Canciones religiosa: de la teología a la autocomplacencia
Un día por semana me reúno con tres o cuatro “Rafaelas” de alguno de mis pueblos. Una de ellas es una excelente cantora que tiene en su repertorio cantos no sigo antiguos, sino algunos antiquísimos. Hace no mucho me sorprendió con uno a la Virgen de origen claramente medieval.
Hablando con ellas de canto religioso, al final hemos llegado, o y he llegado a la conclusión, de que uno de los factores claves en la banalización del catolicismo actual está en una penosa música religiosa, que ha pasado de un contenido en los cantos netamente teológico, y donde se exaltaban la gracia y el misterio, a unos cantos sensiblones y autocomplacientes. Es decir, pasamos de la contemplación y expresión del misterio de Dios a la exaltación del propio yo.
Me van a permitir explicar esto con dos tipos de cantos.
Cantos eucarísticos.
Seguramente pensaremos todos en tres o cuatro de esos “de toda la vida” y que hoy seguimos cantando sin mayos problema. ¿Quién no ha cantado o sigue cantando en ciertos momentos “Cantemos al amor de los amores?”. Es un canto centrado en el misterio de la Eucaristía: Dios está aquí, venid adoradores… Gloria a Cristo Jesús, cielos y tierra, bendecid al Señor…
Piensen el otro clásico: “De rodillas Señor ante el sagrario”: el sagrario que guarda cuanto queda de amor y de unidad… Cristo en todas las almas…
O ese “Oh bien Jesús, yo creo firmemente” … que por mi bien estás en el altar, que das tu cuerpo y sangre juntamente al alma fiel… Ya ven: en dos líneas se afirma la presencia real en la Eucaristía, se recuerda la presencia en pan y vino y se recuerdan las condiciones para una buena comunión.
O eso de “Alabado sea el Santísimo Sacramento del altar, y la Virgen concebida sin pecado original…” Pura teología…
Piensen ahora, por favor, en los cantos que solemos escuchar durante la comunión. ¿Tú has venido a la orilla? ¿Es comparable la letra? ¿O ese “Tan cerca de mí?
Me atrevo con cantos marianos.
Desde “Eres más pura” que dice eso de “A ella sola entre tantos mortales, del pecado de Adán, Dios libró. El dogma de la Inmaculada Concepción.
“Toma Virgen pura… que es mirar al cielo, reconocer la grandeza de María e invitar a vivir un día con ella en lo alto.
El “Salve, Madre”…
O incluso aquello de Juan del Encina:
Tú, que del parto quedaste
tan virgen como primero;
tú, Virgen, que te empreñaste
siendo virgen por entero;
pues que con Dios verdadero
tanto vales,
¡da remedio a nuestros males!
Y que merece la pena leer entero…
Pues ahora, si quieren, cantamos otras cosas.
Hoy he visto Señor en el cielo suspendidas de un rayo de luz dos palomas… o lo de María Madre enséñame a vivir con ritmo alegre de juventud… O eso de “Tan cerca de mí…”. Qué bonito lo de me has mirado a los ojos, sonriendo has dicho mi nombre…
Yo creo que me explico…
43 comentarios
Como nunca se abordó este tema, cada vez , peor.
Dios te salve Maria......
Muy bien escrito, sí señor, muy práctico y muy sensato. Gracias
Tela como empieza:
"Con este motivo, y para que de hoy en adelante nadie alegue la excusa de no conocer claramente su obligación y quitar toda duda en la interpretación de algunas cosas que están mandadas, estimamos conveniente señalar con brevedad los principios que regulan la música sagrada en las solemnidades del culto y condensar al mismo tiempo, como en un cuadro, las principales prescripciones de la Iglesia contra los abusos más comunes que se cometen en esta materia. Por lo que de motu proprio y ciencia cierta publicamos esta nuestra Instrucción, a la cual, como si fuese Código jurídico de la música sagrada, queremos con toda plenitud de nuestra Autoridad Apostólica se reconozca fuerza de ley, imponiendo a todos por estas letras de nuestra mano la más escrupulosa obediencia."
Los abusos en 1903 le urgieron a escribir e imponer rotunda obediencia sobre esta materia. En 1903.
No tengo mucha idea sobre música sacra, pero la lectura de este documento pone los pelos de punta. Es tanta la distancia de lo que está ordenado e impuesto con la "más escrupulosa obediencia" y lo que realmente se tolera e incluso se fomenta incluso desde los ambientes "conservadores" que es muy díficil creer que el documento sea lo que dice ser.
Y sin embargo lo es.
El texto entrecomillado no deja lugar a dudas. Aquí hay que distinguir dos problemas. El primero consiste en que la inmensa mayoría del pueblo cristiano sacerdotes y obispos incluidos no tiene ni idea de lo que es música sacra. No tiene ni idea porque la mayoría ni siquiera la ha oído en serio alguna vez, y si la ha oído, ni siquiera ha advertido que era música sacra, porque su ignorancia es absoluta.
El segundo problema es que la mayoría de ellos, obispos y sacerdotes incluidos (inmensa mayoría digo), no están dispuestos a reconocer que la música que se canta actualmente hace daño. En algunos casos reconoceran que es mejorable pero la toleran porque están convencidos que algo de bueno tiene, porque incluso algunas veces se toca con cierto virtuosismo musical que encandila a los que la escuchan.
Hay no pocos grupos de oración, carísmáticos, neocatecumenales que hacen de la guitarra o incluso de los instrumentos de rock la base para su peculiar música sacra y no pocas veces la base para sus momentos de oración y alabanza.
El primer problema es lo primero que se ve, se prodría solucionar en 10 o 15 años con los medios adecuados. El segundo es la cuestión principal, y seguramente, harán falta una o dos generaciones hasta que se resuelva.
El problema de fondo, que en esta materia resulta evidentísimo, es que hay un cisma brutal, un abismo inmenso entre lo que la Iglesia propone y lo que los fieles están dispuestos a aceptar. Se hace bueno el dicho de que los fieles van a orar, alabar y hacer la voluntad de Dios, lo quiera Dios o no lo quiera.
Cualquier observación que se haga al coro de turno o al grupo de turno sobre la música se va a convertir en un drama para la parroquia.
Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus.
Pero entre los modernos hay una excepción gloriosa, de categoría para mí comparable a los antiguos, que es Cesáreo Gabarain, el autor de ese "Tú has venido a la orilla" , "La muerte no es el final" o esa Salve tan emotiva: "Hoy he vuelto, Madre, a recordar, cuantas cosas dije ante tu altar..."
500 canciones compuso el guipuzcoano, que nos dejó con 55 años a causa del cáncer.
Al cantar no hacemos otra cosa más que rezar, pues se alaba a Dios y se le dan las gracias por lo que somos, por lo que nos ha dado, para que tenga piedad de nosotros entre otras cosas y lo hacemos según el momento y las circunstancias. Insisto, es esencial el conocimiento de la Liturgia, el saber qué, cuándo y cómo se canta y no digo el porqué pues eso ya es aún más importante y básico para un cristiano.
Siempre tengo presente que de lo que habla la boca está lleno el corazón, en este caso de lo que se canta o así debiera ser.
¿Sensiblón y autocomplaciente "Tú has venido a la orilla"? Me parece que se ha pasado siete pueblos, don Jorge. ¿Sabía usted que esta canción era una de las preferidas de Juan Pablo II? ¿Me está diciendo que este papa santo cantaba cualquier cosa? No me diga, por favor, que eso de "en la arena he dejado mi barca, junto a Ti buscaré otro mar" es autocomplaciente. O lo de "mi cansancio que a otros descanse". Pero si es todo un llamamiento a seguir a Cristo, a cansarnos por él entregando nuestra vida a los demás. ¿Y por qué no va a poder sonreír Jesús? Hay muchas cosas que no nos dicen los evangelios, pero que seguramente también haría.
De acuerdo con que "Cantemos al amor de los amores", "De rodillas, Señor, ante el sagrario" y "Oh buen Jesús" son tradicionales y extraordinarias canciones que se te clavan en el alma y que deberían seguir cantándose en la iglesia, que últimamente se las oye más bien poco. Pero también "Pescador de hombres", y "Donde hay caridad y amor", y "Ante ti, Señor", y "Madre, óyeme". Las primeras no son incompatibles con las segundas.
Le dejo con san Juan Pablo cantando "Tú has venido a la orilla":
https://www.youtube.com/watch?v=zQXYHa1rLIE
En eso, los protestantes nos llevan muchísima ventaja, aunque poco a poco comencemos a recortar terreno. No es lo mismo una canción de comunión un Jueves Santo que un himno de una Jornada Mundial de la Juventud, pero ambos deben estar.
Pero diferencia suya la que comienza "Tú has venido a la orilla" a mi me recuerda que efectivamente el Señor Jesús sonriendo dijo mi nombre y me llamó a conocerlo y amarlo, y que es un gran gracia en si poder estar caminando hacia el altar a unirme con El. Lo mismo la canción "Dios esta aquí, tan cierto como el aire que respiro". y aun la de Valverde: "Nadie te Ama como Yo".
Así que para mi no hay oposición entre unas y otras. Y lo he pensado muchas veces, no son las canciones en si, sino el Espíritu de piedad que el Señor derrama en cada uno lo que nos hace tener alguna frase en mente cuando la liturgia ha finalizado en el templo y sigue realizándose en el corazón de cada uno.
Pero mi preferida es el Akasthitos. Cuando voy a alguna liturgia bizantina que en alguna ocasión la cantamos me regocija porque en si mismo supera en mucho a los libros de teología.
Salve, sagrario de arcana Sapiencia;
Salve, despensa de la Providencia.
Salve, por ti se confunden los sabios;
Salve, por ti el orador enmudece.
Salve, por ti se aturden - sutiles doctores;
Salve, por ti desfallecen - autores de mitos;
Salve, disuelves enredos - de agudos sofistas;
Salve, rellenas las redes - de los Pescadores.
Salve, levantas de honda ignorancia;
Salve, nos llenas de ciencia superna.
Salve, navío del que ama salvarse;
Salve, oh puerto en el mar de la vida.
Salve, ¡Virgen y Esposa!
Batalla perdida hasta que Dios quiera.
Esto es lo que se ha venido cantando los últimos 1000 años:
www.youtube.com/watch?v=33XotuYs-io
En los últimos 60 años y gracias a las mentes preclaras e iluminadas inefablemente por todos los dones del Espíritu Santo, nos ofrecen otro estilo que supera todo lo anteriormente escuchado:
www.youtube.com/watch?v=pC9a7e6W6m8
Efectivamente, gracias a la reforma liturgica musical abanderada por Cesáreo Gabarain - y mayormente, quienes lo fomentaron - podemos seguir escuchando esta música en la liturgia durante otros 1000 años más, por lo menos.
Y para el que rezar en silencio, meditando, leyendo un buen libro se le haga un poco pesado, pues se le ayuda con buena música religiosa moderna, con mogollón de mensaje, nueva evangelización, buen rollo y sursum corda:
www.youtube.com/watch?v=iivzWPLDFVw
¿Qué no mola?. Estas no renuncian al hábito. Doctrinalmente sin fisuras. Orgullosas de ser católicas.
Pues anímese D. Jorge, que también hay grupos de curas:
www.youtube.com/watch?v=eN5RnI8qAok
Canto Eucarístico a tope. Pequeña homilía introductoria evangelizadora y a quemar la batería y las cuerdas de las guitarras.
No sé si se exalta a Dios al propio yo, pero que esta música exalta de la leche, de eso no hay duda.
Y no me venga con remilgos ni objecciones que estos grupos están sobradamente avalados, apoyados y fomentados por muchos obispos de impecable fama infocatoliquera.
Uno se lee el motu propio de San Pio X, luego se ven ciertos vídeos y se acaba leyendo los comentarios de este artículo, y se queda sin aliento. Lo de AL, un chiste, ya se lo digo.
Lo que si es verdad , es que hay algunas canciones parroquiales , que dan penita, pero seguro que la intención es buena.
Dios te salve María.........
"Al Corazón Benigno de María, ven sin tardar oh pobre pecador, en su Bondad aquel que se confía, perdón y paz alcanza del Señor...."
"Cuerpo y Sangre de Jesús, Pan de vida, Cáliz del Señor en la Eucaristía, Redimidos por su amor, bautizados en su muerte, renovemos las promesas antes de comer su Cuerpo y su Sangre...."
"Oh Santo Altar por ángeles guardado, yo vengo a Tí con júbilo a tus pies, a Tí Mi Dios, por mí tan deseado, yo bengo a Tí por la primera vez, Hora Feliz en que el Señor del cielo se ofrece a mí por la primera vez..." (todavía me acuerdo de mi 1ª Comunión y me conmueve)..
Sigo con las avemarías que pide,Gracias Don Jorge, Ud. también echese alguna por mi familia, que falta nos hace.
La última: "Venid y vamos todos con Flores a María, con flores a María que Madre Nuestra es..."
Tantum Ergo y ya lo canse. siga siempre así, Gracias
En las letras de los cantos puede darse, en mi opinión, cierto margen, siempre dentro de la calidad y dignidad que la situación exige y merece. Se deben evitar las noñerías, los lugares comunes o la banalidad, por muy bien intencionadas que sean. Los salmos son una excelente referencia. Se puede cantar bellísimamente el misterio eucarístico y a la vez dejar espacio a la expresión de la relación del hombre con Dios. Expresar necesidad, angustia por el encuentro que se espera o ya perdido, la tristeza de la soledad o del pecado, el júbilo de la compañía y el consuelo, etc., son manifestaciones del vínculo de la criatura con su Señor. Y de hecho, existen muy bellos cantos al respecto, como salmos magníficos en la Sagrada Escritura que subrayan esta dimensión del amor como relación y que caben dentro de la celebración litúrgica.
Así, desde este criterio, aunque fuera del ámbito litúrgico, cabe definir como canciones religiosas infinidad de ellas. El dolor humano es fuente de muchísima belleza en todas las manifestaciones de la creatividad humana. También en nuestra época. El nihilismo que añora una otra vida posible, aunque desconocida, ha creado verdaderas cumbres del arte en pintura, poesía, música... Aunque lo litúrgico es un ámbito mucho más restringido que lo religioso, tal vez algunas composiciones religiosas sí podrían ser incluidas en un repertorio litúrgico.
Sin ánimo de provocar, y sin querer proponerla como canto litúrgico, evidentemente, esta canción de Elvis, grabada en los últimos años de su vida, me recuerda mucho al salmo 50, uno de mis preferidos. Es un buen retrato del hombre perdido en un mundo sin Dios, pero que al final reconoce que no otra cosa ha necesitado en su vida que beber de la fuente del amor verdadero. Una desoladora y maravillosa (tampoco éstos son términos opuestos) canción religiosa: "Pieces of my life"
https://www.youtube.com/watch?v=zzQAoYFfwT0&list=RDakH_oahdweQ&index=10
Padre puede ser una causa, pero no creo que el que la gente no vaya a Misa sea por ello. Y desde luego tampoco creo que haya sido por culpa de los sacerdotes. Aún recuerdo "el despacito" de la CEE en el día de Santa Cecilia patrona de los músicos.
suspendidas de un rayo de luz
dos palomas que alzaron el vuelo
con las alas en forma de cruz...
La primera vez que la oí en una misa me horroricé. Esa canción participó en el Festival de la Canción Mediterránea que en los años sesenta se celebraba en Barcelona por las fiestas de la Merced y la cantó una chica que no recuerdo si era Gelu o Lita Torelló. La canción, con la música original es muy bonita, pero la que oí en la misa no se parecía en nada. Y por supuesto que de litúrgica nada de nada.
El Prefecto de Liturgia de la Diócesis de Valencia Rvdo. D Jaime Sancho Andreu, que fue profesor mío, nos hizo notar que "Tú has venido a la orilla..." no es canto eucarístico, aunque se canta en la comunión, sino vocacional pues es una llamada del Señor a seguirle.
El "Salve, Madre, en la tierra de mis amores,
te saludan los cantos que alza el amor..."
es de mi paisano el Rvdo. D. Eduardo Torres.
Laudetur Iesus Christus.
Habida cuenta de que la autoridad eclesiástica en la diócesis de Madrid permite el uso de otros instrumentos musicales, como la guitarra, y que en mi parroquia nadie toca el órgano, yo sólo toco la guitarra y nadie más se ha ofrecido para tocar, no nos queda otra que acompañar los cantos con guitarra.
En atención a que el pueblo de Dios actualmente sabe poco o ningún latín, incluyendo en esto a los componentes del coro parroquial, optamos por cantar en gregoriano sólo los Kyries y el Agnus Dei, y el resto en español.
En relación a la canción 'Pescador de hombres', a cuyo autor -D. Cesáreo Gabarain- conocí personalmente, pues era sacerdote en la Parroquia de Nuestra Señora de las Nieves, en Mirasierra, y a mi entender predicaba muy bien, hasta que una rápida enfermedad se lo llevó al Cielo, he de decir que es un tratado sobre entrega a Dios siguiendo una vocación divina de lo mejorcito que he oído, D. Cesáreo compuso además otras muchas canciones, como 'La muerte no es el final', que el Ejército ha hecho suya pero en su origen es un canto religioso, y otros tíulos como 'Iglesia peregrina', 'Cristo te necesita', 'Vienen con alegría', 'Un niño se te acercó', 'Hoy, Señor, te damos gracias' y otras muchas. Unas me gustan y otras no, pero todas tienen una letra que sirve para algo bueno y que puede llevar a Dios.
Por supuesto que hay un montón de chapuzas en el canto religioso desde que entró en vigor el misal del Beato Pablo VI, pero también hay cantos buenos y no podemos despreciar por sistema lo moderno. En concreto, la canción 'Pescador de hombres', más conocida como 'Tú has venido a la orilla', a mí me ha ayudado mucho en mi vida espiritual y me parece injusto que se la critique negativamente.
Obviamente, un gregoriano a varias voces bien cantado también es muy hermoso, pero lo veo poco alegre para una alabanza exultante de alegría.
En un oficio de viernes santo una canción en latín, bien entonada con un buen órgano de apoyo no creo que sea fácil de superar.
... no se, quizá nos hemos fijado tanto en los accidentes que hemos perdido de vista lo esencial, que es que la música el la liturgia es una oración y que el objeto de la oración no es tanto hablar con Dios como que Él hable con nosotros, dándole la opción de que haga en nosotros su obra buena.
Hay canciones, hay momentos, hay personas... y hay frutos.
El que quiera ver que mire bien procurando quitarse la viga antes.
Un saludo en la Fe
Pd: y si, también hay canciones horrendas que jamás deberían sonar en un templo.
Es un tema en si mismo JGBS, el descalificar lo que no es de nuestro gusto sin darnos cuenta que a otro el mismo Espíritu le ha movido el corazón con ello. Hay que ser prudente a la hora de expresar lo que nos gusta o nos parece mejor.
Me refiero a abusos estéticos, donde me hicieron aprender de memoria horteradas eclesiales del tipo"hoy tengo un gozo en mi alma ¡GRANDE! gozo en mi alma ¡GRANDE! o "No es mi padre ni mi madre quien contigo quiere hablar, no, no, no,Soy yo Señor". Si a esto se añaden los himnos nacionalistas, las canciones de Quilapayun, las consignas revolusionarias, la justificación de asquerosos asesinos, la movida y la "cultura" promovida por la llamada izquierda, se entenderá mi alcoholismo.
Le rezo su Avemaría.
Los problemas con el canto litúrgico no son actuales. Cuando Victoria era profesor en el Colegium Germanicum, y en los años siguientes, los jesuítas (vaya, vaya... jeje) se quejaban de que los alumnos alemanes "se pasaban el día cantando". Eh, el canto llano litúrgico.
Cuando Victoria fue capellán en san Girolamo della Caritá no compuso ni un solo laudi oratoriano, todo la más pura música litúrgica tridentina. Su amigo Soto de Langa, un montón de laudi en vernácula.
Con esto quiero defender que TODO tiene su lugar, como lo ha tenido siempre: Victoria, inalcanzable en general para coros aficionados y Soto de Langa, para el pueblo.
Cuando les digo que se podía cantar algo en latín,salen con el que ya no se entiende, como si hace 100 años el pueblo llano fuese catedrático de la materia.
En fin, que lamentando no tener cerca una misa en latín, sigo yendo a mi parroquia para recibir el "castiguito" correspondiente que ni me deja centrarme en la comunión.
Hay cosas memorables, como "Yo sé que no tengo la edad ni la madurez de quien ya vivió", que para cantarla habría que mostrar primero el documento de identidad con la fecha de nacimiento, y que dado el promedio de edad de muchas asambleas litùrgicas...Pero se ha cantado igual en muchas ocasiones.
La otra que nos informa que consagraremos, todos nosotros, obviamente, el pan y el vino, nuevo dogma descuidado por los 21 Concilios ecuménicos y todos los Papas.
Y sí, muchas que hablan de nuestro maravilloso "yo", de cómo nos sentimos, qué hacemos, qué pensamos, esperamos, etc. etc.
Con excepciones, claro, como son algunos Salmos musicalizados, por ejemplo, donde no se puede evitar el influjo benéfico de la Palabra divina.
Saludos cordiales.
- En una escala del 1 al 10, ¿qué importancia cree que tiene la música en la evangelización?
- ¡Diez! La música hace participar. Compongo canciones que se puedan cantar, accesibles. Todos mis discos son en directo y la gente canta. Si la gente no canta, entonces sí hay riesgo de caer en el culto al "padre cantante". Los músicos de mi banda, en misa, son voluntarios. Pero en las parroquias podría haber algunos músicos profesionales, para que la misa sea alegre. ¡Que el cura hable menos y que se cante más, que haya más alabanza!
- ¿Sugerencias para los obispos y la evangelización?
- En 2010 Benedicto XVI me concedió el Premio Van Thuan por mi trabajo, dijeron, como "evangelizador moderno que marca la diferencia". El Papa me dijo: "continúe". Pues bien, mis sugerencias: que la misa sea alegre, con canciones alegres, ¡es una celebración! Así volverán los jóvenes. Hay que respetar la liturgia siempre. No hay que cambiar la liturgia, sólo la música. La misa necesita alegría, y la música alegre hace participar.
(Artículo «No hay que cambiar la liturgia, sólo la música: ¡que sea alegre!», en ReligionEnLibertad , 2012; Rossi no es un progre en absoluto, simplemente un cura que hace música sencilla, devota y alegre y que tiene llenas las iglesias)
Hablando de cantos eucarísticos con contenido...
ADORO TE DEVOTE
Te adoro con devoción, Dios escondido,
oculto verdaderamente bajo estas apariencias.
A Ti se somete mi corazón por completo,
y se rinde totalmente al contemplarte.
Al juzgar de Ti, se equivocan la vista, el tacto, el gusto;
pero basta el oído para creer con firmeza;
creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios:
nada es más verdadero que esta Palabra de verdad.
En la Cruz se escondía sólo la Divinidad,
pero aquí se esconde también la Humanidad;
sin embargo, creo y confieso ambas cosas,
y pido lo que pidió aquel ladrón arrepentido.
No veo las llagas como las vio Tomás
pero confieso que eres mi Dios:
haz que yo crea más y más en Ti,
que en Ti espere y que te ame.
¡Memorial de la muerte del Señor!
Pan vivo que das vida al hombre:
concede a mi alma que de Ti viva
y que siempre saboree tu dulzura.
Señor Jesús, Pelícano bueno,
límpiame a mí, inmundo, con tu Sangre,
de la que una sola gota puede liberar
de todos los crímenes al mundo entero.
Jesús, a quien ahora veo oculto, te ruego,
que se cumpla lo que tanto ansío:
que al mirar tu rostro cara a cara,
sea yo feliz viendo tu gloria.
Amén
(Traducción de Wikipedia)
Teología de primera...
Y es que en realidad, -en especial a los Curas más modernos-, les sobran los órganos, no los quieren... Si a algunos de ellos les sobran hasta las pilas del Agua Bendita, los reclinatorios y los confesionarios... Pero esto ya es harina de otro costal.
En la inmensa mayoría de parroquias, sólo se le permite tocar el órgano a un Organista ordenado que toca más bien poco, -3 ó 4 veces al años, casi esclusivamente cuando viene el Obispo-, sin importar que haya más gente capacitada para hacerlo.
Entonces, hablemos claramente: Son las parroquias quienes impiden el uso del órgano, forzando de esta manera a usar guitarras como alternativa al órgano, cuando deberían usarse como complementarias a él, o, dado el caso que no se toque órgano, como armonía principal.
Sí. La guitarra se puede tocar con la dignidad que corresponde a un acto litúrgico, aunque no todos estén capacitados para ello por cuestiones más de sensibilidad que de técnica:
- Con la máxima perfección de que el ejecutante sea capaz; Sin nada de ruiderío, es decir, prefiriendo que falte una nota a que sobre;
- Con afinación esquisita; Con especial cuidado en la ditonía en bajos si se toca en conjunto con el órgano;
- Guiando en cuanto al tono de partida a las voces, y, dado el caso, adaptándose a ellas;
- Cuando acompaña al coro o a los celebrantes, siempre en un segundo plano, como un soporte para las voces, a las que nunca debe tapar, sino que, por el contrario, las ha de enfatizar;
- Si ha de hacer algún sólo, que sea para ayudar a generar el ambiente que requiere el momento;
- Con ejecución más armónica que rítmica;
- Sin que destaque; Con discrepción y saber estar;
- Completamente compactada en una unidad, no sólo con el coro, sino, con los celebrantes y la oración de la congregación;
- En resumen: Como parte acompañante y de apoyo del coro, los celebrantes y la congregación reunida, integrada en el contexto de la liturgia.
Yo he asumido, -no se cuan correctamente, y me encantaría equivocarme-, que en mi parroquia sucede como en la mayoría, dado que he visto que el órgano se toca muy escasamente, sólo en "celebraciones especiales" (o "de lucimiento", otra harina de aquellas), siempre por la misma persona, el organista ordenado.
Por eso, aunque yo toco bien el órgano, (y seguro que hay más gente apta para ello), no me he atrevido siquiera a proponerme; en especial, por que si es como presumo, estaría incomodando al párroco, que también tendría que lidiar con una situación que le viene impuesta. Por eso, yo sólo me ocupo de armonizar con la guitarra, con toda la dignidad de que soy capaz.
Lo que si tengo claro es, que si me entero que en alguna de las poquísimas parroquias que quedan con órgano por estos lares necesitan organista, allí voy con los ojos cerrados a tocar también allí.
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