Memeces coronavíricas

Cuando se nos va la olla, se nos va del todo. O al menos yo lo veo así.

No sé los días que llevamos con el coronavirus de las narices o masculinas zonas más abajo. Que será muy serio, que yo no digo que no lo sea, pero no me negarán que nos ha venido muy bien para que no se hable de otras cosas, especialmente en la televisión, que es la casi única fuente de información para un buen número de españolitos de a pie. Tanto hay que hablar del virus este que no queda tiempo ni para economía, lo de la ministra de Venezuela, la mesa de negociación con los catalanes, la excarcelación de los del proceso ese o la última ocurrencia de Podemos. 

Las bobadas por lo civil me superan. Me encocoran las que vienen por lo eclesiástico.

En Italia se ve de todo como es su costumbre. Iglesias que no celebran misas, sacerdotes que se niegan a confesar, otros que han suprimido la paz o los que piensan que en estas circunstancias debería ser obligatoria la comunión en la mano. Tampoco tiene desperdicio lo de cerrar las catacumbas. 

Miedo me da que al final tenga más riesgos la estupidez colectiva que la propia epidemia.

Se supone que en cada templo los sacerdotes y colaboradores guardamos unas, entiendo que suficientes, medidas higiénicas. Las que podemos buenamente y mantenemos en el templo, la casa, el bar o la tienda de la esquina. 

¿Cerrar templos como en algunas partes se ha hecho? ¿Y los bares abiertos? No me casa.

Es que en las misas se junta gente… Si, tampoco tanta… Más en cualquier hipermercado y a nadie se le ocurre cerrarlos.

Suprimir las confesiones… por la cosa de que el penitente y el confesor mantienen una cierta cercanía. Sí. La misma que la Juana y la Ramona esperando en la consulta del médico. La misma que Juanito y la Eulalia tomando café. 

Y la comunión mejor en la mano. Vale. Tampoco resuelve demasiadas cosas. Uno estornuda, se limpia con el pañuelo y algún bichito salta a la mano. ¿Y? 

¿Suprimimos la paz? Eso sí es una buena idea, a ver si aprovechando lo del virus conseguimos acabar con ese esperpento que supone el rito de la paz en muchas misas. Por otra parte sería curioso no darnos la paz por lo del virus y luego, al salir, saludar a Manolo con un buen apretón de manos, si no con un abrazo, y a su señora con un par de besos. Pero sin el rito de la paz, por si el bichejo. Estamos memos.

Otra cosa sería que las autoridades sanitarias cerraran todo tipo de establecimientos públicos y se prohibieran reuniones de más de x personas. Pero de momento, y mientras esto no suceda, mientras siga abierto todo, cerrar las iglesias no dejaría de ser una mentecatez. Pero somos capaces de eso y de mucho más con tal de ser los primeros en algo. 

Por cierto, antiguamente, ante epidemias y enfermedades varias, la Iglesia, además de atender a los apestados, tenía por costumbre rezar pidiendo a Dios su intercesión. ¿A alguien se le ha ocurrido rezar? Ahí lo dejo. 

 

37 comentarios

  
Manuel Rodriguez Blanco
De acuerdo. Rezaré
02/03/20 1:37 PM
  
Cordá Lac
Sobre el rito de la paz.
Suscribo lo que dice usted sobe lo "esperpéntico" que ha llegado a ser. Pero, en vez de suprimirlo, me parece que lo mejor sería realizar el rito de la paz de manera aleatoria en las misas: unas sí, otras no. Pero de manera aleatoria y sin avisar, porque si los feligreses aprenden en qué misas sí y en qué misas no, irán siempre a las que sí o siempre a las que no. Sería una forma de mostrar que este rito no es el "centro esencial de la misa".
02/03/20 1:43 PM
  
Francisco de México
"¿Cerrar templos como en algunas partes se ha hecho? ¿Y los bares abiertos? No me casa."

Los modernistas han perdido la coherencia. En adición la fe y la vergüenza, frase celebérrima de Luis Fernando.
02/03/20 1:46 PM
  
maru
''El esperpento rito de la paz'' , sí D. Jorge, además cantado a todo trapo, ''inventos litúrgicos''.
02/03/20 1:58 PM
  
Percival
El problema, padre, no es que falle la fe, ¡es que está fallando la razón! Ya no hay sentido común, sino una idiotez recurrente.
02/03/20 2:04 PM
  
Joven tradi
En Holanda la conferencia episcopal ha decidido, desde ayer, que no haya agua bendita en las fuentes, que no se comulgue en la boca, y que no se dé la paz. En la parroquia de la FSSP que tengo la suerte de frecuentar, la última medida no tiene ningún alcance, puesto que no existe tal gesto en la liturgia. Sin embargo, desde ayer no distribuyeron la comunión a los fieles, puesto que la comunión en la mano no es una opción en la liturgia tradicional. En cambio, los sacerdotes animaron a los fieles a realizar una comunión espiritual.

Sin embargo, creo que, en un país donde hasya ayer solo había 6 casos de infectados, esta medida priva del derecho de todo fiel que frecuente la Forma Ordinaria de recibir la comunión del modo tradicional, es decir, en la boca (cabe recordar que la comunión en la mano se puede recibir solo en virtud de un indulto de la Santa Sede a aquellos países en los que se ha concedido). Mientras, los obispos se olvidan de los fieles de la Forma Extraordinaria, que se ven simplemente privados de la Sagrada Comunión. En una situación de verdadera emergencia sería más que lógico que la comunión no se distribuyera entre los fieles (recordemos que la Iglesia solo manda comulgar una vez al año, por Pascua). Pero, ¿es realmente una situación de emergencia la que se vive? ¿Por qué no se toman medidas similares cuando hay epidemia de gripe estacional, si esta es más virulenta y causa más muertos?

Además, como apunta el obispo Schneider, la comunión en la mano es más peligrosa para ingerir virus, puesto que estos pueden vivir durante días en diversas superficies que tocamos con las manos. Por tanto, no casa muy bien esta directriz... ¿tal vez es que a algunos molesta que se comulgue en la boca y esta es la excusa para atacarlo?

En cuanto a suprimir las confesiones, es un sinsentido: se priva a los fieles de un sacramento fundamental, y muy necesario en tiempo de cuaresma, y en tiempo de enfermedad. Además, si usan los confesionarios tradicionales, con una rejilla de por medio (incluso con un velo, como se hace en las iglesias tradicionales), el contacto es totalmente nulo.

Estas medidas sirven, con toda seguridad, para crear un alarmismo injustificado entre la población. Por otra parte, las personas siguen trabajando, amontonándose en el metro y haciendo su vida normal...

Más procesiones de rogativas, y menos memeces...
02/03/20 2:14 PM
  
Millán
Lo que han perdido los modernistas es la razón, sin más. Como la mayor parte son unos vagos redomados pues con la excusa menos trabajo, si quitan una misa pues mejor vidorra. Lo que demuestra todo esto es la crisis de Fe que se vive en la sociedad y lo que es peor en el seno de la Iglesia.
Ayer salieron hablando de la Semana santa andaluza, y los cofrades dijeron que no temían pues la Virgen intercedería. Que contrasentido fieles lógicos que no temen a lo sagrado y obispos haciendo de doctores con más miedo y canguelo que no se. Claro pura lógica, si vamos a Lourdes a bañarnos en sus aguas porque estamos enfermos y por la intercesión de la Santísima Virgen María pedimos la salud y su milagrosa curación, si ahora dicen que mejor dejar en suspenso las visitas, los actos y demás los que no creen pensarán con razón que no tenemos Fe. Siempre en estos casos a lo que se ha recurrido es a la Fe como así lo demuestran los testimonios en muchos santuarios de España y en las fiestas populares de media España celebradas cuando terminó no se qué epidemia, peste o enfermedad epidemológica.
02/03/20 2:24 PM
  
claudio
La estupidez es ilimitada e inevitable, la cobardía es voluntaria y debe ser evitada.
Si se tratara de una guerra convencional a nadie le asombraría ver la valentía de los sacerdotes en el frente de combate y en las ciudades bombardeadas.
Si se tratara de la lepra los sacerdotes que por ayudar a los enfermos se contagian y mueren pueden ser llevados a los altares.
En un atentado como el de Las Torres la valentía de muchos fue puesta en evidencia.
Pero si se trata de este virus...
02/03/20 2:56 PM
  
Desde Madrid Capital
Acabo de leer que se ha contagiado nosecuantos miembros de un grupo protestante, según Fernando Simón, que es el responsable público que está llevando esto. En un momento España ha sumado muchos casos, y todo gracias a este grupete.

Vamos a seguir las recomendaciones oficiales que nos den, y vamos a intentar no quedar en ridículo, al contrario que este grupo, que ya ha quedado en evidencia ante todo el país.
02/03/20 3:15 PM
  
José
Padre Jorge, si una persona tiene gripe, no es necesario dar la paz ni besos, una educada inclinación de cabeza o poner la mano en el corazón con asentimiento, es suficiente. Si se comulga, no pasa nada con que se ofrezca la mano a la Hostia.Y en la confesión urgente por pecado mortal avisar al sacerdote para que no aspire el pobre las miasmas del penitente pues bastante tiene con escuchar guarradas. Pero la gente es muy bestia o no tiene cultura. No hay que fastidiar a nadie y como ud bien dice tampoco hay que exagerar.
02/03/20 3:25 PM
  
JSP
1. Cuestión de fe padre Jorge.
2. ¿Cómo sería la fe de los obispos, sacerdotes y feligreses en el Imperio romano que ni a la espada, a la tortura, a los leones o a los virus confiaban en Dios?
3. Porque con los virus, los cristianos eran los únicos que permanecían en la ciudad con los infectados. El resto se marchaba de la ciudad, los idólatras de sí mismos, del dinero, del poder, del placer, de los dioses de mármol, ... del espíritu del mundo.
4. Qué centuriones de la fe observamos en la Iglesia Católica.
5. Qué luz transmiten los pastores.
6. Qué sal condimenta a la fe.
7. Qué fe hallará Nuestro Señor Jesucristo.
02/03/20 3:26 PM
  
F C Romero
Ave María Purísima, D Jorge.
También cerrarán el Congreso y el Senado ¿no? (iluso que es uno). Y hasta con un poco de suerte no aprobarán leyes infectas (no caerá esa breva) Ni los políticos darán mítines, ni manos, ni besos a los que se les crucen por la calle, ni los "informadores" podrán asistirles para aumentar aún más su ego (toma penitencia). Si es que a todo esto hay que verle el lado bueno.
Fomentar la costumbre de la oración D Jorge, ahí le ha dado Ud. de pleno. Y como el movimiento se demuestra andando, aprovechando que estamos en Cuaresma, rezaremos aún más .
02/03/20 3:39 PM
  
Carlos Porras
Querido Padre Jorge

En Costa Rica, el 1 y 2 de agosto hay una multitudinaria romería al Santuario de Nuestra Señora de los Angeles, Patrona del país. Hace algunos años, cuando la peste de moda era la fiebre H1N1, el Ministerio de Salud tuvo la genial idea de prohibir la romería porque podía ser una foco de contagio debido a la aglomeración de personas. Curiosamente, no se les pasó por la mente prohibir los partidos de fútbol. El asunto es que los obispos, en vez de defender la piadosa tradición, dócilmente acataron la disposición del Ministerio de Salud, cancelaron la romería y cerraron el Santuario. La historia tiene un final feliz. Los devotos de la Santísima Virgen acudieron en masa al igual que todos los años. Cuando llegaban al templo, rezaban el Ave María ante la puerta cerrada. ¿Y la fiebre H1N1? Pues no mató a nadie. La peste de moda, sea corona virus, gripe aviar, fiebre porcina, vacas locas, o lo que sea, solamente sirven para sembrar pánico. Circula la broma de que la única cura para el corona virus es no ver televisión. Rezo su Ave María.
02/03/20 3:53 PM
  
Tannhäuser
Oiga Pater, ¿usted tiene poderes? lo digo porque parece que me haya leído el pensamiento; lo que usted dice, lo firmo y lo rubrico. Y eso que ayer estuve tomando unos vinos con un médico amigo mío, que está, precisamente, en el servicio encargado de la prevención de epidemias y claro, aproveché para informarme y me dijo que el coronavirus de Wuhan no era cosa de tanta risa que ya nos iríamos enterando... Pero aún así, las reacciones absurdas que usted resalta son eso: gilipolleces, conductas idiotas; censurables en un laico, pero absolutamente inaceptables en un sacerdote y menos en un obispo, pero ya ve usted como está nuestra Madre Iglesia, en manos de una sarta de majaderos, eso sí, muy ecológicos, como la mierda que es el único abono aceptado en los cultivos ecológicos.

En fin, sacerdotes como usted y otros que conozco, son los que me confirman que efectivamente, las puertas del infierno no prevalecerán.

Le rezo su Avemaría. Y rece usted, también por mí, ¡puñetas! que me hace falta.
02/03/20 3:59 PM
  
Mismamente.
... Preocuparnos del cuerpo a costa de dejar morir el alma...

Ven Señor Jesús.
02/03/20 4:51 PM
  
Desde Valencia
Ha nombrado la soga en casa del ahorcado, D. Jorge. Yo y muchas otras personas que aquí vivimos, no lo estamos pasando precisamente bien, hay inconscientes que después de llegar de Milán han continuado haciendo vida normal, acudiendo a las concentraciones falleras, colegios, etc. porque las autoridades como suele ocurrir, están en la luna, en este caso la luna de Valencia. Ayer acudí a misa y el sacerdote no dijo nada sobre el gesto de la paz, pero muchos saludamos con una inclinación de cabeza y así debería ser siempre. En cuestiones de sacramentos no entiendo mucho, pero sí puedo hablar de epidemiología y este problema es muy serio, no se trata de una simple gripe. Dirán que la salvación del alma es lo más importante, pero si en muchas iglesias se hacen confesiones comunitarias y nadie dice nada, creo que en circunstancias especiales, este podría ser un buen recurso, cosas más raras se han hecho y se hacen.
02/03/20 4:58 PM
  
carlosalcocer
Padre, en su entrada de hoy se ha excedido un poco. No seamos victimistas: el decreto del Consejo de Ministros de Italia de ayer domingo reabre las iglesias y permite la celebración de los actos de culto adoptando normas básicas de higiene y garantizando una cierta distancia entre los fieles. La semana pasada las iglesias no se cerraron y quien quería podía ir a rezar pero sí que se suspendieron las celebraciones en tres regiones del norte de Italia, respecto a las confesiones, no se prohibieron sino que algún sacerdote escrupuloso decidió hacerlo unilateralmente. El gobierno italiano,sin embargo, mantiene cerrados los gimnasios y los centros comerciales sábados y domingos por la mayor afluencia de público. Ahora mismo en toda Italia quien quiera ir a misa puede hacerlo en las condiciones habituales, con un rito de la paz en el que la gestualidad se reduce a una respetuosa inclinación de cabeza y la comunión en la mano. Esto último, como Ud. bien sabe es porque al depositar la Sagrada Forma en la boca, el fiel proyecta a los dedos del sacerdote las gotículas que transmiten el vírus, gotículas que el ministro de la comunión puede transmitir al siguiente comunicante al tocar la Sagrada Forma. Así de simple. Como decía un comentarista que me precede, sigamos las recomendaciones básicas de las autoridades y no hagamos el ridículo como los de Torrejón y Corea. Podemos seguir rezando, celebrando la Eucaristía y acudiendo a los retiros cuaresmales como antes del COV-19. Y además mire el lado bueno, por lo que he visto en Italia, los sacerdotes al menos explican como recibir y consumir dignamente la Eucaristía en las manos, reduciendo substancialmente los modos creativos e irreverentes con los que numerosas veces se hace.
02/03/20 5:05 PM
  
M. Angels
Pues si hay epidemia, los curas como los médicos, en pie de guerra para atender a los fieles. Que celebren los sacramentos y que confiesen. Una cajita de mascarillas desechables en la ventanilla del confesionario y va que chuta.
A veces da la impresión de que cualquier excusa es buena para echar el cierre en las iglesias. Si la infección es leve, no hay motivo. Y si es grave y te pone en peligro de muerte, misa, confesión y unción. Iglesias abiertas y sacramentos disponibles. Y aprovechar la histeria para insistir al personal que se pongan en paz con Dios.
02/03/20 5:21 PM
  
doiraje
Sin exageraciones ni alarmismos innecesarios, que se tomen las medidas oportunas en cada caso, nunca por un puro mimetismo irracional.

02/03/20 5:49 PM
  
Jose Ignacio
Muy bien JSP con la informacion de los primeros cristianos en epocas de pestes. Lo habia leido . Gracias por recordarlo.Tambien el Padre Damian etc.Sin duda que ejemplo dieron como martires y testigos amando a su projimo!!
02/03/20 5:53 PM
  
Haddock.
Vivo sin vivir en mí.
He puesto sacos de tierra en la entrada de mi domicilio tras los que me parapeto con un Mauser alemán de la guerra del 14.
¡Son tantos los peligros que nos acechan!
El corona virus, el cambio climático, el chuletón de vacuno...

Los sensatos curas de Padua no habrán oído hablar del P. Damián en Molokai pero me encantaría hacer una comida con ellos para partirme de risa con su humor zumbón y de paso aprender algo de doctrina.

Nuestra única esperanza es el gobierno progresista que disfrutamos, con el Presidente veraz, sus vicepresidencias de "gente" coherente; sus ministros (y ministras, oig) que marcan un antes y un después en la formación intelectual y laboral de un político.

Quizás los millones de vacunas que compró Zapatero para frenar la letal gripe A, no hayan caducado.

02/03/20 6:02 PM
  
Luis Piqué Muñoz
¡El Nº de Necios es Infinito! Y eso lo saben y lo son y lo extienden el satanismo mediático ¡Una excusa más para Perseguir a la Iglesia, que siempre recibe! En efecto, Gran Padre Jorge, el Virus ése de las Narices ¡y partes masculinas más Abajo! Ja, Ja, Ja ¡Genial! no se combate sólo con medidas Higiénicas, sino sobretodo atendiendo a los Infectados ¡como ha hecho siempre la Iglesia! ¡y la Bendita y Omnipotente Oración, que usted admirable y sencillamente defiende! ¡y que Hoy tan pocos Curas mencionan y ¡Ay! quizá Practican! ¡Los Ultimos Tiempos! ¡Viva la Cruz1 ¡Viva Dios!
02/03/20 6:07 PM
  
Eunice
Ha dado Vd. en el clavo al afirmar posibles intereses creados; hablando de este asunto se omiten otros de más interés que no interesa al Gobierno se ventilen. He leído incluso que pueda ser provocado con vistas a una pandemia de elimine a gente mayor considerados parásitos; en los jóvenes parece que no prende este virus o al menos no es tan virulento
02/03/20 6:25 PM
  
Juan Mariner
A los católicos "nos buscan" los poderosos para vomitar en sus medios noticias negativas, extravagantes, rocambolescas, ridículas... Algunos colaboran en ello y se lo ponen fácil. Nos lo hemos ganado a pulso.
02/03/20 6:36 PM
  
Miguel García Cinto
En mi muro de Facebook he publicado lo siguiente:

Dada la aprensión excesiva en la Iglesia sobre el coronavirus, más pronto que tarde, en muchas Diócesis no darán la comunión en la boca.
No olvidemos que Dios cuida de sus hijos. Bien está que pongamos los medios necesarios, uno de ellos es hacer las formas más grandes, al respecto recuerdo a un sacerdote enemigo como tantos otros de dar la comunión en la boca, y además como es muy escrupuloso en la misa que celebraba, consagraba varias formas grandes, las cuales partía en cuatro trozos, en evitacion de que pudiera impregnarse los dedos con la lengua del comulgante. Sobre la higiene de las manos, el sacerdote se las lava en la sacristía antes de la celebración de la misa, en cambio los ministros extraordinarios y los que sin serlo son requeridos para ayudar al celebrante a dar la comunión por la gran afluencia de fieles, no las tienen debidamente limpias por haber tenido antes contacto con objetos o personas.
En cuanto al rito de la paz que no es preceptivo, debería prohibirse no solamente por el coronavirus, sino mucho antes por el abuso desmedido de ir yendo de aquí para allá, contraviniendo las normas litúrgicas.
02/03/20 8:54 PM
  
Rosa de Jesús
Joven tradi estoy completamente escandalizada con que la FSSP niegue la comunion por miedo a la peste.
Jesus es Dios, es la fuente de la Vida y la Salud, del arbol de la Cruz donde esta Crucificado Jesus fluye la vida de los catolicos y paganos, nada subsiste sin la vida que mana de Dios! Como vamos a temer que la Sagrasa Eucaristia, cuerpo, sangre, alma y divinidas de nuestro Señor, puede traernos muerte y enfermedad, es una blasfemia monunental y horroroza, una falta de fe y confianza abominable!! Jesus resucito muertos, curo enfermos, hizo toda clase de milagros en donde dejo en claro su inconmensurable poder! Y no olvidemos los innumerables milagros de la Sagrada Eucaristia, de los santos, y de los sacramentales que ha documentado la iglesia a lo largo de la historia para reafirmarnos en el amor y la confianza absoluta en el Pan de los Angeles.

Estoy segura que la FSSPX no va a dejar de dar misa ni la sagrada comunion aun en medio de una peste mortal, mas que nunca se va a ver quien realmente cree en Jesus y quien no es catolico!
02/03/20 9:51 PM
  
doiraje
Es cierto que durante el acto de darnos la paz se cometen muchos excesos de todo tipo, sin embargo, me parece que es un momento muy hermoso de la misa. Para evitar abusos tal vez no sea el mejor modo su desaparición, sino educar a los feligreses. Para mí es importante dar la paz y recibirla en un acto tan humilde y sencillo como dar la mano a quienes tienes al lado. Sé que no es preceptivo, pero sería una pena que no podamos mostrar siquiera lo que es una manifestación comunitaria tan plástica de nuestra fe. No nos deposeyamos de símbolos litúrgicos o paralitúrgicos porque algunos, o muchos, no sepan utilizarlos adecuadamente. Mejor educar que empobrecernos.
02/03/20 10:00 PM
  
doiraje
Mejor escribir: "desposeamos".
02/03/20 10:05 PM
  
Miguel García Cinto
Doirage
Yo doy la paz llevando la mano a mi pecho acompañado de la expresión Paz y Bien. Como anécdota jocosa en una ocasión una anciana me atizó en las piernas con la garrota por no darle la mano, desde entonces las beso en la frente, sobre todo a las conocidas, aunque ahora con el coronavirus me abstendré.
Saludos cordiales en el Señor.
02/03/20 10:58 PM
  
Néstor
Como dicen en la Península, ya que el Pisuerga pasa por Valladolid, comunión en la mano, no confesiones, cierre de templos, no Misas, etc. La próxima medida sanitaria creo que es que no se pueda leer la Suma Teológica del Aquinate.

Saludos cordiales.
02/03/20 11:53 PM
  
Amalia
Acongojante, el Santo Padre bien seguro protegido por los muros de su habitación, sin estar con el populacho. La misericordia desde lejos, cómo no.
03/03/20 1:15 AM
  
Jorge Cantu
¿Cancelarán también los partidos de fútbol? Ah, esos no, porque esos sí dejan dinero, y cumplen una importante función social: contribuyen a distraer y marear las mentes débiles y huecas de Dios de los ciudadanos. ¿Cancelarán las reuniones parlamentarias (para reducir el índice de sandeces en el discurso público)? Ah, esos no, porque ahí se fragua, diligentemente, la ruina de la nación.
03/03/20 2:01 AM
  
Soledad
Bueno padre hoy no se si darle o no la razón.
Mi formación médica me dice que hay que seguir las indicaciones de las autoridades sanitarias. El sentido común tb. Poner en duda esto no es muy sensato y además da una imagen horrible.

Lo que ocurre aquí es que todo el mundo habla de lo que no sabe. La última, en Málaga, que si hay que recibir la comunión con la mano.
Hablan periodistas, políticos, y legos en la materia, entre ellos nosotros. Ocurre tb que legos tb son los propios especialistas del tema, que con honestidad reconocen que no saben mucho sobre este "extraño virus"??. Están todavía en la fase de recogida de datos, y mientras este campa a sus anchas bajo la histeria colectiva,o cierto grado de broma de otros

Cómo todo, en los tiempos que corren, se pasa del histerismo a la frivolidad, la última mascarillas de lujo?. Del esperpento, pagar 500€ por cinco mascarillas, a la contradicción, limitando el acceso al culto o los sacramentos, como la confesión y no limitar las aglomeraciones en lis supermercados o en un evento deportivo.
Todo es un poco caótico, no existen medidas coordinadas y cada cual opina y hace, todo muy de nuestro tiempo.

Histerismo fuera, alarmismo tb, pero una alarma sanitaria se debe valorar y no frivolizar. Puede tener un 2 o un3%de mortalidad, pero ayer pensé en la residencias de ancianos y me imagine lo que supondría la entrada del mismo en una de ellas. Sensatez ante lo poco que sabemos, confianza en Dios, pero tb debemos ser conscientes que no podemos caer en la frivolidad ni el alarmismo. Cuestión de equilibrio.

Mi trabajo me exige el uso de mascarilla, guantes y el lavado de manos. Esterizacion de instrumentos. Un entra y sale de personas. Evidentemente estoy tranquila, soy más escrupulosa en lis protocolos si cabe, mi contacto es menos de un metro con el paciente. Si me salto esto, no sólo el Coronavirus, sino otros estarían a sus anchas.
Prudencia y sensatez, por parte de todos.

Lo de la comunión en la mano, me ha dejado estupefacta. Supongo el sacerdote la dará con guantes 😳
03/03/20 5:01 AM
  
Soledad
Un pequeña ocurrencia a pasado por mi cabeza dado el histerusmo de algunos.
Las mascarillas escasean y han subido de precio. En mi trabajo tenemos cajas apiladas en stock. Pensé me cojo el tren a Madrid, por ser una de las zonas más afectadas. Me pongo a venderlas y hago mi agosto 😂😂😂. El miedo nos atonta el cerebro..... mucho de lo que oímos y vemos tienen esta raíz.
03/03/20 5:11 AM
  
Otra María
Un montón de aplausos para ud , DJorge.Como siempre , dice las cosas muy claritas.Genial !!
03/03/20 7:09 PM
  
Isabel
Padre me faltan palabras para agradecerle sus post. Entre ellos y algunos de los comentarios de sus lectores, me hacen pasar ratos divertidísimos. Lo cual con la que está cayendo a todos los niveles, es muy de agradecer.

Dios les bendiga y les siga conservando el sentido del humor.
04/03/20 2:08 AM
  
JSP
Comunicado de prensa de Monseñor Pascal Roland, obispo de Ars-Belley:

Más que a la epidemia de coronavirus, debemos temer a la epidemia del miedo. Por mi parte, me niego a ceder al pánico colectivo y a someterme al principio de precaución que parece mover a las instituciones civiles.

Así que no tengo la intención de emitir instrucciones específicas para mi diócesis: ¿los cristianos dejarán de reunirse para rezar? ¿Renunciarán a tratar y a ayudar a sus semejantes? A parte de las precauciones elementales que todos toman espontáneamente para no contaminar a otros cuando están enfermos, no resulta oportuno agregar más.

Deberíamos recordar que en situaciones mucho más serias, las de las grandes plagas, y cuando los medios sanitarios no eran los de hoy, las poblaciones cristianas se ilustraron con pasos de oración colectiva, así como por la ayuda a los enfermos, la asistencia a los moribundos y la sepultura de los fallecidos. En resumen, los discípulos de Cristo no se apartaron de Dios ni se escondieron de sus semejantes, sino todo lo contrario.

¿El pánico colectivo que estamos presenciando hoy no revela nuestra relación distorsionada con la realidad de la muerte? ¿No manifiesta la ansiedad que provoca la pérdida de Dios? Queremos ocultarnos que somos mortales y, al estar cerrados a la dimensión espiritual de nuestro ser, perdemos terreno. Disponiendo de técnicas cada vez más sofisticadas y más eficientes, pretendemos dominarlo todo y nos ocultamos que no somos los señores de la vida.

De paso, tengamos en cuenta que la coincidencia de esta epidemia con los debates sobre las leyes de bioética nos recuerda oportunamente nuestra fragilidad humana. Esta crisis global tiene al menos la ventaja de recordarnos que vivimos en una casa común, que todos somos vulnerables e interdependientes, y que es más urgente cooperar que cerrar nuestras fronteras.

Además, parece que todos hemos perdido la cabeza. En cualquier caso, vivimos en la mentira. ¿Por qué de repente enfocamos nuestra atención sólo en el coronavirus? ¿Por qué ocultarnos que cada año en Francia, la banal gripe estacional afecta a entre 2 y 6 millones de personas y causa alrededor de 8000 muertes? También parece que hemos eliminado de nuestra memoria colectiva el hecho de que el alcohol es responsable de 41000 muertes por año, y que se estima en 73000 las provocadas por el tabaco.

Lejos de mí, entonces, la idea de prescribir el cierre de iglesias, la supresión de misas, el abandono del gesto de paz durante la Eucaristía, la imposición de este o aquel modo de comunión considerado más higiénico (dicho esto, cada uno podrá hacer como quiera), porque una iglesia no es un lugar de riesgo, sino un lugar de salvación. Es un espacio donde acogemos al que es Vida, Jesucristo, y donde, a través de Él, con Él y en Él, aprendemos juntos a vivir. Una iglesia debe seguir siendo lo que es: un lugar de esperanza.

¿Deberíamos calafatear nuestras casas? ¿Deberíamos saquear el supermercado del barrio y acumular reservas para prepararnos para un asedio? ¡No! Porque un cristiano no teme a la muerte. Es consciente de que es mortal, pero sabe en quién ha puesto su confianza. Él cree en Jesús, que le afirma: «Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá para siempre”(Juan 11, 25-26). Él se sabe habitado y animado por «el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos» (Romanos 8:11).

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Además, un cristiano no se pertenece a sí mismo, su vida debe ofrecerse, porque sigue a Jesús, quien enseña: “El que quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y el Evangelio, la salvará ”(Marcos 8:35). Ciertamente, no se expone indebidamente, pero tampoco trata de preservarse. Siguiendo a su Maestro y Señor crucificado, el cristiano aprende a entregarse generosamente al servicio de sus hermanos más frágiles, con miras a la vida eterna.

Entonces, no cedamos ante la epidemia de miedo. No seamos muertos vivientes. Como diría el Papa Francisco: ¡no os dejéis robar la esperanza!

+ Pascal ROLAND
04/03/20 7:07 PM

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