Telemadrid como criterio pastoral
Esto nos ha pasado a casi todos. En cuanto una cosa no se hace a capricho de alguien o un grupo, te amenazan con llamar a la televisión. Las razones, de lo más peregrino y generalmente poco evangélicas: que el sacerdote nos ha pedido una contribución para los gastos de la catequesis, que no me quieren bautizar al niño el día y a la hora que yo quiero, que el párroco no permite que sea presidente de la hermandad D. Fulano porque dice que se ha divorciado dos veces y ahora vive con una tercera. O porque el obispo diocesano ha decidido trasladar de parroquia a D. Mengánez y mire por donde los fieles de la actual se han cabreado. En cualquier caso, la solución es la misma: o el reverendo, o el obispo, dan su brazo a torcer o llamamos a Telemadrid o similar.
No me extraña que se haga, porque si a algo tenemos miedo y tienen miedo nuestras jerarquías, es a salir en la tele. Nos horroriza la prensa. No hace falta dar muchas vueltas para comprenderlo. Si algunas decisiones no acaban de tomarse es por miedo a que nos crucifiquen en cualquier programa de televisión. Lo he escuchado muchas veces: es que si hacemos esto la prensa se nos echa encima… Vale ¿y qué pasa si la prensa se nos echa encima?
Ser fieles a nuestra fe es algo que jamás la prensa contraria lo va a tolerar. Si no se meten con nosotros es porque callamos en cosas que deberíamos gritar. Nos toleran alguna cosilla porque algo nos tienen que tolerar. Pero hablemos con claridad de ideología de género, por ejemplo, y tendremos sobre nosotros el dedo inquisidor de toda la prensa supuestamente liberal.
Hemos llegado a un punto en el que tenemos tanto miedo a lo que puedan decir de nosotros que, sin conseguir un nuevo fiel, muchos católicos se sienten abandonados a su suerte. Nos hemos acostumbrado a unas homilías tan prudentes, que son más bien acuosas por lo de inodoras, incoloras e insípidas que ni suscitan entusiasmos ni críticas especiales.
No nos queda más remedio que hacer lo que tenemos que hacer y predicar lo que tenemos que predicar, sabiendo que nos toca cobrar y no precisamente en euros. Predicar las verdades fundamentales de la fe: divinidad de Cristo, necesidad de la Iglesia, la gracia y la salvación, los novísimos. Denunciar la nueva colonización cultural. Reivindicar el lugar de la fe en la vida pública. Sin miedo a que nos llamen fundamentalistas, fachas y ultra cavernarios. ¿Y qué?
La política, en España especialmente, de ir de suavecitos por la vida, buscar la conciliación y no crispar socialmente, parece que ha dado pocos frutos. En Polonia lo hicieron de otra manera. Quizá por eso la fuerza del catolicismo es distinta.
Es que nos sacan en Telemadrid. ¡Y en la sexta! ¡Y en la cuatro! Pues bienaventurados vosotros cuando os persigan… ¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros, porque así hacían sus padres con los falsos profetas!
Seguiremos sin aprender.
23 comentarios
Quizá debamos devolver la amenaza con llamar a la prensa contraria. Es una opción....
Le rezo su Avemaría.
Pese a eso, pese a esa buena imagen, España tiene un 92% de personas que fueron "criados como cristianos" pero solo un 66% que dice ser cristiana hoy.
El 75% de los que han dejado la fe católica en la que fueron educados dice que lo hizo por los escándalos de las instituciones eclesiásticas. Pero ¿cuáles son estos escándalos?
Puesto que no hay obispos notoriamente corruptos con el dinero y los casos de pederastia han sido pocos (10 o 12 condenas en 30 años, creo) parece que la MALA PRENSA (salir en Telemadrid, en El Jueves, en todas las teleseries, en comedias y películas, etc...) es culpable de bastante de este alejamiento.
Véase el artículo de ReL: "España es el país europeo donde más gente deja la fe por los escándalos... pero ¿qué escándalos?"
En Roma, en los atrios de las iglesias hay una especie de sábanas para cubrir hombros o piernas, muy ligeros y nadie se queja.
P.D. Soy feminista de toda la vida, lucho por la igualdad de derechos y oportunidades, pero si quiero respeto, me tengo que respetar.
1- Los verdaderos fieles no nos dejamos engañar por los medios.
2- Los verdaderos fieles festejamos a un Sacerdote cuando vemos que en un medio determinado se echa bilis en contra de él por defender la Fe (su fama cae del Mundo y crece entre los cristianos)
3- Los católicos hace tiempo que tenemos muy claro que se nos persigue, acosa, atosiga y entorpece para favorecer el ateísmo y el modernismo.
Y último: Como en cada causa que defendemos y en la que nos implicamos: eso no acabará ahí...continuaremos moviéndonos para hacer justicia.
Pero es que la Iglesia en ocasiones tampoco lo hace bien. Me acuerdo de un caso, que pasó hace unos 15 años, de un grupo de fieles que salieron en un programa de La 1. El obispado respectivo había decidido dejar de mandar sacerdotes a su iglesia local por las razones "de logística" que fueren. Este grupo de católicos no estaba dispuesto a quedarse sin misas, pues habían luchado mucho por tener una iglesia: un local en buenas condiciones comprado con su dinero y puesto a punto por ellos mismos. Incluso habían contactado con dos sacerdotes jóvenes dispuestos a celebrar misa los domingos. Pero cuando intentaban contactar con el obispado correspondiente, les daban largas.
No sé como acabó el caso, mas la cuestión es que la Iglesia (institución) fue penosamente retratada ante miles de telespectadores, y todo porque en el obispado se estaba haciendo una gestión lamentable del asunto.
Ave María, llena ere de gracia, el Señor...
Eso dijo alguien hace tiempo.
Qué lo olvidemos nosotros los pobres pecadores, los alejados del rebaño y los perdidos tiene un pase.
Pero qué lo olviden los que precisamente lo tienen que gritar más alto y claro, eso creo yo que no, no tiene un pase.
Pero en fin, no todo son malas noticias. Ahí está lo del pastelero yanqui o lo del nuevo ministro italiano.
Este es el orden que nos imponen desde arriba. Eso sí, junto a la procesión del Cristo de Medinaceli, Telemadrid no dudará en retransmitir el día del orgullo gay con todo despliegue de medios técnicos y sobre todo económicos. Cuando la verdad no existe, todo da igual; nada vale nada. Las televisiones son las plataformas que hacen posible la degradación social de la población que otros deciden desde esferas muy altas, desconocidas para aquella. Y por si fuera poco nos obligan a financiarlas con nuestros impuestos.
Dicen que si no sales en la tele, no exites... Tanto mejor, salvo para ese 1% restante (en el que no está La 13, y sólo en parte Intereconomía). Aunque la presencia en los medios es necesaria para llevar adelante un proyecto político, el nuestro sólo debe basarse en el fuerza de la propia verdad que lo sustenta. Los maricones podrán meterse mano donde quieran, pero nuestra fuerza está en el silencio que se hace alrededor. Y todavía ninguna televisión ni ningún Soros han llegado a nublar por completo la conciencia de bien y de verdad de muchos corazones de personas anónimas. La verdad nos pone a todos en nuestro sitio. Y las televisiones son los altavoces de la mentira.
Desde abajo, siempre hemos de partir desde abajo, donde están los cimientos, nuestros fundamentos. Así lo hizo el Señor.
Con estos antecedentes, lo de que un hombre que ha entregado su vida a Dios y al prójimo, obediente, casto, y con 10 euros para un bocadillo de tortilla, sienta temor ante unas marionetas de sus amos, que además hablan y escriben como el culo (con perdón) o les tenga respeto para no ser señalado- silenciando así la Palabra divina- me parece una actitud errónea y felona, algo que en castizo castellano se podría corregir con un enérgico ¡ DÉJATE DE MARICONADAS !
Por otra parte esta la dichosa obsesión por el "DIALOGO", tanto en religión como en política:
¿Como se puede dialogar con quien sólo desea que se le conceda lo que pida y nada más).
Mi querido Padre Jorge, durante tres días hemos dialogado y no hemos tenido problemas ¿verdad?
PAZ Y BIEN.-
ANDRÉS ORTEGA MONGE.
Las tasas de aborto de Estonia, Hungría y Letonia son muy superiores a las de España y la de Lituania sólo un poco por debajo.
Cierto, el número de abortos en Hungría es superior al de España a día de hoy. Pero eso, así dicho, oculta lo importante.
Vamos a ver, Hungría hasta hace unos 30 años estaba sometida a un régimen comunista que favoreció que dicho país tuviera una de las más altas tasas de Europa en abortos. España, "disfruta" de una democracia más o menos liberal desde hace unos 40 años y viene de un régimen donde el aborto provocado no sólo era ilegal sino que socialmente estaba mal visto.
Por tanto, a lo que verdaderamente hay que atender es a la tendencia. Entre otras cosas, porque una sociedad no se cambia de la noche a la mañana.
Y así, mientras en Hungría la política al respecto está orientada a REDUCIR el aborto provocado con políticas de ayudas a las madres en riesgo de abortar, en España es justo lo contrario: si no abortas no eres guay, no eres progresista (por simplificarlo), y por supuesto, toda la política social está encaminada no sólo a provocar que el aborto forme parte de un método "anticonceptivo", sino que el mero intento de promocionar y educar para su erradicación, se está convirtiendo en una actividad que te puede llevar a la cárcel (Doctor Jesús Poveda).
Desde estas tierras mexicanas, nos duele ver a la Madre Patria bajo el embate laicista. Pero no olvidamos orar por usted a la Reina del Cielo. Iudica me, Deus, et discerne causam meam de gente non sancta. Ab homine iniquo et doloso erue me. Quia Tu es Deus, fortitudo mea.
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