Impresiones de este cura después de dos años en la sierra norte
Ayer martes, dos años desde que me hice cargo de mis tres parroquias rurales. Después de este tiempo yo creo que bien puedo hacer una primera valoración de este tiempo. ¿Mereció la pena? ¿Me equivoqué al ofrecerme para ir a atender estas parroquias? ¿Me he arrepentido en algún momento?
Fue una apuesta arriesgada. Muchos me lo dijeron: “estás acostumbrado a mucho jaleo, te vas a aburrir, qué vas a hacer ahí con tan poca gente, acabarás con una depresión…” Tuve mis miedos y mis precauciones. Pero bueno, creo que Dios lo fue tramando. Eran doce años en la parroquia anterior con la sensación de que me estaba estancando. Y justo en el mismo momento en el que yo decía a mi vicario episcopal que sería bueno que pensaran en un cambio, y que no me importaría ir de párroco a atender algún pueblo de la sierra, justo a esa hora, justo en ese momento, se procucía el accidente en el que falleció mi antecesor.
Fui con mucho miedo. Más que con miedo, con mucho respeto ante la nueva situación.
Han pasado dos años. ¿Algo que decir?
Que estoy muy contento, que me encuentro bien, que no tengo tiempo de aburrirme y que Socio, en el campo, se lo está pasando en grande.
La actividad es, evidentemente, otra. Aquí no tenemos ni grupos de pastoral, ni apenas reuniones ni misas multitudinarias. Tampoco tiene sentido marcar horas de despacho. Es otra cosa.
El tiempo se va de otra manera. Por supuesto la misa diaria, cada día en un pueblo, mi tiempo de oración con menos prisa, el rosario y la exposición del Santísimo un día por semana en cada parroquia. Un dia por semana celebro en una residencia de ancianos. Tengo tiempo para visitar enfermos, charlar con la gente por la calle, saludar a unos y otros. Hay que cuidar y mantener los tres templos parroquiales, tener al día documentación y contabilidades, ayudar a compañeros cuando surge, asistir a las reuniones de sacerdotes, atender los grupos que acuden a la casa parroquial de Braojos.
También dedico mi tiempo a esta nuestra parroquia virtual de San José de la Sierra. Escribo en el blog de cuando en cuando, envío “El serranito” todas las semanas, atiendo consultas por mail y hasta hago algunas grabaciones, eso que se llama ahora “podcast”. En fin, que no me aburro, gracias a Dios.
He descubierto algo muy importante, algo que todos sabemos en teoría pero que me ha venido bien experimentar en mi propia carne. Y es eso de que “solo Dios basta".
En Madrid, en cuaquier parroquia, se trabaja y mucho. Y en esos trabajos uno siempre tiene sus compensaciones humanas: gente en las misas, los niños en catequesis, las famlias agradecidas, la satisfacción de atender a los pobres, los grupos de jóvenes, la actividad diaria tantas veces desbordada. En mis tres pueblos la cosa es muy distinta. Misas de diario con dos o tres personas… o con nadie. No hay grupos, no hay actividad que te desborde. Algún entierro, las fiestas del pueblo, a diario la misa, quizá visitar a alguien y prontito en casa, especialmente en estos días de invierno en los que a las siete de la tarde pareciera que el pueblo está cerrado o casi.
No hay otro agarradero que Dios mismo. Es ese “te basta mi gracia". Es una cierta soledad en la que la presencia de Dios se hace grande al no tener nada que la empañe o distraiga de ella. Algo muy grande.
También doy muchas gracias a Dios porque he pasado, de la gente de la parroquia, gente y mucha, de la que la mayoría son fieles anónimos, a gente con nombre, historia, familia y mucho afecto compartido. Me sé su vida, y ellos la mía. ¡Cuántas veces se añora una comunidad real con nombre y apellidos, no una comunidad teórica. Yo, hoy, tengo la concreta. Eso es toda una suerte.
Además de todo esto, Dios me ha concedido la gracia de estar con los pobres de una manera singular. No con los pobres “de pedir", que aquí todo el mundo come a diario. Pero sí de ser párroco en esa España vaciada donde los jóvenes se marchan, tenemos algo de vidilla de fin de semana y muchas carencias cada día. Otra suerte que he tenido.
¿Entonces? Pues que doy muchas gracias a Dios por ser cura de pueblo y de pueblo pequeño. Que no me arrepiento en absoluto del cambio, que sigo agradeciendo a mi obispo la oportunidad que me dio y que soy muy feliz.
37 comentarios
Es claro, padre, que quién lleva a Dios por dentro nada le falta.
Respecto a los pocos feligreses de diario, recuerde siempre, que Dios le ha concedido a usted, por sus méritos, muchos parroquianos virtuales. Algunos seremos afortunados de charlar con usted en persona y todos pedimos a Dios por Vd. y su Ministerio.
Ser agradecido es de biennacido.
Paz y Bien.
Me alegro D. Jorge que esté contento, porque así transmite su alegría, y es de agradecer, en estos momentos en que no hay mucho por lo que sonreír, si hacemos caso del mundo que nos rodea, y no vemos el lado bueno de las cosas. Que Dios le proteja, la Virgen le acompañe y San José le guíe.
Alégrate María. ...
Y para que se de cuenta de la importancia de un sacerdote, compartiré con ud. (y con sus lectores) algo personal: no hace mucho, tal vez un mes, tuve un sueño ciertamente lúcido, que aun puedo recordar muy bien. En ese sueño una persona me consolaba dandome algunas palmadas en la espalda, por algo que no viene al caso contar. Cada una de esas palmadas eran realmente de un gran consuelo, como si viniesen de esa dimensión en la que Dios existe. Ni puedo explicar la sensación de paz que cada una de esas ligeras palmadas me transmitían. Cuando miré a la persona que tenía al lado, vi que vestia con las sallas blancas de un sacerdote (aunque no llevaba sotana). Vi que era una persona de mi edad, aproximadamente. Cuando me fijé bien, vi que era usted. Usted era quien me daba esas palmadas. Aun lo recuerdo, y recuerdo también el inmenso agradecimiento que sentí. No soy exactamente un creyente, pero desde ese día decidi participar en su blog honestamente.
Mucha suerte en su puesto, P. Jorge. No hace falta que sea perfecto. Con ser sacerdote, basta.
_/\_
Me gozo de tu alegría más que de la mía propia. Tu Misa diaria con dos o tres personas o...con nadie, tus otros actos litúrgicos (exposición de Jesús Sacramentado) o de piedad (rosario con los feligreses) con similar asistencia, tu caridad pastoral derrochada con la gente de esos pueblecitos en el trato lleno del cariño de Cristo, tu rezar pausado de la Liturgia de las Horas,... incluso los momentos en los que el ánimo se pueda encontrar más bajo, están siendo, por la bendita COMUNIÓN DE LOS SANTOS, un poderoso torrente de limpia agua viva en el río de la Madre Iglesia, tan enfangado por muchos de sus hijos (bastantes pastores incluidos). En el Cielo descubrirás (¡ya lo sabes!) que tu ministerio sacerdotal no conoce fronteras, ni de tiempo ni de espacio: ¡cuántos frutos de santidad estará produciendo donde ni siquiera alcanzas a imaginar!
En ti se cumple el "trinomio de las efes": tu FIDELIDAD a Cristo y a la Madre Iglesia es la causa más profunda de tu FECUNDIDAD y, ambas, la fuente de tu FELICIDAD.
Como los curas somos una "raza" peculiar, puedo decirte con todas las veras de mi alma lo que se dice ene l libro de Judit: "TÚ (y quienes son como tú) ERES EL ORGULLO DE NUESTRA RAZA".
Si llego al Cielo por la misericordia de nuestro Dios, no pararé hasta dar contigo y poder ofrecerte mi abrazo de hermano pequeñito, boquiabierto de satisfacción ante la grandeza de su hermano mayor.
Un sacerdote está en el confesionario y acude un penitente.
- Tú no eres de esta parroquia, ¿verdad? No te había visto antes.
- No, padre, soy un artista del circo que acaba de llegar.
- ¿Y qué haces en el circo?
- Soy saltimbanqui.
- ¿Y eso que es?
- Espere que le hago una demostración.
El hombre se levanta y se pone a dar saltos mortales, volteretas y cabriolas por encima de los bancos de la iglesia.
Dos abuelitas que esperaban a confesarse lo ven y una dice:
- Mejor volvemos cuando venga el otro cura, ¡que este pone penitencias muy difíciles!
A mí me sigue pareciendo que hace demasiadas cosas aún, pero, bueno, cada uno es distinto. Hace bien no quejándose de su situación: hay muchas personas, entre las que me cuento, que, viviendo en grandes urbes, y desde luego sin ser sacerdotes, padecen de verdadera soledad. Pero yo tampoco me quejo de mi situación.
Dios te salve Maria....
Un abrazo y mucho ánimo para seguir adelante.
Afirmas que a Don Jorge lo han exiliado. O una de dos, o don Jorge miente, y tu tienes información interna del obispado, o Don Jorge no miente y tu eres....(perdona que no te lo ponga, pero es que estoy haciendo unas penitencias de adviento)
Hay que ser.... pero muy.... para poner aquí cuando Don Jorge claramente nos ha explicado como ha sido y que el mismo se ha ofrecido, que le han exiliado. Y luego nos cuentas unas simplezas de la España rural, que me temo que conoces tanto como la vida de Don Jorge, o sea nada.
Luego ya la traca final nos descubres la gran conspiración de los latifundistas y de los poderes del Estado, esa que solo tu conoces. No se que haríamos sin ti, para reirnos un poco, con la cantidad de noticias tristes que traen las páginas de religión. ¿Porque no escribes el guión de una película?, pero no nos la cuentes, dejanos que vayamos a verla. Tu tranquilo si la escribes como drama y te la catalogan como comedia, no te preocupes, el caso es que funcione.
___________________________VINCEMMO, VINCEREMO. ✠
Y naturalmente, le rezo su Avemaría.
Conozco bien el campo español, en mitad los años 80 ya me echaron del campo sociatas y convergentes en acuerdo con sindicalistas vendidos 8mi familia hacía 500 años que vivía del campo como pequeños agricultores en una zona casi de montaña, dejaron el fruto seco echo unos zorros manipulando su precio en origen incluso fuera de "sus" leyes del mercado que tanto esgrimen para bien de la entonces CEE y de los grandes comerciantes y mercaderes: las cifras objetivas cantan.
___________________________VINCEMMO, VINCEREMO. ✠
Tu experiencia es muy respetable, pero solo es eso, tu experiencia personal. Lo que te ha pasado a ti, no es el campo en toda España.
Y del resto te digo lo mismo que antes, revisa lo que escribe D. Jorge, revisa lo que escribes tu y revisa lo que te digo yo.
Lo siento pero soy un perseguidor de la chorrada. No es nada personal.
Aunque el debate sobre el campo está fuera de lugar respecto al contenido del post de D. Jorge. Por llevar él tres parroquias rurales doy mi opinión, por haberlo vivido con mis tíos cuando yo era pequeño:
1) Hablar del campo, en general, en toda España es como tener un tío en "Graná".
2) En la provincia de Burgos que es la que yo conozco a fondo respecto del campo, precisamente fue la emigración masiva y la desplobación ( no total, naturalmente) la que permitió prosperar a los miembros de las familias que se quedaron.
3) Continuación del punto anterior:
Las tierras heredadas de los padres no daban para que vivieran 8 hermanos y sus familias, pero sí 1 ó dos, s/ hectáreas, y sus familias.
4) A día de hoy la comarca con denominación de origen Ribera del Duero no sólo permite vivir bien a sus viticultores/ agricultores. Sino vivir muy bien.
Antes eran tierras mayoritariamente de cereal y las vides se cultivaban para uso doméstico casi en su totalidad.
5) Cierto que los intermediarios arruínan a los agricultores, la solución en Burgos fue crear cooperativas y a día de hoy bodegas que usan el mismo sistema. Esto no elimina del todo intermediarios pero sí permite escoger a agricultores y bodegueros los intermediarios más honrados.
6) Me parece de una estupidez supina estar en contra de utilizar tecnología puntera para cultivar el campo.
Antes el cultivador más ducho con la hoz podía recoger dos fanegas de cereal de una tierra trabajando de sol a sol.
Hoy en día las cosechadoras en 6 horas recogen la cosecha de 12 tierras de esa producción y los maquinistas paran para almorzar, comer y merendar y otros menesteres.
Idem con las vendimias.
La tecnología no es mala ni buena, sabiéndola utilizar correctamente produce muchos beneficios para el hombre.
Paz y Bien.
Pues con sus palabras nos comparte MUY generosamente del Regalo de la Gracia del Espíritu Santo, que Dios Nuestro Señor como Sacerdote (Puente) le ha entregado.
Muchas gracias!; ya que invariablemente resultan ser un abrazo para el alma.
Creo que no cabe la menor duda en que Nuestro Señor Jesucristo lo envió a esa Misión Serrana; por la nobleza y fortaleza que existe en su corazón.
Pues me parece que hasta esa tierra tan lejana definitivamente Quiere llegar la Palabra Viva de Dios; al ser absolutamente Necesaria para vaciar con mayor facilidad y delicadeza los sentidos humanos del ruido exterior.
Sentidos que paciente y dulcemente irán siendo rellenados para continuar con el proceso personal de Renacer en espíritu desde arriba (Jn 3, 5) y alcanzar la Santidad., para la Gloria a Dios en la Eternidad poder regresar.
Habiendo aprendido todo lo necesario en su caso, del Amor Puro e Infinito del Sacerdote Supremo Nuestro Señor Jesucristo; quien entre los humildes de espíritu se complace al verlos Trabajar con un gran esfuerzo personal en la Viña del Señor.
Saludos!; que Dios lo siga colmando de bendiciones.
Ave María ...
P.D. Ah!; y también doy gracias a Dios por el “extra bonus” con la lectura del mensaje de su vecino, (lo imagino) el Cura de más abajo de despeña perros; pues me parece evidente que el Fuego del Espíritu Santo reina en su corazón, al “salpicar” con sus palabras hacia los demás muchas chispitas de Bendición. :)
(Sobretodo para quienes no nos distraemos tan fácilmente por algún tipo de sistema agrícola o de cualquier otro.)
No desviemos el asunto, nadie ha dicho estar contra las nuevas tecnologías y hacer las cosas artesanales, sólo que a mayor tecnología los precios en origen bajan y las precios finales van subiendo su IPC sin repercusión al consumidor: mayores plusvalías para incumplidores de la libre competencia. No me negará que ultramoderno y puntero "mar de plástico" emplea mucha mano de obra extranjera a bajos jornales en sus invernaderos.
En mi tierra, paradojas del destino, las macrocooperativas (ha interesado que sean grandes asociaciones de cooperativas pequeñas, muy voluminosas sobre todo, para evitar su control por el modesto socio que queda empequeñecido y sin relevancia alguna) son seudocooperativas (artificios falsos para controlar una parte del mercado que escapa a los comerciantes privados), donde hay dinero se mete rápido la mafia.
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