "conejos"... muy basto, e injustamente!
¡Ave María! Y ¡Feluz Navidad!
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