Ante todo, y sobre todo, el Evangelio y, después, la doctrina
Pues ya ven, esto que parece el summum de la perfección evangélica, la cima de la nueva evangelización y la expresión más sublime de la caridad pastoral, es el mayor fraude, la manipulación más torticera de la realidad y el retorcimiento más sinuoso de la teología que pueda darse, y todo en aras de una supuesta “actualización bondadosa e imprescindible” de la praxis pastoral. Se lo explico.
Es muy sencillo. Si el evangelio va primero, y la doctrina en segundo lugar, eso quiere decir que evangelio y doctrina son cosas diferentes, más aún, pueden ser contradictorias, y más aún, que la doctrina no siempre es evangélica.
¿Sigo? Porque esto es como lo de las cerezas, que tiras de una y se vienen todas detrás. Si la doctrina no siempre es evangélica, eso quiere decir que el magisterio de la Iglesia no lo es, porque es quien presenta las verdades de fe que deben ser acogidas por los fieles. Si el magisterio de la Iglesia no es evangélico, al menos no siempre es fiel al evangelio, eso lleva a concluir que la infalibilidad de la Iglesia en temas de fe queda en entredicho, ya que si se presentan y sancionan verdades que pudieran ser no evangélicas, como para fiarte.
Sigo. Porque en la Iglesia hay dogmas, hay moral, hay una disciplina canónica. Pero claro, según esto, el mismo derecho canónico, tan denostado por algunos, y tan imprescindible para que cada cual sepa sus derechos y obligaciones, lo mismo resulta que también pudiera ser antievangélico.
Ítem más. Si doctrina y evangelio son cosas no coincidentes, por eso van en orden diferentes, uno puede llegar a sospechar, incluso, que en la Iglesia las cosas no se hagan siempre con buena intención, y que la Iglesia lo que busca en realidad no es la santidad de sus fieles, sino dominar, someter, esclavizar… y todo en aras de mantener un supuesto prestigio y un apetitoso poder.
Otro sí digo que si la doctrina no siempre es evangélica, alguien tiene que decidir cuándo es evangélica y cuándo no. Y como evidentemente no puede ser la misma Iglesia, porque ya sabemos que no siempre la doctrina es evangélica, tendrá que ser cada uno el que de forma personal, madura, orante, mística, solidaria, compasiva, creativa y psicodélica decida qué cosa de la doctrina, moral o del mismo derecho sea evangélica, para creerla y cumplirla, y cuál no, para hacer caso omiso de ella. Es facilito.
- Oiga, D. Jorge… por favor…
- ¿Si?
- ¿Se ha dado cuenta de que lo que acaba de escribir lo podía firmar perfectamente un ex hermano suyo de nombre Martín?
- Sí, claro. Soy perfectamente consciente.
- ¿Afirma entonces que distinguir entre evangelio y doctrina es doctrina no católica, protestante?
- Sí.
- Don Jorge, usted es un fundamentalista.
- Sí. Y los que afirman que evangelio y doctrina son cosas diferentes, y los que apoyan de alguna manera estas afirmaciones, unos cantamañanas.
Por cierto, me deben otra avemaría.
27 comentarios
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Jorge:
Tiene razón. Ahora lo cambio.
- Sí."
Ese ha si sido argumento protestante por siglos..... ahora es también modernista, "que no es lo mismo pero es igual". El "verdadero" (no católico) sentido del Evangelio.....
Y es natural que se den los pasos que llevan desde el libre examen hasta la apostasía, en los que también estamos caminando mientras miramos con tanto mimo al suelo (al mundo), para agradarle.
Por cierto: Por tan sólo 300.000 euros vendo las auténticas sandalias de San Pedro, un poco gastado el cuero lateral por padecer el supradicho de juanetes pero muy apropiadas para caminar en el invierno de Teruel aproximándonos más a la realidad evangélica. De San Pablo no tengo nada por ser un machista homófobo.
También ofrezco por 1.250.000 euros la primera Harley-Davidson creada. Le falta el motor y en el manillar se leen las letras BH.
¿Qué pasa? ¿ No están al tanto de los últimos descubrimientos en teología siguiendo el método historio-crítico?
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Venga ya D. Jorge no se enrolle, y menos rizar el rizo.
La Doctrina es igual al Evangelio y el Evangelio es igual a la Doctrina en tanto y cuanto ambas, como principio y fin, se sostienen y se complementan.
Y tanto da escuchar a la Doctrina como escuchar al Evangelio.
No se puede desfigurar el Evangelio sin desfigurar la Doctrina; y viceversa no puede existir el verdadero Evangelio sin que la falsa Doctrina no desfigure el Evangelio.
PD. Por lo que a mi respecta y ya rezado el Ave María consiguiente a su proyecto regenerador de feligreses. Espero que usted tenga a bien, caridad obliga- el decirnos si la cosa progresa,.. o no tanto como se esperaba.
La cual puede inscribirse en un proceso más amplio que podría llamarse la "Germanada". Luego vendían la Anglicanada y más tarde, ya sin pretensiones religiosas, la Francesada.
Unos tíos alemanes con dinero y poder político buscaban someter la conciencia de sus súbditos, que respondían a las enseñanzas de la Iglesia. Entonces Lutero les vendió "llave en mano" una falsa religión a pedido. He ahí el protestantismo. LA habilidad de Lutero fue encontar una fórmula sofística que permitiera defender como virtuoso lo que en los hechos era herejía y apostasía.
Enrique VIII no compró ninguna fórmula sino que se la fabricó él mismo. Es que lo suyo no fue muy sofisticado, así la hizo simple: al que no estaba de acuerdo, le cortaba la cabeza. Como los del ISIS. No perdió tiempo buscando argumentaciones y creo que hizo bien, porque justificar sus torpezas y salvajadas hubiese sido misión imposible.
La Francesada renegó de toda religión y puso las bases de la actual democracia.
Todo ha sido un proceso de descristianización creciente que comenzó con Lutero.
Por eso la democracia actual le rinde tributo al heresiarca.
Ave Maria (3).
¡Vamos, pastores, vamos! (La gitanilla)
Vamos, pastores, vamos,
vámonos a Belén;
a ver en aquel Niño
las glorias del Edén.
A ver en aquel Niño
las glorias del Edén.
las glorias del Edén,
las glorias del Edén.
Yo, pobre gitanilla,
al Niño le diré,
no la buenaventura,
que eso no puede ser;
le diré me perdone
lo mucho que pequé,
y en la mansión eterna
un “laíto” me dé,
un “laíto” me dé,
Sí, sí…
Vamos, pastores, vamos…
Ese precioso Niño,
yo me muero por él;
sus ojitos me encantan,
su boquita también;
el padre le acaricia,
la madre mira en él;
y todos, extasiados,
contemplan aquel Ser,
contemplan aquel Ser.
Sí, sí.
Vamos, pastores, vamos…
¿A que es una preciosidad?
Dedicado a Padre Jorge y a todos los blogueros y lectores de Infocatólica. ¡Feliz Navidad!
En cuanto a lo que dice, lo firmo y rubrico y además le compro a Haddock las sandalias de San Pedro deformadas por los juanetes, si bien no pienso caminar por el invierno de Teruel hasta que no se lleven de allí al ruso loco nacido en Serbia.
Una vez , habló Jesús a sus discípulos y les dijo que a ellos se lo explicaba
mejor , no fuera que los que no creían , supieran lo que tenían que hacer para ganar la gloria.
La Iglesia es la depositaria de la buena interpretación del Evangelio siempre que no lo intente modificar.
Reforma o apostasía.
¡Feliz Navidad para usted, don Jorge y todos los blogueros y lectores de esta estupenda página!. Todos ustedes me ayudan a fortalecer mi Fe y a comprender muchísimas cosas en las que antes no reparaba. Que Dios les bendiga y acompañe siempre.
a las fuentes de la Revelación, y al Magisterio:
Aquí va un pequeño resumen:
Lo que Cristo confió a los Apóstoles, éstos lo transmitieron por su predicación y por escrito, bajo la inspiración del Espíritu Santo, a todas las generaciones hasta el retorno glorioso de Cristo.
«La santa Tradición y la sagrada Escritura constituyen un único depósito sagrado de la palabra de Dios» (DV 10), en el cual, como en un espejo, la Iglesia peregrinante contempla a Dios, fuente de todas sus riquezas.
«La Iglesia con su enseñanza, su vida, su culto, conserva y transmite a todas las edades lo que ella es, todo lo que cree" (DV 8).
En virtud de su sentido sobrenatural de la fe, todo el Pueblo de Dios no cesa de acoger el don de la Revelación divina, de penetrarla más profundamente y de vivirla de modo más pleno.
El oficio de interpretar auténticamente la Palabra de Dios ha sido confiado únicamente al Magisterio de la Iglesia, al Papa y a los obispos en comunión con él.
En definitiva y siguiendo al Catecismo, la Revelación (Tradición y Escritura) está cerrada y es primero que el Magisterio. En este sentido
el Magisterio, no puede corregir, ni quitar, ni añadir nada a lo ya divinamente revelado, solamente es interpretación auténtica, es decir
es el oficio confiado a la Iglesia de interpretar, enseñar, custodiar y transmitir con autoridad y autenticidad el Sagrado Depósito de la Palabra de Dios a ella confiado.
"el camino, LA VERDAD y la vida" (Jn 14, 6), es patente que no
puede haber Evangelio sin doctrina.
Porque, por más que "alétheia" ('emét) tenga en hebreo también el sentido de gusto por lo verdadero, no pierde su alcance doctrinal imprescindible.
Si el gran portador del Evangelio, que fue Pablo, declaró que aunque "un ángel del cielo predicase otro Evangelio, sería anatema" (Gal 1,8), es más que patente, que no se puede entender "Evangelio", sin "Doctrina".
"Es un mapa"
"Sirve hasta que se descubren sus errores"
Luego dirá mi mujer que bebo demasiado y que es de mal tono salir al balcón de madrugada sable en mano cantando "Fiel espada triunfadora" de "El huesped del sevillano"
A Palas Atenea; es precioso el villancico. Yo en vez de "gitanilla" lo había escuchado como "pastorcillo" y con una estrofa más que dice así:
"Es tan lindo el Niño,
que nunca podrá ser
que su belleza copien
el lápiz y el pincel,
pues el Eterno Padre
con inmenso poder,
hizo que el Hijo fuera
excelso como Él,
excelso como Él. ....
Creo que lo del Ave María por el villancico es pasable y D. Jorge lo aceptará, por aquello de que quien canta reza dos veces.
Por cierto, oí este villancico un día de Navidad en la Adoración al Niño cantado por un pastor, que tocaba una zambomba hecha con una vieja colmena (Un tronco de encina con una piel de borrego para ser más gráfico).
En cuanto a la "manipulación", sobre el Evangelio y la Doctrina. Si se manipula el uno,¿no se manipula la otra?. Ambas cosas son parte del mismo Cristo, aunque digan lo que digan, aunque por congraciarse con el mundo se trate de "acomodar" y "templar" la Doctrina y buscar, omitir y transformar el Evangelio. Lo que ocurre, en mi modesto entender, es que el mal necesita hacerse oír, porque si no, su futuro sería a corto plazo, más o menos prescindible; se vale de cualquier medio para introducir la duda, el todo vale, para introducirse por si mismo y tentar, engañar y hacer pecar como la serpiente a Eva, porque "nunca pasa nada" y así "seréis dioses". Nada nuevo bajo el sol. La lucha del Bien contra el mal se vuelve a disputar, aunque cambien los actores y los decorados. Aunque llevasen capelo, ahora casquete, y hablen en los nuevos púlpitos, ahora los micrófonos de la prensa, también algunos están buscando pagarse la entrada al infierno eterno.
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