Cáritas: bien, bien, bien, bien, bien, bien (léase con música)
Mucho me temo que, para Cáritas, Manos Unidas y similares, debo ser algo así como una bestia negra, un incordiante que se pasa el día metiendo el dedo en el ojo. Tanto como todo el día no, pero un poco he de reconocer que sí que lo hago.
Mi cantinela con Cáritas, mi obsesión que dicen algunos, es tan simple como pedir que Cáritas sea abiertamente confesional católica, que no tenga miedo de mostrarse como parte de la Iglesia, incluso como una parte muy especialmente querida en la Iglesia, y que no viva escondiéndose de su identidad.
Todas mis peloteras han sido por lo mismo. Por carteles asépticos, por folletos sin nombrar a Dios, por materiales de pura sociología, por unos despachos huérfanos de signos religiosos. A ms compañeros más metidos en Cáritas, a curas y trabajadores, les doy la matraca invariablemente en la misma dirección: confesionales, de Iglesia. Y es que a veces uno tiene la impresión, uno no, muchos tenemos, de que se nos cuela de todo, como en el caso aquel de Salamanca y los toros ¿recuerdan? donde resultaba que con las juventudes taurinas no, pero con el partido comunista sí.
Pero hombre, Jorge, que alguna cosa se hará bien. Una no, muchas. Muchísimas, porque Cáritas es una institución benemérita capaz de trabajar donde nadie lo hace y de dejarse el pellejo por aquellos que nadie quiere. Pue si hace cosas bien, dilo, que no todo sean palos. Encantadísimo de hacerlo.
Hemos colocado en los tablones de avisos de la parroquia los carteles de la Jornada de lucha contra el paro. Estoy contentísimo. Orgulloso, feliz de lo que dicen. Y es que llevábamos unos años con unos lemas que igual podían ofrecer Cáritas, que la UGT o los de Podemos. Cosas como “Derecho a un trabajo digno y estable”, “Defiende un trabajo digno”, “Sembrando oportunidades”, “Ante el paro empléate a fondo”. Veintitantas campañas así. Sin aparecer jamás palabras como Dios, Iglesia o Cristo. Nada de nada en años.
Y de repente me llega el cartel de este año y ¡oh sorpresa! un cartel abiertamente confesional y a lo grande: “La Iglesia al servicio de las personas”. Me ha encantado tanto que, perdón por el exabrupto, he soltado un “bien, coño, bien, ya era hora”. Eso es Cáritas. Mucho más que solidaridad, mucho más que bonhomía y frases hechas. Cáritas es la Iglesia al servicio de las personas, la Iglesia que sirve a cada persona en todo lo que necesita, material y espiritual. La Iglesia. Contento como unas pascuas, feliz como una perdiz, dichoso como niño con zapatos nuevos, alegre como castañuelas en manos de Lucero Tena, gozoso como novicia en su primera profesión, jubiloso cual año 2000 en Roma, más radiante que novia en canción de Tito Mora, optimista como hincha del Alcoyano, alborozado y todo lo que quieran: un cartel de Cáritas como Dios manda: “La Iglesia al servicio de las personas”. Ya era hora.
Y no, no crean que soy un exagerado. Ahí tienen el histórico de los carteles de la campaña contra el paro. Miren y luego me dicen si tengo razón.
24 comentarios
También sucede que muchos necesitados van a Cáritas, pero ofenden a Cristo, buscan lo material para el cuerpo, pero rechazan siempre la conversión del corazón.
Vemos un hecho que sucedió;
Jn 6, 26-27:
—En verdad, en verdad os digo que vosotros me buscáis no por haber visto los signos, sino porque habéis comido los panes y os habéis saciado. Obrad no por el alimento que se consume sino por el que perdura hasta la vida eterna, el que os dará el Hijo del Hombre, pues a éste lo confirmó Dios Padre con su sello.
Que muchos quieren servirse de Cristo, de la Iglesia, de Cáritas, no para dar gloria a Dios, y permanecen cerrados en sus corazones. Pues poco más adelante, Jesús le explicaba las cosas en sentido espiritual, dejaron de ser discípulos de Cristo, se alejaron de Él, a pesar que habían comido pan y pescado, gratis. Pero el Señor lo que quería es la salvación de sus almas.
Fijémonos que esas personas habían comido pan y pescado, preguntan: «Y qué signos haces tu, para que veamos y te creamos?» (Jn 6,30). Pues Cáritas debe empeñarse en mostrar los signos de Cristo, no todos serán capaces de comprenderlo. Cáritas es el Evangelio, que no tiene el más mínimo parecido con ninguna "ONG". Los voluntarios de Cáritas debe empaparse del conocimiento de la Sagrada Biblia, especialmente en el Nuevo Testamento. Insistir a los que se acerque a recoger su ración de alimentos, que es cosa de Cristo. Hay que insistir en ello.
Efectivamente, la Cáritas es esencialmente católica. cuando se va por el camino de Cristo. y los voluntarios, siempre con la memoria de Cristo, y en su corazón.
El complejo se trasmite, es contagiosísimo.
Es como si usted pretende que el Atleti gane la liga, y para ello emplea jugadores cuya nómina paga el Madrid. Pues hombre, sería complicado ¿no? ¿Cómo les va a pedir motivación?
En este caso es mucho peor puesto que las nóminas las paga la Iglesia a través de Caritas a enemigos de la misma, que insisto desprecian y odian a la Iglesia, a su moral, y lo que representa. Con esos mimbres ¿Cómo pretende usted que Cáritas promueva una agenda confesional? Es ilógico.
El cristiano comparte su pan con el necesitado, el marxista quiere que los demás compartan en suyo y, si no están de acuerdo, habla sin tapujo de un "riquicidio".
"Menos unidas" y "Carotas" no son cristianas.
Celebro su conversión.
Saludos cordiales.
Pues esto es lo mismo. Todo lo que no es anticristiano no tiene por qué ser cristiano. El que quería mucho a su padre en alguna parte tendrá su fotografía, el que es cristiano en alguna parte tendrá un símbolo cristiano.
Me acuerdo del sacerdote que dijo la Pascua del año pasado: "Muchos de vosotros habéis quitado los crucifijos de la cabecera de vuestras camas, pero si no hay crucifijo en ninguna parte de la casa ¿qué clase de cristianos sois?"
Hoy he recibido un guasap de Caritas con el cartel de no sé que apasionante tontería, y pone bien grande: "Nuestro único fin es el desarrollo humano, social, medioambiental y cultural".
Me he enfadado un poquito, porque ya lucho contra esas reacciones en cuanto asoman; no quiero inducirme un infarto a base de disgustos constantes.
¡ENHORABUENA por la caricia!!!!!
La Almudena y la Beata Mogas no le abandonan nunca... y las legiones de ángeles, y todos los santos y todas las santas, y los consagrados y consagradas de clausura y yo tampoco, y san Jorge menos aún.
In Domino.
Por cierto, no creo que muchos conozcan quién fué Tito Mora (q.e.p.d.) y a nosotros nos pilló de críos.
La Paz de Cristo.
Si es así, es una vergüenza y los obispos deberían hacer ya algo para frenar todo esto. La politización de la caridad cristiana, convertida en un cartel nacionalista e izquierdista, en el caso de Barcelona, impidiendo al mismo tiempo que la caridad sea evangelizadora, que los creyentes lleguen con su fe y evangelio a los necesitados.
Todos estos rebufos pogres y coletazos de los 70 son los que han llevado a la situación actual.
Dejar un comentario