Homilía Domingo XXVI A. Cosa del pedigrí
Los judíos eran gente de pedigrí. Hijos de Abraham. No digamos si además pertenecían al grupo de os fariseos, saduceos, escribas, a la clase sacerdotal. No necesitaban más. El Pueblo elegido. Los primeros en decir sí a la alianza… pero que ahora rechazaban la nueva alianza en Cristo.
Menudo escándalo. Y encima ese supuesto Hijo de Dios reunido con publicanos, como Mateo, y prostitutas, como la Magdalena. Que, efectivamente, habían rechazado todo, pero ahora se sentían cautivados por Cristo.
Nos pasa a nosotros. Vamos por la vida cristiana, de católicos, con el certificado que atestigua somos de una supuesta raza de campeones. Padre: estoy bautizado, hice la comunión, me casé por la Iglesia… y hasta tengo una prima monja. Para que vea lo católico que soy yo. Mire la estampita de Santa Gemma aquí en la cartera.
Católicos porque somos de la Obra, del camino Neocatecumenal, de la Legión de María, de la Iglesia de base, de altura o de hipotenusa, hermanos de la Hermandad del Rocío de Triana, cofrades del Cristo de las tres caídas y media. Todo es pureza de raza.
La cosa no va por ahí. La cosa va de la segunda lectura de este domingo. Y de la primera. De la primera porque la llamada es a cambiar la vida, convertirse y volver a Dios.
De la segunda porque volverse a Dios, convertirse a Cristo es hacerse uno con Él, que siendo rico se hizo pobre por nosotros hasta dar su vida en rescate por muchos.
Ser de Cristo es olvidarse uno de sí mismo, ponerse en último lugar, amar a los demás más que a sí mismo y ser servidor de todos. Es encarnar en el corazón las sabias palabras de San Agustín: “conoceréis que andáis en la verdad cuando cuidéis de lo común más que de lo propio”.
La segunda lectura de este domingo es impactante: “Tened entre vosotros los mismos sentimientos de Cristo Jesús”. Conocer a Cristo, amar a Cristo, ser de Cristo, vivir a Cristo hasta que, vuelvo a Pablo, no sea yo, sino Cristo que vive en mí. Y esto es oración, esto es Escritura, esto es gracia, esto es vida sacramental. No pedigrí.
15 comentarios
Lo primero que nos dicen en la Obra es que no somos,ni mejores ni peores que nadie y lo segundo que tenemos que tener el defecto psicològico de pensar seimpre en los demàs.
Sè que ha nombrado a la Obra sin mala intenciòn,pero el mensaje se hubiera entendido perfectamente sin nombrar a la Obra,los Neocatecumenales y a la Legiòn de Marìa,dònde el 90% es gente buena yque sirve a Cristo.
Màs que nada,porque habrà gente,al leer esto, que dirán que Don Jorge dice que en la Obra se creen mejores y seguro que es verdad.....
No sè....Doña Rafaela echarìa a un cura de la Obra en su parroquia en verano o no???
Feliz 2 de Octubre,fiesta de los Angeles de la Guarda y aniversario de la fundaciòn del Opus Dei.
También quisiera felicitar a los miembros del Opus Dei en su aniversario.
Muchas gracias. Al final mi Inmaculado Corazón triunfará.
Respuesta de Bonifácio: Oiga, no nos diga que no nos creamos mejores que los demás. ¡Que aquí somos buena gente que pensamos en los demás y somos muy humildes!
Eso es ser un pata negra. Que no por ser de ningún movimiento ni cofradía tienes asegurado nada y para nada eres más o menos católico. Lo que dices que os dicen en La Obra nos lo dijo Cristo a todos hace cientos de años y nos lo sigue diciendo ahora.
Yo si veo necesario que D. Jorge lo mencione porque, aunque no sea tu caso, si es el muchos que se creen mejores o más cercanos y salvos por ser de los Neocatecumenales, Obra, cofradía...o lo que sea. Yo lo veo y lo palpo y me da mucha pena.
Eran hijos de Abraham, y como todo el mundo sabe, Abraham nació en Sant Feliu de Guíxols.
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Siempre y cuando, en razón de legitima herencia genética a través de los tiempo trasmitida y heredad; fueran verdaderos judíos hijos de Abraham
Vamos como dice en el Apocalipsis. (3, 7-9) -He aquí que yo te entregaré algunos de la sinagoga de Satan, de esos que dicen que son judíos y no son sino que mienten.
Yo me atrevería a decir que, en número, son más, los que descienden de judíos y no lo saben, que a aquellos que dicen ser judíos y no lo son porque desciende la cuarta y quinta generación.
Al final del tiempo todo aquel que diga que es judío, se bautice en el nombre del Dios Padre; del Hijo y del Espiritu santo. Y denuncie a Jesús el Cristo como el Mesías del pueblo judío; tal acto y bautismo en confesión abarcará a todos aquellos que como judíos, por herencia genética, le precedieron
Y desde entonces no he aprendido nada porque ya me ves con estas fachas.
Que le hombre frunza su ceño, no hay dos iguales, y sabremos quien es, donde proviene y hacia donde va. Si es judío descendiente Adán y Abraham, o de la cuarta o quinta generación.
( Apocalipsis 14, 1) Vi, y he aquí, el Cordero que estaba sobre el monte de Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de su Padre escrito en sus frentes
Apocalipsis (13, 16-17) Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente;
17 y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.
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