Rafaela y Joaquina han tenido bronca
No me lo esperaba, y supongo que la cosa no irá a mayores, pero bronca hubo y con su mala uva.
Parece ser que el origen de todo es que Joaquina, por lo visto una vez más, se ha enfadado con Dios y le ha retirado la palabra: no reza y ha dejado de ir a misa. Sí, una vez más porque de cuando en cuando Joaquina, cuando algo sucede que ella no entiende o cree que es injusto, simplemente se enfada con Dios y le retira el saludo y la palabra por más o menos tiempo, aunque al final las cosas vuelven a su cauce.
¿Por qué ha sido esta vez? La culpa parece ser que ha tenido su origen en un pisito que Joaquina alquiló a unos forasteros y que ahora ni pagan, ni se van, ni nada de nada. Joaquina rezó, hizo promesas, se lo pidió a Dios… y pasan los meses y que ni pagan ni se van. Cuando se lo contó a Rafaela, esta repuso: no tiene Dios otra cosa que hacer que preocuparse de tus inquilinos. Deja a Dios en paz y paga un bien abogado como hace todo el mundo.
No es la primera vez que discuten por algo de esto. Recuerda Rafaela esa noche en que ardió la vaquería de Joaquina y perdieron el edificio y algunos animales. Vuelta a lo mismo: es que Dios nos ha dejado de la mano, es que nos ha abandonado, es que hemos perdido todo. Y Rafaela, que es directa y un poco brutita, ya se sabe, que le suelta: haber tenido la cuadra mejor acondicionada, que vete a saber de cuando estaría la instalación de la luz, y un buen seguro por si pasaba algo, y todo resuelto.
Dice Rafaela que a Dios hay que pedirle cosas grandes, sobre todo que nos conceda una vida honrada, buena muerte y llegar un día al cielo, y que para lo demás más trabajar y más espabilar. Eso tan antiguo de a Dios rogando y con el mazo dando, pero entiendo que después del incendio no era el mejor momento para soltarlo.
En cualquier caso, cosas de Rafaela, no hay nada más absurdo y sin sentido que eso de enfadarse con Dios. Porque, a ver, si Dios no existe, enfadarse con él es una ridiculez, es como negar el saludo al Yeti, al monstruo del lago Ness, a la abeja Maya, a Homer Simpson, a Mortadelo y Filemón o a la madrastra de Blancanieves. Ahora bien, si existe, mejor no andar jugando no sea que se cabree y la liemos.
Al final, es sencillo. Pedir y con insistencia, la santidad y el cielo. Lo demás, pedir sabiendo que Dios nos dará lo que vea conveniente para alcanzar lo primero. Si lo da, será por conveniente. Si lo niega, por lo mismo, que puede suceder que no sepamos pedir.
Joaquina dice que sí, pero que de momento no le habla. Rafaela, por arreglarlo, me dice que anda con las rosquillas, que esas son seguras, y que de paso le va a pasar a Joaquina el teléfono de un abogado, conocido, honrado y hábil para que le arregle lo del inquilino.
18 comentarios
En fin, que su Joaquina anda, como la mayoría de fieles, en una fe infantil y mercantilista de "yo te doy, tú me das". Unos ejercicios espirituales, de los de verdad, y meditar profundamente aquellas palabras de "el que quiera seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz y me siga" harán maravillas.
Laus Deo.
El desamor ha hecho perder la fe a algunos en mi familia por no entender que el amor no siempre es correspondido porque no todas las personas están a la altura y se les da y se les vuelve a dar hasta el agotamiento sin que parpadeen siquiera, pero de eso la culpa no es de Dios sino del misterio que no alcanzamos. Estas personas reprochan a Dios la existencia de personas inasequibles al amor, pero haberlas haylas y son duras como piedras, y no estamos preparados para la insensibilidad de algunos-as porque nos dicen que si amamos seremos amados, lo cual no es verdad. Eso sólo se soluciona si pensamos que el Amado es Dios y la criatura insensible nos lleva a Él y es el receptor o receptora que no contesta. Incluso hay quién devuelve odio por amor. Estas personas son una prueba de fuego para la fe del cristiano.
Así es. Hay personas, a veces las más próximas por vínculos familiares, resueltas al menosprecio o al desprecio o al odio hacia cuanto de bueno reciben. Decía el padre Martín Descalzo que "detestan cuanto les excede". Y así pueden estar dos o cinco o siete décadas sin que el rayo del amor penetre su ser acorazado. Una prueba harto penosa para quien de verdad ama a Dios y al prójimo empezando por los más próximos. Dios permite el paso por ese túnel de muy largo recorrido pero también comprende a los que alguna que otra vez desfallecen y no carga sobre los hombros más que lo que cada cual puede soportar.
Al intentar ser hijo fiel de la Iglesia, no voy a enmendar la plana al Todopoderoso, pero a veces surgen preguntas que me hago en mis soledades:
Señor: Qué necesidad había en tu creación para crear los insectos del verano, a Podemos, a las escolopendras, a Izquierda Unida, a los cocodrilos, al PSOE, a los babirusas, al PP, a la cagarruta que pisas en la calle, a la ONU, a las facturas del dentista, a los curas progres, a las hemorroides, a los separatistas iluminados de tinieblas, al carnaval de Tolosa, a Ciudadanos, al pez monkfish, a los masones, a los animalistas proabortistas, al tiburón blanco, a las feministas luchando contra el hombre que nunca tuvieron, a las mofetas, a los degenerados que quieren que aplaudamos sus abominaciones esperpénticas, a la canción Imagine...
¿Ser fiel a tu esposa y ser buen padre? Esto es fácil.
¿Ser honesto en tu vida y ayudar a quien puedas? No hay problema.
¿Que Dios sea el centro de tu vida y rendirle el obligado culto? Es justo y necesario.
Sólo quienes almacenamos un arsenal (tanto convencional como atómico) en el desván de casa, al limpiarlo regularmente con sonrisa soñadora, sabemos lo exigente que es ser católico.
Y no fue porque yo no creyera en un ser llamado Dios; sino porque para mi el Yo en tal mi minúscula profundidad; Y, Él tan lejos en su infinita grandiosidad, que el Yo cosa para Él, carecía de importancia en esa razón del ser o no ser.
Para mi, lo veía claro, esa justicia divina tan esperanzadamente prometida no solo no existía sino que no podía existir. Estaba claro: presos, sujetos todos a ese principio de rebeldía teologal llamado Pecado Original; Causa y efecto nuestra continuada supervivencia temporal, nos demostraba que tanto más crecíamos y nos multiplicábamos, tanto más grande era ese nuestro Pecado Original. El que en la oscuridad de nuestro desconocido principio nos obligaba a nacer y crecer y multiplicarnos en la ciega y extraña cualidad del que quiere y no puede ver; y volver a nacer y morir sin ese resucitar que tanto se nos había prometido.
Hasta que desde lo alto, muy a fuera de este nuestro núcleo universal, hasta aquí el Yo de tanto llorar y desesperar, dentro, en mi oscuro sepulcro temporal; claro y sereno como de alguien que tenía mucha autoridad, oí que me dijo:
-¡Levántate y cuádrala!
La actitud de Joaquina fue la de Blas de Otero, la de Unamuno y la de tanta gente ilustre, intelectual y formada, que de sencilla tenía muy poco. No es extraño, pues pocos misterios más inextricables que el del sufrimiento. Muchos, no sólo, insito, personas sencillas, piensan que un Dios que permite el sufrimiento y el mal no puede ser bueno. Son capaces de reconocer que existe, pero niegan su bondad, dada la evidencia de imperfección de sus criaturas.
No es fácil llegar a la conclusión de que un Dios que es amor permita la existencia del dolor. Parece que si nos amara, debería evitarnos, como un buen padre, todo sufrimiento, toda injusticia o arbitrariedad. Tampoco se entiende con facilidad que la libertad humana que hace posible el error, el pecado, la mentira y hasta la negación de Dios mismo, es una de las expresiones máximas del amor divino, pues no existe amor posible sin libertad. En un mundo de autómatas es posible la ausencia de dolor, pero también no existiría virtud alguna. El amor es siempre el "exceso" de quien se da. En un mundo perfectamente redundante no cabe posibilidad alguna de darse ni de recibir. Esta es la creación de Dios, la de un amor que entrega a su Hijo a la muerte que sus criaturas le darán para redimirlas del pecado, de la utilización errónea de la libertad que nos concedió para amarle y amarnos.
Me llevó mucho tiempo "comprender" este misterio de amor. Uno de los caminos que me ayudó a ello fue comprender a su vez qué sentido tenía el sufrimiento en mi vida. Hasta el dolor es un camino posible para crecer y descubrir la voluntad de amor del Señor. No es fácil, pero es un camino perfectamente transitable. También es cierto que cuanto más pagados de sí mismos estemos, más difícil resulta penetrar en esta experiencia.
Fueron noches y noches de las que describe Santa Teresa y cuando parecía que llegaba el alba, volvía a caer en un desespero espantoso...
Por eso Doiraje, no puedo admitir lo del camino perfectamente transitable. Para mí, después de tantos años, sigue siendo difícil, muy difícil y vivo superando muchos altibajos. Cuando rezo la Salve a Nuestra Señora siempre pienso que la frase "a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas", me describe perfectamente.
Perdonen el desahogo. Les ruego que tengan la caridad de rezar por mí.
Me ha gustado tu comentario sobre el Ángel de la Guarda. Mi nombre significa "Quién como Dios", que a raíz del Concilio Vaticano II celebramos el mismo día 29 de septiembre, los arcángeles San Miguel, San Rafael y San Gabriel, también como bien dices, los santos ángeles custodios se celebran el día 2 de octubre, habiendo desaparecido la celebración del Ángel de la Guarda del día 1 de marzo, alguna institución del Estado celebraba su patrón dicho día 1 de marzo, pasándolo a celebrarlo después del CVII, el día 2 de octubre.
El Señor te bendiga y te guarde.
Valentina: encontrándome a las puertas de la Catedral Vieja de Vitoria dispuesta a oir misa de 12, te tendré presente en mis oraciones.
Sobre el colateral asunto de los ángeles custodios, recomiendo escuchar la serie https://www.ivoox.com/papel-del-angel-guarda-en-audios-mp3_rf_20571524_1.html
Lamento tu situación, y lamento que me haya podido expresar mal al querer hacer énfasis en un aspecto que quería destacar, el sentido del sufrimiento, y parecer que desprecio o relego la experiencia misma del dolor. No era mi intención en absoluto. El dolor es dolor siempre, con Dios o sin Él. Sin Él es una experiencia de pura desesperación, sin salida, gratuita, absurda. Con Él, seguimos sufriendo, incluso desesperando cuando nos hallamos desbordados y no encontramos ni consuelo ni compañía. Nadie niega que la cruz es una carga de dolor; Dios siendo Dios lo sufrió como cualquier hombre en su Pasión.
Mi vida ha distado y aún dista de ser un "camino perfectamente transitable". Y ello desde mi niñez. Lo que quería decir es que el dolor, por muy terrible y gratuito que nos parezca ser, tiene un sentido, es un camino, y un camino que lleva a cierto lugar o que nos hace ver con más claridad lo que somos, lo que debemos ser y lo que al final queremos ser. Que este camino sea transitable no significa que sea sencillo. Es más, sólo mediante la gracia de Dios puede recorrerse. Si yo no le hubiera descubierto en mi vida por acción de su gracia, hace muchos años que yo no estaría aquí.
Te tendré en mis oraciones, Valentina. Y disculpa en lo que haya podido ofenderte. Un abrazo en el Señor.
Soy yo quien debe pedir disculpas Seguramente fui muy brusca en mi comentario, aunque no tenía intención de ofender.
Que no es un camino sencillo tengo experiencia y en cuanto a Su ayuda cuando la siento, subo la cuesta, pero flaqueo a la mínima que la vida vuelve a zarandearme y esta no ceja
Simplemente me gustaría ir por un camino más llano. Estoy cansada, será que soy muy egoísta?
Gracias por tus oraciones. Me reconforta muchísimo saberlo.
Confio en que el Señor me ayude!!
Dejar un comentario