Acaba de llegar San José
Cada cual es dueño de tener sus devociones especiales. Mis debilidades dentro de la corte celestial se las llevan San Isidro y San José.
San José ha sido siempre un santo muy de la familia. Mi padre era José, un hermano José y todos tenemos algo que celebrar ese día. Yo, por ejemplo, los ministerios de acólito y lector recibidos un 19 de marzo, y hasta la sobrina religiosa entró en el convento un día de San José. A San José rezaban mis padres todas las noches para que les concediera una buena muerte y San José se portó. Los dos murieron en su cama y con su hijo sacerdote a la cabecera. Dicho esto, ahora voy con la historia.
Por cuestiones que no vienen a cuento, hace unos días tuve que pasar por una nave de almacenaje. El dueño, sonriente, me dice: mira lo que tengo ahí tapado. Levanto unas lonas para encontrarme con un montón de muebles y, en el lote, entre otras cosas, una enorme imagen de San José.
Me contó que, tras un cierre más de un convento, las monjas habían recogido algunas cosas porque les daba pena que quedaran abandonadas, entre otras algunas imágenes de no especial valor pero sí de devoción para ellas, que no querían dejarlas huérfanas y que estaban viendo qué destino darles. Lo tuve claro. San José se viene conmigo.
En la ermita de Braojos tenemos una enorme imagen del santo, pero a la ermita apenas vamos una o dos veces al año. Sin embargo, en el templo parroquial, nada. Pues ya tenemos San José.
Una imagen enorme. Más de lo que me pensaba. Tamaño natural y no creo que pese menos de sesenta o setenta kilos. Al punto que no pude cargarla en mi coche ni aun doblando los asientos traseros. Menos mal que uno tiene agarraderas y no ha faltado un sobrino que me la haya querido acercar con su camión.
Las monjas están encantadas de que San José vaya a una iglesia y tenga culto. Yo encantado de tener cerquita a San José. San José yo creo contento de encontrar un hogar.
He hablado con las religiosas con el deseo de hacerles llegar una limosna por el santo. Uno, que prefiere ser prudente, ha preferido preguntar si pensaban vender la imagen, porque entiendo que ellas también necesitarán salir adelante. No… Lo que quiera y pueda. Por una imagen similar nos han dado cien euros, si le pareciera bien, y si no lo que pueda, o nada… rece por nosotras.
Mañana los feligreses de Braojos se encontrarán con San José, de momento en el suelo mientras se le busca acomodo. Seguro que entre todos darán la limosna agradecidos a las hermanas.
Hombre, que me encontraba yo un poco perdido sin mi San José…
23 comentarios
Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum, benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus. Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatoribus, nunc et in hora mortis nostrae. Amen.
No quiero molestar más con mis palabras. Simplemente gracias por la historia. Pocas he podido leer de S. José.
un saludo a todos desde Valencia,
Mariano
Yo rezo todos los días a San José, por una buena muerte para toda mi y para mi familia. Otra vez gracias y el Ave María.
Dios esté con Vd.
San José, cabeza de la sagrada familia (Lc 1,27), cumple a la perfección con su misión paternal del Hijo del hombre desde la simplicidad, la sencillez, el silencio y el sentido común. "Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta." (Lc 2,4-5). “Y fueron a toda prisa, y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.” (Lc 2,16). "Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor," (Lc 2,22). El carpintero de Nazaret es quien transmite a Cristo su ascendencia y genealogía y con ello la descendencia de Abraham y la de David junto a las promesas del reino mesiánico y eterno. (Rom 1,3; 2 Tm 2,8; Ap 22,16). "Y todos daban testimonio de él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca. Y decían: ‘¿No es éste el hijo de José?’” (Lc 4,22; Jn 6,42). “Tenía Jesús, al comenzar, unos treinta años, y era según se creía hijo de José, hijo de Helí, hijo de Mattat, hijo de Leví, hijo de Melkí, hijo de Jannái, hijo de José, …, hijo de Adam, hijo de Dios.” (Lucas 3,23-38).
Por lo visto el papa pone debajo de un San José papelitos con peticiones.
Como veo que es muy grande ahí caben muchos papelitos, aunque tal y como están las cosas será mejor que ponga folios , muchos folios ...
Por lo pronto ponga uno con todos los que leemos su blog y pídale la gracia de q seamos fieles en nuestras respectivas vocaciones y fieles hijos de la Iglesia, a la q él debe amar mucho como nuera, puesto que es la Esposa de Cristo, y las cosas que están pasando y no entendemos que las vea como una nuera regu, pero que al fin y al cabo es la esposa de su hijo y la Madre de sus nietos . Seguro que puede hacer algo .
Desde luego, en la izquierda nacionalista catalana estáis enfermos, cualquier cosa la acabáis utilizando para hacer política, vender ideología, sembrar enfrentamiento y sobre todo, señalar enemigos.
Tío, como supongo que también decís al sur de Cataluña: ¡háztelo mirar!
¡Oh feliz varón, bienaventurado José, a quien le fue concedido no sólo ver y oír al Dios, a quien muchos reyes quisieron ver y no vieron, oír y no oyeron, sino también abrazarlo, besarlo, vestirlo y custodiarlo!
V. Ruega por nosotros, bienaventurado José.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Oración: Oh Dios, que nos concediste el sacerdocio real; te pedimos que, así como san José mereció tratar y llevar en sus brazos con cariño a tu Hijo unigénito, nacido de la Virgen María, hagas que nosotros te sirvamos con corazón limpio y buenas obras, de modo que hoy recibamos dignamente el sacrosanto cuerpo y sangre de tu Hijo, y en la vida futura merezcamos alcanzar el premio eterno. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Y oración a San José recomendada para después de la Santa Misa:
Custodio y padre de vírgenes San José, a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María. Por estas dos queridísimas prendas, Jesús y María, te ruego y te suplico me alcances que, preservado de toda impureza, sirva siempre con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.
Yo trato de rezarlas todos los días. Si a alguien le son de utilidad, me alegraré.
Es una bonita imagen. Se me ocurre que si nos indica una forma para hacer un donativo (un número de cuenta, por ejemplo), muchos lo haríamos gustosos, y no sólo el pequeño número de feligreses de Braojos. Y con un doble fin: ayudar a las monjitas y pagar una peana digna para la figura. San José no merece estar apoyado en el suelo como si fuera una tinaja. Usted verá. Es una sugerencia tan sólo.
Yo también soy devota de San José, después de Nuestra querida Madre está él.
Mi enhorabuena para vd. y sus parroquiaños.
Un Rosario por la devoción a San José, modelo de esposo y padre.
In Domino.
Glorioso San José, a cuya fiel guarda fueron encomendadas la misma Inocencia, Cristo Jesús,
y María siempre Virgen, te ruego por estas dos queridísimas prendas, Jesús y María que, preservándome de toda inmundicia, hagas que sirva siempre a Jesús y a María con espíritu puro, corazón limpio y cuerpo casto. Amén.
No recuerdo ahora quién fue el primero que expuso la teoría de que cuando pensó en repudiar a María, no lo hizo pensando en una supuesta infidelidad de Ella, cosa imposible para cualquiera que la hubiese conocido, sino por vislumbrar un misterio tan grande, tan grande que pensó que él era un insignificante que no pintaba nada en esa fiesta.
Sancte Joseph, ora pro nobis pecatoribus.
A él le estoy muy agradecida por su amor y protección y por las bendiciones que nos alcanza. Nací un 1 de mayo día de San José obrero.
Haddock, creo que el sustento de que San José nunca pensó que la Virgen le había sido infiel y antes bien quería apartarse, se encuentra en lo que le dijo el ángel: "NO TEMAS en recibir a María, tu esposa". ¿No temas? Si en verdad se creía un esposo ofendido, el temor no habría sido su sentimiento, sino la ira.
San José, ruega por nosotros.
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