La gallina Marcelina y la misa matutina
Se puede ser creyente o no, eso es cosa de la gracia de Dios y de la libre respuesta del hombre. Lo que no se puede ser es analfabeto y encima, como se dice vulgarmente, no cortarse un pelo.
Estos días he tenido la oportunidad de ver varias veces en televisión a un hermano sacerdote bailando todo lo bailable en su iglesia, no sé si al principio, a final o en medio de la misa. Desde luego, revestido con alba, estola y casulla. Bien, a mí eso me parece básicamente una memez y un no saber estar donde hay que estar. Que cante y baile en otros momentos y circunstancias será más o menos oportuno y punto. La casulla se nos impuso para otra cosa, o eso me parece, que a lo mejor ando equivocado. Pero a lo que voy es a otra cosa.
Ante el numerito del cura este del bailoteo la gente opina. Opinan los tertulianos de la tele y opinan nuestros propios feligreses. Curiosamente, bueno, mejor evidentemente, lo que muchos dicen es que el cura hace bien, que de hecho llena su iglesia y que si la gente no va más a misa es porque se aburre. Vamos por partes.
Llenar la Iglesia. No es tan complicado. Basta montar numeritos y regalar cosas. Hoy toca cura bailando fandangos, mañana una obispesa en tanga, otro día regalamos videoconsolas a los niños y otro más aperitivo gratis con Ribera de Duero, jabugo y unas gambitas de Sanlúcar. Otra cosa es durante cuánto tiempo el cura bailongo va a seguir llenando la iglesia, porque estas novedades caducan y pronto, y por otra parte no me parece que uno esté para eso.
Lo que tiene mérito es llenar los templos, mantener y aumentar la feligresía, ver a la gente rezando y acercándose al sacramento de la reconciliación y ver cómo avanzan en el camino de la santidad.
Luego viene, aquí redoble de tambores, el gran descubrimiento de que la gente no viene a la iglesia porque nuestras misas son aburridas. Aburridas. Sí. Repito: aburridas. Menuda diferencia con el rezo musulmán o la meditación budista, donde las carcajadas se escuchan desde La Meca hasta el Tibet.
¿Aburridas dicen? Pero, por Dios, si en las misas católicas uno puede encontrarse curas bailando zapateados, curas transmutados en Superman y el payaso Pepito, pueden verse globos, guiñoles, bailes, coros y danzas (sin segunda intención, ya quisiéramos), reparto de gominolas, disfraces variados, lecturas alternativas, liturgias del todo creativas. Pero si llevamos haciendo misas no sé si divertidas o al menos entretenidas años y años con unos magníficos textos litúrgicos como esos tan conocidos de “A la liturgia por la cartulina y el globo”, o aquél de “La gallina Marcelina y la misa matutina”. ¿Aburridos nosotros?
Aburrida la gente, aburridos los niños, que ya no vienen ni con piruletas. Tan aburridos que acuden a unas misas aburridísimas como ellos, en unas parroquias que siguen sin conocer más gallina que la Turuleca o Papanatas, para los viejos del lugar, y que desde luego su sitio lo tendrá en otro lugar, no en el templo.
Oiga, D. Jorge, que sabemos de buena tinta que en Braojos se baila en misa. Sí. Así es. En las misas del gallo, navidad, año nuevo y reyes. La pastorela. Una danza que tiene su origen en el siglo XV. Y en Sevilla los seises. La gallina, no.
42 comentarios
Esto es falta de catequesis. Cuando yo era niño, hace ya bastantes años, en los tiempos en que los catequistas enseñaban la Doctrina sin opiniones especulaciones, ni originalidades, aprendí (y todavía no se me ha olvidado) que se asiste a la Santa Misa con estos propósitos:
1 Para adorar y alabar a Dios. (Latréutico)
2 Para obtener perdón de los pecados. (Propiciatorio)
3 Para dar gracias por todo lo que Dios nos da. (Eucarístico)
4 Para rogar por todos los vivos y los difuntos. (Impetratorio)
Sobra decir que para entretenerse o divertirse uno no va a la Iglesia, sino al cine, al teatro o al circo.
Al ver curas de bailongo en el templo, uno inevitablemente se pregunta ¿Es que en el Seminario no repasan la doctrina? Los cuatro fines de la Santa Misa se encuentran en cualquier catecismo... bueno, en cualquier catecismo de los de antes.
Rezo su Ave María
Quizás sea útil regalar chupetes, bailar tango y cosas por el estilo, pero no parar atraer a los fieles a Cristo. Y jamás de los jamases haciendo estas cosas en el templo.
Curas enfermos de ansiedad de números "sociológicos" y completamente olvidados de la fe
Y en otra de difuntos, donde se contuvo (del bailoteo) pero se retrató. En la PE, donde se dice aquello de "Acuérdate también de nuestros hermanos que durmieron..." soltó un discurso sobre como la Iglesia "jamás dice muerte, sino que dormimos, etc." para inmediatamente seguir diciendo "... y de todos los que han muerto...". Cosa que, obviamente, le cortó un poco.
En fin. También le digo que, más o menos, la inmensa mayoría de los que pertenecen a su "movimiento" o lo que sea están cortados por el mismo patrón litúrgico. No llegan a ese extremo, pero se pasan la Liturgia por....
Saludos cordiales
Me he sonreído con la foto que ha colocado Ud. hoy. La portada de ese disco me ha llevado a la niñez nuevamente, pues mi madre (q.e.p.d) nos ponía ese disco con ese cuento, claro, cuento era. Lo de “La gallina Marcelina y la misa matutina” a lo mejor es por aquello que cantaba la propia gallina "...Yo soy una gallina con mucha tradición, pues era de mi abuela el huevo de Colón"
La confusión del saber ser y el saber estar, del hacerlo uno propio y asumirlo como tal, o simplemente de hacerlo porque es costumbre (que no se entiende ni se asume) con lo cual, ante una situación fuera de lo que debiera ser normal, aparece una "presunta inventiva" para ser original y "quedar bien", cuando en realidad no hay ni una cosa, ni la otra. No se es original pues a lo largo de los dos mil años de Cristianismo quedan pocas cosas, creo yo por inventar, y por supuesto, como se hacen las cosas de cualquier manera, según el criterio personal del actuante, el espectáculo es penoso y lo mejor es olvidarlo, con lo cual de vez en cuando surge nuevamente como la idea del siglo por el "iluminado " de turno, que no escarmienta ni en cabeza ajena ni en la propia.
Inexistencia de conocimiento, o conocimiento a medias que es peor todavía. Pero es así para algunos, más de lo que debieran ser. Se ha dado y seguirá dándose.
La solución; enseñar, que evangelizar también incluye las obras de misericordia, entre ellas enseñar al que no sabe. Y sobre todo que aquellos que debieran saber por su aparente posición, título o cargo, en un rasgo de humildad muy necesaria, también de sabiduría verdadera, consideren volver a aprender aquello que ignoran o no conocen como debieran, o porque con el transcurso del tiempo, o por falta de práctica de lo debido, han olvidado. Lo de hacerlo propio y asumirlo para cumplir el mandato del id y enseñad el Evangelio, me da a mi que es lo más difícil de todo.
La imagen de la Pastorela, con el pastor con su corderillo, hincando la rodilla ante el Señor, ya es una catequesis por si misma. ¡Cuánto ejercicio de rodilla en tierra ante Dios es necesario!. Por cierto, no baila el cura, son los pastores.
Y esto no se consigue con cuatro catequesis de primera comunión y con varias charlas. Entre otras cosas, hace falta ESTUDIAR, no solo leer el Marca; y tampoco se trata de ser licenciado o grado en Teología, pero sí tener una mínima formación sólida que no se adquiere solo con oir la homilía dominical o leer por encima la hoja parroquial o diocesana.
La Misa no tiene que ser ni divertida, ni aburrida; ante todo tiene que ser SIGNIFICATIVA, que suponga algo importante para tu vida personal y para el desarrollo de la comunidad; ni caer en una improvisación litúrgica de a ver que nos inventamos hoy (creatividad mal entendida), ni en un rubricismo rígido, donde las normas son intocables, y eso nos lleva a una rutina sin espíritu.
Y me consta que no se explica
El día de la Sagrada Familia la iglesia de Braojos estaba llena. Cierto que coincidimos dos grupos de no habituales.
Pero ni le vi a usted haciendo estrambotes ni era uno de los 4 días de La pastorela.
Escuchamos Misa con atención, reverencia y afecto y veneramos la figura del Niño con amor y agradecimiento.
Y en muchas iglesias, que usted y yo conocemos siempre hay una elevada asistencia de fieles de todas las edades en todas las Misas, sin necesidad de extravagancias ni irreverencias, a Dios gracias.
Lo estrambótico es vanal y pasajero
Lo auténtico es profundo y perenne.
Fuerte abrazo, padre.
Se trata de un combate donde La Sagrada Familia (que está integrada esencialmente al Misterio de la Encarnación y el Nacimiento), el Niño Dios, María y su San José acompañados de ángeles del cielo, pastores y de los Reyes Magos de Oriente y por el otro lado está el líder del mal y sus huestes, que fracasan una y otra vez en sus intentos por interponerse en el camino de los pastores, los malos usan todas las artimañas a su alcance para hacer caer en tentación a los pastorcillos, pero al final el bien sale triunfante y los cuidadores de rebaños llegan a Belén a adorar a nuestro Redentor y cantarle villancicos.
Las Pastorelas son muy graciosas y alegres, presentan al diablo ridiculizándolo y terminan siempre con su derrota, con el triunfo del bien sobre el mal.
Por una elemental discreción, ya que en la parroquia de mi pueblo este sacerdote vino, como digo, a sustituir al titular, y creo que no ha vuelto a venir (1), permítame que calle.
La misa funeral fue en Málaga, cementerio de Parcemasa, hace no más de un mes.
Saludos
(1) Digo creo porque a la iglesia del pueblo tampoco voy ya a la Santa Misa. El titular, al que tengo en lo personal un tremendo afecto y cariño y con el que he hablado, con la mayor caridad (creo) y claridad de todos estos asuntos, ya le digo, perteneciente a la misma Asociación Pública de Fieles (me he enterado de su forma jurídica) tampoco es un dechado en lo litúrgico (aunque sin llegar a los extremos de éste). Pero es que he asistido a misas de otros sacerdotes de la misma Asociación y tres cuartos de lo mismo: la liturgia se la pasan por... insisto.
Tampoco he conocido esos excesos de bailes, pero lo que llevo conociendo desde que recuerdo es que la misa queda marcada por el sacerdote que celebra, por su personalidad. He conocido curas comunistas que convertían su homilía en un mitin político (y siempre bastante monotemático). He conocido curas ególatras, y tanto sus homilías como el modo de celebrar podían titularse "Canto a mí mismo", en paupérrima imitación del poeta Whitman (había uno, argentino por cierto, que a la hora de la consagración apenas levantaba la hostia, con lo cual lo único que contemplábamos era su vulgar careto nada trascendente). Los hay histéricos, que son los que necesitan caer simpáticos, sean con chistes, bailes, complicidades con la audiencia de dudoso gusto (hubo un cura que, para clarificar el contenido de la lectura litúrgica, hizo una alusión a cuando te levantas por la noche varias veces a orinar porque la próstata comienza a protestar -huelga decir que no me acuerdo de lo que quería explicar, sino de la espantosa comparación-). Si el cura es excesivamente tímido, no logramos entender lo que nos dice, ya sea porque habla con voz muy baja, porque lee muy rápido o porque su inhibición angustia tanto a la audiencia que estamos todos deseando de que concluya. Y, en fin, está el cura funcionario, que da misas de forma repetitiva, de memoria, sin vocalizar siquiera, y en ocasiones en tiempo récord (asistí a una de este tipo que duró quince minutos con homilía). Hay más subtipos, pero estos son los que más me he encontrado.
La experiencia me ha enseñado de forma abrumadora que la misa y su desarrollo depende de la personalidad, de la madurez, del equilibrio afectivo y sólo en último término del conocimiento, la cultura o la inteligencia del celebrante. Sé que teológicamente lo que el celebrante sea como persona no tiene la menor importancia, pero en estos tiempos, no es que lo sea todo, pero tiñe enormemente su desempeño. Por desgracia.
doiraje: No creo que este tipo de cosas tenga nada que ver con la personalidad del sacerdote. Con tal cosa tiene que ver el ser más o menos simpático, nervioso o apacible, mejor o peor orador, tener un tono de voz agradable o desagradable o un problema en la vista que le haga interrumpirse porque no ve bien lo que lee, etc...y todas ellas me producen ternura más que otra cosa. Ahora bien, aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid para que todos los Evangelios acaben en una homilía sobre los pobres, "dinamizar" la misa con algún espectáculo, ser creativo con el Credo Apostólico, etc...ya no son cosas ni de la personalidad ni de los achaques del cura sino que provienen de una interpretación errónea de la liturgia y de pensar como cierta persona que dijo con referencia a una noticia: "La Doctrina está al servicio de la Pastoral. ¿Sí o no?"
Ningún cristiano serio pide un cura excepcional, pero es de cajón que pida un mínimo de respeto por la celebración de la Misa. Los cristianos que no son serios lo serán menos a medida que se les acostumbre a "amenidades" de todo tipo. Es más, con gran paz asisto yo a una misa en una ciudad, que no voy a nombrar, donde hay unos sacerdotes viejísimos con un tono de voz monocorde, pero respetuosos al máximo con la liturgia y con su ministerio, de los que se ciñen a la Palabra sin salirse de programa. Voy a esa iglesia y salgo reconfortada.
Los sacerdotes muy mayores que siguen en activo porque no hay quién les sustituya me producen, a pesar de hablar bajito y de moverse con una lentitud tremenda, una paz y una ternura que me acercan a Dios. Así que no se trata de exigencias de ningún tipo, al menos en mi caso.
Saludos cordiales.
No hace falta bailar y hacer el tonto para llenar una iglesia, en la parroquia de Nuestra Señora de los Remedios de Sevilla tenemos once celebraciones de la Misa dominical, desde el sábado a las 13 h al domingo a las 21 h., en todas asisten muchas personas, en algunas se llena la iglesia con capacidad para al menos mil fieles, sin bailes , ateniendose a la liturgia de la Iglesia.
Dos pequeños detalles, las gambas con fama son de Huelva, de Sanlucar los langostinos, los seises de Sevilla no bailan durante la celebración de la Eucaristía, sino ante el Santísimo en la Custodia.
Muchas gracias
Chesterton podía escribir un artículo sobre la historia de un lápi,z que, por ser un objeto inerte, dependía de lo que el escritor ponía de su cosecha; hoy en día un objeto , para llamar la atención por un solo instante, tiene que tener chispitasbrillantes y cantar un raggeton
Es el objeto; y no el hombre, el que lo hace todo. Esto implica una sociedad de aburridos dependientes de los estímulos, con las neuronas paralizadas y que siguen con la vista o el oído los estímulos exteriores, como los bonobos.
Ahora tenemos tiempo, luego Eternidad.
A S. Pío de Pietrelcina le apremiaban y atosigaban para que sus Misas fuesen más cortas. Y los santos son nuestros modelos.
Las homilías deben versar sobre las Lecturas y/o la Festividad que se celebre en ese día y el cura debe expresar ideas claras que ayuden a los fieles a mejorar en Cristianismo, esa es la funciôn de la homilía: Enseñar.
Leo con espanto que la Permanente francesa recomienda adaptar los documentos bautismales a las nuevas situaciones familiares que se dan, basándose en que no se debe negar el Bautismo a ningún niño.
En la ceremonia hay una pregunta de obligatoria respuesta afirmativa que dice:
¿Y vosotros padres y padrinos renuncíais a Satanás y a todas sus obras?
Que homosexuales pidan bautizar a un niño ya implica mala intención pero como lo importante es que el niño reciba el Bautismo independientemente de cómo sean sus tutores legales; yo, si fuese cura, les diría que fuesen los abuelos quienes solicitaran el Bautismo y que buscaran padrinos de Bautismo católicos con los que tendría que hablar para ver su conpromiso real en educar al niño en la Fé antes de celebrar el Bautismo.
Lo de ingenuos como palomas lo pillamos bien, donde fallamos es en astutos como serpientes.
Ps. Lo comento aquí con permiso de D. Jorge porque la noticia no admite comentarios.
Precioso el video y ver tanta buena gente castellana piadosamente en el Templo adorando al Niño Dios.
A lo que iba, "me se sartan là lagrimà" leyendo la petición del cardenal Cañizares (príncipe de la Iglesia) pidiendo oraciones por la llegada del Sanchez y sus cuates; este Cañizares es el gran amigo del Pepe Bono y blanqueador de la PSOE, el mismo que fue a Roma a cargarse a nuestro añorado cardenal Rouco y que nos lo devolvieron a España, y se ha quedado en Valencia terminando de arrasar lo que queda de la etapa Osoro (menos mal que la Mare de Deu nunca abandona a los valencianos de la capital), el mismo de las galletas de Zerolo en San Carlos Borromeo para la Comunión.
El Señor sabrá lo que hace y solo me queda rezar y salir vivo como de la etapa post Vaticano II que no fue fácil.
Su avemaría rezada.
In Domino.
NB: ¿Alguien se acuerda del párroco de San Carlos Borromeo?¿Del presbitero portada de la revista ZERO? Dentro de 100 años se seguirá bailando la Pastorela.
Repiten los celebrantes en muchos casos , como si la gente fuera idiota, lo que se ha dicho en las lecturas de la Liturgia de la Palabra.
En otras ocasiones el que celebra cuenta anécdotas estúpidas.
En otras ocasiones el que celebra quiere aparecer como un señor cultísimo y ante un grupo de señoras de 83 años que seguramente no tienen grandes formaciones académicas ... se ponen a hablar en términos propios de un profesor de Teología de la Universidad Gregoriana. ¿para lucirse ? ¿ para sentirse un gran orador lleno de conocimientos ?
Homilías terroríficas en cuanto a su pesadez y plúmbeas ,,, hay millones.
Creo que el sacerdote celebrante debe preparar muy bien la Homilía durante una hora ...... , no aburrir nunca , no repetir nada de lo ya dicho en la Liturgia de la Palabra , ser ameno y que la gente salga con dos ideas claras.
Y que nunca nunca nunca que las homilías duren más de 5-6 minutos . A los 7 minutos la gente se pone a pensar en otra cosa y da igual que el sacerdote hable y hable hasta 20 minutos: no lo oyen y piensan que es un pesado.
Y si no se sabe qué decir , no improvisar .Elegir un trozo del Kempis de 20 líneas y leerlo. Improvisar excepto en algunos ( poquísimos ) da un resultado fatal.
Y las homilías de 15 minutos aún peor y desgraciadamente son frecuentísimas.
Nunca predicar más de 5-6 minutos. Es mejor saltarse la Homilía que una homilía de 15 minutos
Se acercan al “pueblo” y el PUEBLO SALE CORRIENDO!
Iglesias que tradicionalmente han estado llenas con familias al completo, ahora están casi vacías y lúgubres y la media de edad de los usuarios es de 75 años...y porque no tienen movilidad! Ni un niño, ni un adolescente, matrimonio jóven, familias jóvenes...GRAN TIRÓN!
Los que buscamos una misa recogida, solemne y tranquila peregrinamos por diferentes iglesias...Buscando aguas cristalinas y huyendo de aguas estancadas y emponzoñadas...
Dios te salve María....
El buen sacerdote del que hablan. Al que conocemos en Málaga... es un modelo de amor a Cristo y a su Iglesia... ya quisieran muchos...
El obispo lo sabe y no ha censurado nads. Porque no hay nads que censurar
.. por cierto es al final de la misa y después de la bendición final.
Se debe quitar la casulla????
Pues a lo mejor si. Peto ....NADA MAD
MUY PEORES.. SON OTRAS COSAS.
De mis "retratos" de curas que he descrito más arriba lo que pretendía subrayar es la influencia de la dimensión subjetiva en un acto tan objetivo como la Eucaristía. La palabra personalidad, aunque inexacta, era a mi entender la que mejor englobaba esa dimensión. Es obvio que no es lo mismo tener una preocupación excesiva por lo social (a eso denominaba con "comunista", no que el sacerdote de hecho lo fuera o estuviera afiliado al PCE), que ser tímido; o ser tímido con ser narcisista; ni la histeria está en el mismo plano que el desmotivado o aburrido.
En general, sean curas o no, con las personas que hacen lo que pueden, no tengo nada en contra. Si veo un sacerdote muy mayor, no tengo en cuenta sus limitaciones, a no ser que sean de un grado que realmente le invaliden. Los muy tímidos suelen hacer misas impecables. No así los histéricos y los narcisistas. Y no digamos ya los "funcionarios", que transmiten a la feligresía la sensación (aunque en el fondo no sea cierta) de que para él la misa es un oneroso trámite.
En ese sentido hay dos frases de Chesterton a lo mejor más adecuadas al tema "La mediocridad, posiblemente, consiste en estar delante de la grandeza y no darse cuenta" y una tremenda "Los ángeles pueden volar porque se toman a sí mismos a la ligera".
También ayuda Marx (Groucho no el Cardenal) cuando propone "Es mejor estar callado y parecer tonto, que hablar y despejar las dudas definitivamente".
La mención a la posibilidad de aburrirse en Misa o que la Misa sea aburrida reconoce como antecedente un deterioro en la Fe, no existe la posibilidad real de no estar alegres frente al Señor que se hace presente en la Eucaristía, la alegría de la salvación debe superar con creces las andanzas del celebrante....
Pero lo terrible es que si no entramos en nuestro aposento (dentro de nosotros) tampoco nos encontramos CON AQUEL QUE NOS SALVA. Y que terrible que ni aun en la presencia de quien tanto nos AMA, seamos capaces de ser por un corto tiempo humildes y "aburrirnos" para corresponder a ese AMOR que se nos da por completo.
No me digan que es que no lo sabemos, es peor, lo sabemos pero elegimos seguir distraídos, entretenidos, aturdidos, fuera de nosotros, perdidos. Lo que sea menos a solas con EL y con nosotros
Claudio; "La mediocridad, posiblemente, consiste en estar delante de la grandeza y no darse cuenta" es una frase redonda que define a casi todo el mundo. En unas conferencias un sacerdote confundió mediocre con anónimo por lo que no estoy muy segura de si sabía la diferencia, le rectifiqué, y entonces pareció reparar en que no eran la misma cosa. Es imposible saber la capacidad de admiración que pueda tener una persona anónima, en cambio la mediocridad en las personas públicas es notoria. La mediocridad es un signo de los tiempos actuales de la que se salvan pocas personas. Chesterton es grande por su admiración y su entusiasmo que empapan toda su obra.
Querido D. Jorge:
Su artículo me ha parecido magistral, por su sencillez y hondura.
¡Que el Niño Dios le llene a usted, más y más, de la unción y belleza que Él mismo ponía en aquellos pastores y pastoras de Braojos que le bailaron y adoraron el año en que se filmó ese precioso vídeo de que usted nos ha puesto al final!
Yo diría que en la Iglesia (¡y en cualquier asociación o en cualquier club!), el que no tiene al Esposo único e inmaculado que es Cristo, tampoco tiene fiesta (¡ni la tiene en su interior ni la encuentra a su alrededor!), y por eso mismo está obligado a mendigar como un pordiosero (¡a diario y sin cesar!) compañías y afectos que él y todos nosotros necesitamos siempre y “a toneladas”.
En otras palabras, quien le tiene a Messi y a Ronaldo en su equipo de fútbol, no quiere que en ese mismo equipo se metan a patear el balón sus compañeros de fábrica o sus amigos del pueblo de al lado.
Aunque todos comprendemos que quien no les ha visto jugar a Messi y a Ronaldo, siga idolatrando como un tonto a su amigo Roberto, que juega, creo, en un equipo que yo conozco.
Del mismo modo, quien nunca ha comido angulas, es lógico y comprensible que se atiborre de comer las “gulas” del Norte (que por otra parte no están mal).
El sacerdote que nunca haya oído cómo Cristo le canta al Padre eterno y el sacerdote que no haya oído cómo los ángeles le cantan a Cristo, es lógico y comprensible que se conforme con berrear chabacanamente sus propios bodrios o los bodrios compuestos por sus amigotes.
Quien nunca ha comido “el pan de los ángeles”, es lógico y comprensible que le parezca que no existen más que las algarrobas del hijo pródigo del Evangelio.
Quien se haya olvidado de que él ha salido de la casa del Padre, es lógico y comprensible que, por el momento, ni se le ocurra la idea de volver a ella.
Quien no ha entrado en el Reino de los cielos, es lógico y comprensible que merodee obsesivamente en torno a su propio ombligo y a su propio ego.
Quien no se ha enterado de que está “huérfano de Dios”, es lógico y comprensible que siga atolondradamente a sus propios sentimientos y sentimentalismos.
En resumen, “nadie que cate vino añejo quiere del nuevo, pues dirá: “El añejo es mejor” (Lucas 5, 39).
Algo así lo veo, querido D. Jorge.
Gracias a usted y gracias a tantos queridos lectores que usted tiene.
Un fuerte abrazo:
José Mari, franciscano
¿Suprimimos los Autos Sacramentales de las Semana Santa¿
Mucha culpa de que haya gente que en misa bostezan y miran el reloj, la tienen unas homilías largas y que son muchas veces repetir lo dicho ya en el Evangelio.....Eso en el mejor de los casos.
Otras veces se dicen cosas obvias.
Y todo lo que sea más de 5-7 minutos de homilía es casi imposible que mantenga el interés de los feligreses aunque el celebrante fuera Lacordaire.
Hay muy pocas homilías preparadas ....y así salen.Muchos sacerdotes se creen que improvisar es de genios e improvisan y les sale algo de una mediocridad infinita
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