Cuántas horas por semana tiene que trabajar un cura
No me gusta cuantificar el trabajo en la parroquia por horas. Alguna vez he contado que, cuando me viene un compañero nuevo para incorporarse al trabajo pastoral, me lo llevo al parque, que está en un alto, le enseño el territorio de la parroquia y le digo: toda esa gente que vive ahí, nuestros feligreses, es cosa nuestra que vivan en este mundo con dignidad material y moral y que después de esta vida lleguen al cielo. Dicho esto, no me preguntes por horarios.
Pero claro, te puede pasar, los sacerdotes somos humanos, que el compañero sea un tanto remiso a la hora del trabajo. En ese caso no me queda más remedio que apelar a otros argumentos: nosotros tenemos treinta días de vacaciones al año, una semana para ejercicios espirituales y un día libre por semana. Qué menos que dedicar a la parroquia por justicia, para ganarnos la nómina, cuarenta horas por semana. Habida cuenta de que nuestros laicos, además de las horas que trabajan, de atender a su familia y demás obligaciones, encima echan horas gratis en la parroquia, nosotros no vamos a ser menos. Por tanto, como mínimo, cuarenta horas por justicia y nómina, y otras ocho o diez por generosidad, voluntariado y ejemplo. Es decir, que si quitamos el día libre, que es bueno y nos viene bien, NUNCA menos de siete horas diarias en la parroquia. NUNCA.
Sale trabajo, ya lo creo: misa o misas si hay que binar, tiempo de confesiones, despacho, atención a grupos… Y, desde luego, si se quiere trabajar, son muy pocas horas. Y al contrario: digo la misa, estoy un rato en el despacho y no todos los días, y atiendo alguna urgencia. Vergonzoso. Hay que ganarse el sueldo. No nos lo podemos permitir.
Especialmente significativo el verano en las parroquias de las grandes ciudades. Podemos dar una vuelta por los horarios estivales. Un ejemplo: una misa diaria, los domingos dos, confesiones cuando se solicite, Cáritas cerrado hasta septiembre y el despacho abierto dos días en julio y cerrado en agosto. Perdón por lo que voy a decir: ¿y cuántas horas por semana trabaja el cura? Cualquier empleado de cualquier empresa tiene sus vacaciones y sus horarios, y si en verano hay menos trabajo, mejor o peor para él, pero lo que nadie puede comprender es que un trabajador reduzca su horario porque sí, manteniendo el sueldo.
Por eso a veces creo que antes que hablar de ministerio pastoral, hay casos en los que hablar, para empezar de horario. Recuerdo que en una ocasión un sacerdote dijo al vicario episcopal de la zona que abría el despacho una hora al día y decía la misa, y no hacía otra cosa porque no había trabajo. Respuesta: puedes visitar las familias de la parroquia una por una, y si no tienes ganas, las horas que corresponden te las pasas sentado en el despacho con la iglesia abierta, que alguien vendrá.
En verano la cosa es aún más sangrante, porque justo los más pobres de la parroquia son los que no pueden permitirse el lujo de salir unos días de Madrid. Reducir drásticamente horarios, servicios y Cáritas precisamente en verano, significa que trabajamos cuando están los ricos, pero que, en verano, cuando quedan justamente los más desfavorecidos, decidimos que ellos no nos necesitan y cerramos hasta Cáritas, mientras la boca se nos llena una vez más de la opción por los pobres.
Opción por los pobres. Señores curas ¿cuántas horas estamos dedicando a la parroquia en verano? ¿Estamos echando al menos cuarenta horas por semana, CON PRESENCIA FÍSICA, en la parroquia? Esta es la auténtica pobreza. Estar, también en verano, como los más pobres, que tienen que seguir cumpliendo su horario para ganarse el pan.
36 comentarios
Aquí teníamos a un párroco muy mayor que, hasta que se jubiló, estaba siempre localizable o en Misa, o en el confesionario o en su despacho. Las tres o cuatro ocasiones en las que necesité algo de mi parroquia encontré al párroco sin el menor problema .
Pero, ah, vino el nuevo y dinámico párroco y la única forma de verlo es si lo encuentras casualmente por la calle y pasa corriendo a tu lado sin detenerse . Por las mañanas está en el obispado o el vicariato o donde sea que esté. Por las tardes tampoco se le encuentra y pobre de ti como quieras confesarte porque de los tres sacerdotes que hay en la parroquia ninguno está en la media hora antes de Misa en la que dicen que están .
Total, que por mi parroquia ni aparezco.
Esta es una realidad penosa en nuestra diócesis de Madrid, y creo que también de otras.
Hemos perdido el sentido del "servicio" o disponibilidad sacerdotal.
Se podía preguntar a más de uno, aquello de la canción (creo que de Raphael): "¿a qué dedica el tiempo libre?", porque tiene mucho, pues ¡que rece! También se hace pastoral en horas ante el Señor que está esperando "a quien depositar su secreto". Y ,¿quién mejor confidente que el sacerdote?
Hablaremos... saludos cordiales, Jorge.
El problema es más grave cuando te toca un sacerdote de tal o cual movimiento pastoral, incansable predicador de nuevas ocurrencias de evangelización, de la entrega radical por parte de los laicos, que presume y hasta exige en el púlpito que se le de trabajo, que se le exprima...y luego se presenta en la Iglesia media hora antes de misa y compite por largarse el primero por la puerta cuando acaba.
Si llega a rezar también el rosario ya hace el día.
- ¡Oiga que la Iglesia debería estar más horas abierta!
- Es cierto, el Papa lo ha dicho...perdona Fulanita hay que abrir todos los días a las 6, ahí tienes las llaves. Yo si eso ya llego un rato antes de misa.
- ¡Oiga, que cuando Vd. se va a su casa hay un grupo de laicos rezando en la Iglesia que se quedan solos!
- Hacen bien, pero tengo que respetar mi horario de tarde-noche que es sagrado.
- ¡Oiga, que el domingo, el día del Señor, la Iglesia sólo esta abierta un par de horas durante la única misa de la mañana!. Dice Vd. en verano... ¡durante todo el año!
- Ya, pero es que yo también necesito descansar.
Luego cuando acaba el año y se nota claramente que hay menos gente que el año anterior, que mengua la actividad, al cura le entra la crisis, el miedo de comenzar otro año peor, y es que los laicos le tenemos abandonado, que no contamos con él y otras historias.
Y como digas algo acabas marginado por los laicos y el pobrecito cura, que, al final, lo cambian de destino porque en esta parroquia hay poca fe.
¡¡Ah!! y no es una cuestión de que no hacen nada, al menos no todos. Es una cuestión de que se buscan o les buscan otras actividades, cursos, doctorados, reuniones, organizaciones, espiritualidades y pastoralidades ajenas a la parroquia que SIEMPRE son más importantes que la parroquia.
Pero los resultados son los que son.
Todos (cada uno) tenemos nuestra misión en la Iglesia, según carismas, y llamadas (vocación) de Dios a cada uno (y no otra).
Unas actividades sólo se pueden desarrollar desde el sacerdocio ordenado, pero hay otras que, según circunstancias, están al alcance de los laicos, como un cierto pastoreo o algunas funciones propias de la Jerarquía, sin necesidad de ser diáconos. Por ejemplo, la administración extraordinaria de la comunión, o la alimentación de la fe en la disciplina llamada Catequesis, o la predicación de la Palabra allá donde nos encontramos…, o el administrar (correctamente) las actividades de Cáritas parroquial, etc., etc., etc... ... ...
Mientras que las funciones “jerárquicas” son permanentes en aquellos que las asumen por haber sido ordenados con el Sacramento del Orden, todo cristiano fiel a una llamada tiene funciones en la Iglesia, aunque sujetas a un tiempo, determinado por su vida privada.
En una Parroquia todo esto tiene que ser regulado y ordenado. Abundarían más los laicos voluntarios si se respetase su vida privada.
De acuerdo que los “curas” tienen también vida privada, familia, necesidad de descanso, etc., pero es un paso que han dado en su vida conscientemente, y deben fortalecerse espiritualmente para ello, sabiendo que nadie se ve libre de su "noche oscura". Los laicos, que también tenemos "noche oscura", debemos comprender esto.
Las actividades de los laicos han de desarrollarse de manera que los voluntarios no se “quemen”, y para eso, son ellos mismos los que se han de exigir, y la parroquia no esperar de ellos más de lo que puedan dar. Es imprescindible por eso que haya “ofertas” y “demandas”, ajustadas a la misión de la Iglesia en el mundo, siendo el primer motor de la Parroquia –no el único- el propio párroco.
De acuerdo en que la administración del tiempo de la Parroquia es, primero, cosa de los curas involucrados, pero también lo es de los posibles voluntarios, y de los fieles en general. Mientras que los curas, como cualquier trabajador, tiene siete (?) horas diarias de trabajo, las horas del voluntario son voluntarias, como su nombre indica, y sin sueldo, con la única obligación del cumplimiento de compromisos, por eso se han de reglamentar estos compromisos, es decir, que sólo han de ser por un tiempo limitado, (un mes, por ejemplo), siendo reemplazados por otro equipo de voluntarios laicos, durante el mes siguiente, y el que quiere repetir, que repita. Es la manera de que los voluntarios no se quemen, porque saben el alcance de su compromiso y de que nadie abusará de su entrega.
Todo esto se ha de tratar con diálogos y reuniones. Determinación de compromisos, modos de cumplirlos, alcance de los mismos… Para que luego se diga que no son necesarias las reuniones, o que estorban en la vida de la Parroquia. Es que tan importante como las horas de trabajo de los curas es el tiempo empleado por los voluntarios que colaboran con ellos. No lo digo por esa parroquia, que usted sabrá cómo llevarla mejor que yo, que no la conozco, sino en general, ya que este blog lo leen en otros muchos lugares.
No está bien que “curas” y laicos nos tiremos los trastos a la cabeza. Necesitamos más comprensión y aceptar lo que hay, que las “procesiones van por dentro”.
Que el Señor nos bendiga.
Un abrazo
El comentario de Pepe es injusto por desequilibrado. Es decir, muestra las carencias de una parte. ¿ Y de la otra parte, la feligresía ? Sí la feligresía, que no pretende parroquia sino capellanía. Que me comulguen al crio, que me entierren al abuelo, que me expidan la partida de...
¿ Todos los domingos a misa ? Eso sólo para los más recalcitrantes. ¿ Participar en las actividades de la parroquia ? Para ultras que no tienen otra cosa que hacer. ¿ Ayudar económicamente en el sostenimiento ? Que lo hagan los que más tienen... Y así todas las que quiera.
¿ Quien tiene los güe... narices a decir, vamos a hacer un círculo de amigos del cura que le sirva de apoyo en todas las actividades, gente FIEL y que esté disponible ? Poca gente o nadie. La mayoría va a la parroquia a preguntar por lo suyo, a lucirse personalmente sin preguntar ¿ Cómo quiere la iglesia ser servida ?
Así tenemos que es la feligresía quien convierte la parroquia en capellanía.
Enhorabuena por el artículo y gracias por su dedicación, don Jorge.
Cumplen a cabalidad su mi misión, el ser padre de su grey.
Yo no tengo horarios para con mi mujer y mis hijos. Hay un tiempo que no puedo dedicarles porque se lo lleva el trabajo y hay que comer, pero los curas ese tiempo lo tienen disponible porque la Iglesia se ocupa de su sustento.
Pero igual que hay personas deseando escaquearse de la familia, hay curas deseando escaquearse de la parroquia
Lo que Vd. dice es el típico argumento del que se quiere salir por la tangente. Estamos hablando de sacerdotes que no echan horas, o las echan vete a saber donde y Vd. viene con lo del feligrés que solo quiere ir a misa el domingo y eso si va.
Eso es otro tema que no estamos discutiendo.
Yo he comentado el caso del típico cura de cleryman o incluso sotana, nada progre, que presume de agotamiento, de mil actividades, que casi siempre pone pegas a lo que se le pide y que, amigo, tiene feligreses que:
- Le abren la parroquia.
- Le cierran la parroquia.
- Le dan las catequesis de niños, jóvenes y adultos. Hasta que deja de haberlas, claro.
- Le limpian la parroquia.
- Le arreglan los problemas materiales de la parroquia.
- Le solucionan los problemas de ropa y elementos litúrgicos.
- Le buscan un cura sustituto cuando ya no puede decir ni la misa.
- Llevan el rezo del rosario.
- Hacen la exposición del Santísimo (si amigo, también hay seglares que hacen la exposición mientras el cura con su sotanita se va por la puerta tan tranquilo)
Así que llega un momento que salvo confesar y dar misa (y según y como, que la moda de sustituirla por la liturgia de la palabra se va extendiendo) no sé que es lo que hacen y dónde.
Y esta clase de curas cuenta con una opinión inmejorable entre sus obispos por su celo apostólico y fidelidad al Magisterio. Que eso es lo grave.
Creo que no nos vamos a entender. Vd. y yo "calzamos" estilos distintos.
Vd. pretende un cura activista que esté presente en todos los cotarros de la parroquia "porque es su obligación", que diría vd.
Yo, en cambio, creo que el cura es principalmente el alma espiritual de la parroquia, y que con sus oraciones, sus retiros, su formación personal nos ayuda a todos a mejorar.
Es la hora de los laicos, que deben encontrar apoyo moral y espiritual en su páter, pero no buscar en él un líder activista.
Pero ya le digo: tenemos posturas irreconciables. No pasa nada. Tiene que haber de todo.
"Nosotros no trabajamos, estamos en misión permanente"; y ese creo que es el verdadero sentido de nuestro ser y nuestro quehacer; cuando empezamos a medirlo todo en horas,en tiempos..........malo. Estamos cayendo en los criterios del mundo.
¿Presidir y consagrar la Eucaristía es un trabajo? ¿creeis que es un trabajo? Y sin embargo es el acto de amor mas impresionante jamás imaginado; y si no lo vemos así estamos cayendo en la mentalidad del funcionario, en este caso del funcionario religioso.
Nuestra misión de bautizados es hacer presente el Reino de Dios (lo único realmente absoluto) estemos haciendo trabajo remunerado, voluntariado, o estemos en el paro,sanos o enfermos.....y eso es lo que da sentido y color a las cosas. O trabajamos por Cristo, o no trabajamos para nada. hagamos lo que hagamos.
Quizá este planteamiento es un tanto espiritualista. Es cierto que en el mundo laboral se ha perdido el sentido cristiano del trabajo (hablo como laico), el sacerdote vive para eso, haga pocas o muchas cosas; pero por hacer, siempre tiene mucho que hacer.
Igual los de Madrid se tiene que dar una vuelta por provincias...
Creo que no ha dejado claro que las 40 horas son netas para el servicio a los feligreses.
Un cura además tiene su tiempo de oración obligada de las Horas (aprovechando el confesionario cuando no hay penitentes), de formación (hay que leer todo lo que venga del arciprestado y de ahí haciarriba) y siempre se queda dormido antes de caer en la cama.
Si a un laico le salen 50 horas de trabajo, 10 horas de transporte, 1 hora de oración al día, la Misa diaria, el Rosario... Siempre estamos en presencia del Señor y hacemos lo que debemos.
A algún colega suyo se habrá sentido aludido por su artículo.
In Domino.
NB: Dios bendiga a todos los Hermanos Maristas.
Aprovechando le saco dos minutos, aunque no soy de su Parroquia.-
Videos de FRANCISCO hay por millares.- Veo algunos, pocos, porque no es Santo de mi devoción ( me quedo con Agustín, el africano.-
De los pocos que ví, cuando anda en su papamóvil o saludando por la Plaza, siempre me coincidió verlo que saluda con la mano alzada, como un presidente político.- Pero Bendecir, una clara señal Trinitaria, nunca.- Jamás.-
¿Estoy equivocado, o Ud. con más experiencia lo ha pescado en algún gesto sacerdotal?
Saludos cordiales y gracias por su tiempo.-
Curiosamente se parece mucho a las respuestas que se oyen de muchos que participan de los movimientos que no admiten ninguna crítica y menos si resultan evidentes.
Oiga y lo de "Pero ya le digo: tenemos posturas irreconciables. No pasa nada. Tiene que haber de todo", también es muy típico de estos participantes. No tendría mucha importancia si no fuera porque ese argumento es de todo menos católico. Además, no creo que haya de todo, amigo, básicamente porque en muchos sitios ya no hay de nada.
Una cosa si le concedo, los de su pensamiento son mayoría, al menos de los que se dedican a controlar el cotarro. Y así nos va. Pasan muy desapercibidos porque la atención se centra en los abuelos postconciliares, y nadie repara en los desiertos que van dejando algunas "almas espirituales" que hacen lo que les da la gana y cuando les da la gana. Es que son de tal y pascual y ¡hala! campo libre.
Como me dijo uno: "El Espiritu Santo y yo hemos decidido...". Estoy harto de jetas.
La mies es mucha, los segadores pocos, y también estos son hombres con sus propias necesidades de descanso, de fortalecimiento en lo físico y en lo espiritual, estamos de acuerdo, y como humanos llegamos hasta donde nuestra capacidad nos permite, pero si uno está dispuesto a seguir a Cristo, es Él quien impone sus horarios y sus requerimientos. Los padres y las madres, lo más maravilloso que existe en esta vida, no tienen horarios en sus múltiples quehaceres al servicio de sus familias. Un hijo enfermo, dificultades de todo tipo, las necesidades que surgen en el día a día, imponen la ruptura de los horarios. Con razón a los sacerdotes y consagrados se les llama "padres o madres", aunque a partir de los años sesenta alguno de los aludidos reniegue de ello. A imagen de Dios, Padre Eterno, también ejercen la "paternidad espiritual" sin horarios, o al menos así debiera ser.
El caso es que cuando tiene un ratito para descansar se le ocurre meditar tomándose una cañita y dialoga con Jesús sin olvidar que Él toma tinto. Con lo que pone en práctica lo que llamamos la ORACIÓN CONTINUA que muchos cristianos no entienden. Asi que ¡ AURRERA !
don Jorge y descanse . . . si le dejan Saludos de J.L.M.
O sea, en muchísimos casos es un simple problema de pereza, vagancia pura y dura.
Vamos, el gandul de toda la vida.
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