Antes muertas que de hinojos
No acabo de explicarme la aversión que en los colectivos eclesiales más progresistas produce el gesto de arrodillarse en la liturgia. Me dicen que en alguna ocasión un discípulo del siempre admirado Higinio Fernández (hay quien sostiene que el propio Higinio en persona) explicó en un retiro ofrecido a las reverendas gundisalvas, y al que acudieron también los padres misericordinos, que eso de arrodillarse era propio de esclavos, y que como los bautizados somos hijos, pues que se arrodillen los otros.
Tal entusiasmo suscitó el sensacional hallazgo, que a la primera sorpresa siguieron las lágrimas de emoción, a las lágrimas el arrobamiento espiritual y al arrobamiento un aplauso atronador mientras se coreaba entre palmas el nombre de Higinio, sensacional descubridor de horizontes jamás intuidos.
Bien es verdad que una hermana mayor, por cierto, sor Rafaela de nombre, intentó poner alguna objeción citando nada menos que la Instrucción general del misal romano, que según la desfasada reverenda, pide mantener el gesto de arrodillarse en la consagración. La sonrisa del predicador higinista fue de pura conmiseración, porque los católicos somos libres y no estamos sometidos al imperio de la ley. Las normas son eso, normas, por si a alguien le vienen bien.
Aquel retiro se hizo famoso. Aún se siguen refiriendo a él como el retiro de la dignidad personal, y que posteriormente, vulgarmente, cristalizara en aquella frase que ha ido de retiro en retiro, de comunidad en comunidad, de encuentro en encuentro, y que resume perfectamente el pensamiento traído desde la primigenia fuente: “antes muertas que de hinojos”.
Desde ese día es facilísimo reconocer a los aún practicantes de las nuevas ideas sobre dignidad, postura corporal en la liturgia y somos hijos. Basta acudir a cualquier celebración de la eucaristía y observar la consagración. No falla. Atentos. Dos o tres señoras, de vestimenta común pero ciertamente peculiar, generalmente con los sesenta pasados, y que en medio de una asamblea arrodillada, mantienen intacta su higiénica (de Higinio) dignidad. Triste que el resto de la asamblea no sepa de su filiación divina. Penoso que incluso el celebrante siga recordando cuáles son los gestos y posturas de los fieles en la misa, cosa que denota su falta de espíritu y una adhesión absurda al fariseísmo de la ley. No pasa nada. Siempre habrá un pequeño reducto de gente suficientemente concienciada, impregnada del espíritu del concilio y capaz de tomar sus propias decisiones por encima de vaticanas antiguallas.
Lo curioso de todo esto, me contaba un día sor Rafaela, que ya ven qué casualidad el nombrecito, es que cuando rezan en su capilla privada u lo que sea, en lugar de ponerse de pie para empezar las vísperas o lo que hayan preparado para rezar, en lugar de ponerse de pie, como siempre, que era una buena oportunidad, han decidido utilizar una especie de banquetitas para estar medio de rodillas, medio sentadas, en una postura que un día dejó atascada a sor Encarnación y hubo que levantarla entre cuatro, que aquí la Encarni no está precisamente escuálida.
No pasa nada. Se trata de innovar. ¿Que en misa y en la consagración? Nosotras, de pie. ¿Que en vísperas? En cuclillas. Todo sea por la renovación. Eso sí, me decía sor Rafaela: mire padre, la más joven tiene setenta y siete años. Y no es que sigan siendo higienistas y por eso no se arrodillen. Es la artrosis ¿comprende? No vea la que se lía cada tarde para sentarse y levantarse en las banquetitas…
78 comentarios
Estas ideas llamativas y extrañas, han vaciado conventos y seminario, y han coducido a la Iglesia a la crisis terminal que nos acongoja.
Hagamos como el Angel enseñó a los Pastocitos de Fátima: postrados rostro en tierra.
- En Huesca capital (Aragón, España), se arrodillan alrededor del 10% de los fieles durante la consagración. En algunas parroquias menos. En la catedral, quizás lleguen al 25% en celebraciones importantes. En los pueblos se arrodilla más la gente.
- En Cádiz (Andalucía, España), se arrodillan más del 75% de los fieles. Aunque obviamente no me dedico a contarlos siempre, puedo decir que en año y medio desde que vivo aquí no he estado en ninguna Misa donde se hayan arrodillado menos de la mitad.
Ocasiones en que he escuchado en Huesca a un sacerdote decir que hay que arrodillarse durante la consagración: ninguna.
Veces en que he escuchado en Cádiz a un sacerdote diciendo lo mismo: dos.
Los neocatecumenales tampoco suelen arrodillarse, luego son progresistas.
Por el amor de Dios. Por supuesto que arrodillarse es de eslavos y a mucha honra.
Los "ultraconservadores" pudieramos argumentar que "alguien" alguna vez hubiera dicho:
"Yo soy la Esclava del Señor. Cúmplase en mí lo que me has dicho"
Pero si "el mundo" se atreve a corregir a Jesucristo en sus enseñanzas (adulterio incluido) .... ¿Por que no ser también soberbio frente a la actitud mostrada por la Santísima Virgen. Al fin y al cabo ella "solo es" la creatura mas perfecta jamás creada y a la que deberíamos tomar de ejemplo (infocavernícolas dixit).
Habría que dudar bastante de si los que se quedan de pie tienen una verdadera fe en la presencia de Jesús en la santa hostia. Si yo creo en la presencia de Jesús, lo mínimo es arrodillarme, ADORARLE, prosternarme ante tan gran misterio de amor. En el fondo, es falta de fe y bastante orgullo. Pobrecitos...
Yo creo que ARRODILLARSE SOBRETODO EN LA COMUNION es la mejor medicina para nuestra alma y para los soberbios o ignorantes que se quedan de pie o reciben al Señor indignamente en la mano como si creyeran que es un pedazo de pan:
- nosotros damos adoración y honra al Señor como es debido. Si además, como suele pasar, en la parroquia falta el reclinatorio, arrodillarse es signo de humillación de nosotros mismos ante el Señor y testimonio directo ante los soberbios-ignorantes.
- creo que los gestos firmes y silenciosos dicen mucho, por eso cuando mi director espiritual me conminó a arrodillarme para recibir la Sagrada Comunión, dudé y temblé hasta que tras mucha oración me armé de valor...
Desde entonces, le pido al Señor que me ayude a tener siempre el valor de saberme humillar ante El para saber dar firme testimonio.
Es cierto que hay algunos como usted dice, pero ya le digo que más de una hemos intentado siquiera la genuflexión en el reclinatorio y nos han ayudado a levantar.
Así que antes muertas q dejar de adorar al Señor, pero cada una como pueda. Mire,mire a doña Rafaela si puede arrodillarse....y si es así, le tengo envidia. "Zin acritú" un cordial y cariñoso saludo. Que el año que viene también nos haga sonreír y pensar
Pero como aquí ya se comenta, el Misal Romano -autoridad para dictar las normas litúrgicas- en el paragf 27, dice "durante la consagración los asistentes deben estar de rodillas" (se sobreentiende que el que no puede no debe arrodillarse) Benedicto XVI en su "Exhortación sobre la Eucaristía", dice repetidamente con delicadeza "de la conveniencia de arrodillarse ante Jesús Sacramentado" Pero un gran porcentaje de clérigos o religiosos, ni caso, ni se molestan en leerlo, y siguen con la matraca del la "esclavitud". Yo me pregunto, si el Concilio Vaticano no dice absolutamente nada de estar "de pie", ¿de donde ha surgido esta deriva luterana con tanta fuerza, que la mayoría de parroquias siguen al pie de la letra? Y prefiero no entrar (para no alargarme) sobre el corte de mangas que se realiza a las Rúbricas sobre el modo de celebrar la Santa Misa.
Me refiero a la que comienza "Santo eres en verdad, Señor, y fuente de toda santidad".
Lo de las banquetitas es para una antología de lo inefable.
Saludos cordiales.
No es bueno pasar un mismo rasero de juicio a todas las personas y situaciones. Ojo.
Pero lo que no es de recibo es que sea ya una costumbre masiva no hacer genuflexión o permanecer de rodillas, cuando es claro que la inmensa mayoría de la feligresía puede hacerlo.
El sacerdote debe intervenir y debe corregir. Sin acusar.
"Se pone de rodillas quien se somete por entero a la voluntad divina; se postra rostro en tierra el que no está satisfecho consigo mismo, el que desconfía de sus propias fuerzas y buenas acciones, el que no espera consuelo de ninguna otra parte sino de la misericordia de Dios".
'Preparación para la muerte', 1534.
O venga a Misa Tradicional y verá que es muy buena hasta para las articulaciones , se arrodillan hasta los centenarios.
Cuando voy a Misa ordinaria, si se me queda en pie el/ la de delante, pido con toda amabilidad que se aparten porque no me dejan ver. Y se apartan...
"Por esta causa, pues, DOBLO MIS RODILLAS ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo," Ef 3, 14
"Después de arrodillarnos y orar en la playa, nos despedimos unos de otros." Hch 21, 5
"Cuando terminó de hablar, se arrodilló y oró con todos ellos. Y comenzaron a llorar desconsoladamente, y abrazando a Pablo, lo besaban," Hch 20, 37
Etc. ¿Ya no nos gusta tanto la "Iglesia primitiva"?
Si no creen.
Si no queremos ser esclavos, no le llamemos "Señor". Le podemos llamar "Compi", "Pana" o "Camarada", como gusten.
Con eso, me atrevo a decir que a mi Señor le ofrezco toda alabanza, gloria y adoración que se merece. La Biblia me enseña no sólo a arrodillarme, si no a postrarme ante mi Dios.
Ante el misterio de Dios en la Eucaristía arrodillado en señal de adoración. Lo demás son faltas de respeto.
Es lo que más me duele de muchos kikos (imagino que no todos): que lleven porque les da la gana su hábito de no ponerse de rodillas a las misas "normales" en templos y parroquias. Han contribuido mucho a la extensión de esta nefasta práctica de plantarse ante la Divinidad "to chulos", como dirían mis alumnos.
Lc 22 41-44 41
Y él se apartó de ellos a una distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró,
42 diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
43 Entonces se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle.
44 Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían a tierra.
Por cierto, Don Jorge, yo tengo problema de rodillas (y peso) y al estar un poco más torpe me cuesta mucho arrodillarme en cualquier parte, como para sacar algo debajo de un mueble, sobre todo a la hora de volver a ponerme en pie. Curiosamente, arrodillarme en misa, no me cuesta tanto ya que me puedo asir bien al bajar y volver a incorporarme. Fue un alivio comprobarlo.
Gracias por sus observaciones. Dentro de todo lo serio de los temas, nos hace sonreir con sus agudos comentarios.
Feliz Año Nuevo (a todos)
Es curioso en un época que tiene, o tuvo, no sé, tanta alergia al "dualismo espiritualista", haya habido al mismo tiempo una resistencia tan grande a expresar corporalmente nuestra adoración a Dios, nuestra sumisión ante Él, nuestra indignidad en su Presencia, etc.
Uno pensaría que esas personas que permanecen de pie ante el Sagrario están espiritualmente y fervorosamente arrodilladas, pero así solo suena a gnosticismo, a New Age, a espíritu separado de la materia.
Saludos cordiales.
Dos cosas. Para los "esclavistas": San Juan, 15,14-15 «Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que os mando. Ya no os llamaré siervos, porque un siervo no sabe lo que hace su amo. Os diré amigos porque os he dado a conocer todo lo que aprendí de mi Padre».
Y para quienes se arrodillan más allá de las rúbricas (rompiendo la unidad de la asamblea, igual que los otros), hay un artículo del sacerdote D. Javier Sánchez Martínez, en su blog de Religión en Libertad, que es muy recomendable: "Participamos todos en la liturgia: de pie", 16-VI-2016. No será sospechoso de modernista. Digo.
No se entienda, por tanto, que mantengo que no haya que arrodillarse ni que sea indiferente ni que no hacerlo no sea faltar al respeto o menoscabar la Majestad de Dios. Eso no digo.
aglomeración de los participantes o cualquier otra causa razonable. Y los que no pueden arrodillarse en la consagración,
harán una profunda inclinación mientras el sacerdote hace la genuflexión después de ella." (OGMR, n. 43)
Y a partir de aquí, pues como dice Don Jorge: "Nunca pasa nada", asíque cada uno hace de su capa un sayo, y más en la Liturgia.
Por lo demás, le felicito por dar en el clavo otra vez: en una parroquia a la que acudía habían reclinatorios en todos los bancos, menos los de primera fila. Pero en la consagración nos arrodillábamos 5 de 100.
"Y para quienes se arrodillan más allá de las rúbricas..." (pasabaporaquí)
A mí tampoco me gustan los extremos "pietistas", que reconozco he visto aunque esporádicamente en ambientes de fervor. Todas las posturas establecidas por la Iglesia para oír la misa deberían ser respetadas.
Decir que no hay que arrodillarse porque Dios nos acoge como hijos por la fe, y ya no nos llama siervos, es una presunción soberbia y blasfema, porque aunque seamos sus hijos -que lo somos-, la distancia entre Dios y nosotros es abismal. Nosotros somos criaturas, Él es el Ser.
Lo diré claro y me da igual que se enfaden algunos: el que, sin tener impedimento físico, no se arrodilla durante la consagración, sencillamente no cree en la divinidad de Jesús ni en el sublime y estremecedor milagro de amor que se consuma en el Altar.
Dios no nos permite verlo con ojos humanos -sólo con los ojos de la fe- porque si así lo permitiera, estaríamos no sólo de rodillas, sino rostro en tierra, estremecidos, y antes nos moriríamos que osar levantar el rostro.
Arrodillarse en adoración ante el Señor(…) es el remedio más válido y radical contra las idolatrías de ayer y hoy. Arrodillarse ante la Eucaristía es una profesión de libertad: quien se inclina ante Jesús no puede y no debe postrarse ante ningún poder terreno, por más fuerte que sea. Nosotros los cristianos, sólo nos arrodillamos ante el Santísimo Sacramento
Y unos años antes, conocido como Cardenal Ratzinger daba respuesta a la objeción que juzga que la cultura moderna es refractaria al gesto de “arrodillarse”.
Afirmaba que:
Quien aprende a creer, aprende también a arrodillarse. Una fe o una liturgia que no conociese el acto de arrodillarse estaría enferma en un punto central
"Sobre el rezar de rodillas: Ya que hay algunos que se arrodillan en los días domingo y en el tiempo de pentecostés, para que en todos los lugares haya una perfecta uniformidad, le parece bien a este santo concilio que las oraciones a Dios se hagan de pie” (cn. 20).
Rexjhs: esto no tiene nada que ver con eso de "Non serviam", sino de ceñirse estrictamente a lo que mandan las rúbricas, que no por nada están. Se trata, precisamente, de no ser como los fariseos que menciona, dándose todo el día golpes de pecho, o arrodillándose hasta cuando no deben, ¿creyéndose más puros, tal vez?
Felicisísimo año 2017 para usted, querido P. Jorge, para su compañero de parroquia y para todos cuantos les siguen en este blog.
¿Jesucristo se arrodillaba ante su Padre? ¿Jesucristo es Dios? ¿Somos acaso más que el Señor? Responda a esas tres preguntas y dígame luego si exagero con llamar "presunción soberbia y blasfema" no arrodillarse durante la consagración.
Porque cuando Él viene en cada Misa a morir por nosotros en el Altar, sin que merezcamos nada de Él, absolutamente nada ¿Seremos tan soberbios de no clavar nuestras rodillas en tierra para implorar misericordia por nuestros pecados y dar gracias por tanto bien inmerecido?
Ante Jesús -dice Pablo (Fil. 2,11)- no sólo deben arrodillarse las meras criaturas que somos los hombres, sino incluso los seres celestiales sin excepción -santos y ángeles, "adórenle todos los ángeles del cielo" (Sal. 97,7)-, y hasta los seres infernales -los condenados, los demonios, y el mismísimo Satanás- .Todos sin excepción doblan la rodilla ante la persona de Jesús.
Que use un lenguaje duro sólo obedece a la gravedad de este tema. Disculpas sinceras si le he molestado. Pero ante Dios no cabe tibieza alguna.
Lo de la "capilla privada" es pecado venial por la intención oculta que conlleva al mencionarlo.
Yo toco la campanilla las 3 veces que el cura se arrodilla durante la celebración de la Santa Misa para que no quede duda del porqué; los que están de pie y no tienen artrosis se van arrodillando y ya hemos llegado en la parroquia a casi el 99,999% de los asistentes parroquianos durante la celebración.
Yo tengo la rodilla derecha de titanio al tungsteno-vanadio y me pego unos rodillazos arrastrados que crujen los muros y las vidrieras de la parroquia y se oyen los alaridos y aspavientos de los asistentes al reverberar las campanas y campanillas.
En caso de duda, rodillazo enérgico y escalofrío general entre los seguidores del Higinio.
Por cierto, para que al estar de rodillas no duelan sin son de hueso natural, basta con cruzar las piernas por los pies y bajar un poquito el coxis... y una hora de oración de rodillas ante el Santísimo que pasma al personal (A partir de una edad es más incómodo estar sentado en banco sin cojín que de rodillas).
In Domino.
Por último: lea de nuevo su propio escrito y corríjase: en cada misa se conmemora, o se actualiza, el sacrificio único de Cristo de hace más de dos milenios. No le matamos cada vez. Eso es herejía.
Cuando usted lea "bien" lo que he escrito, cuando lea el artículo mencionado y cuando se informe bien de las cosas, entonces no diré que es Vd. osado a la hora de calificar a los demás.
- Pues entonces yo no tuve que morir por ti. La sangre de mi muerte fue derramada para la salvación de muchos, y muchos serán los llamados, pero pocos los escogidos.
Estefanía, sea el tipo de Misa que sea, yo no puedo arrodillarme. Lo siento. Y más que usted, seguro.
Ahora bien, estoy convencido de que la mayoría de los que no se arrodillan piensan en términos de mero recuerdo y no de que, realmente, el mismo Sacrificio del Calvario está sucediendo, mística pero también realmente, en el Altar. Pensar en términos de mero recuerdo sí que es herejía, lo otro una inexactitud teológica.
Y me parece muy bien que vd. se arrodille ante la consagración y ante el Santísimo.
El modernismo y el protestantismo traen la desaparición en una sola generación, y esto es solo otro signo de que no son católicos.
El siervo no ama a su señor y el esclavo no ama al amo, obedecen. El amo no quiere el amor del esclavo, sino su sumisión. ¿Saben cuál es diferencia entre el cristianismo y el islam? Esta. Los musulmanes se arrodillan y se inclinan mucho y se someten como esclavos y están orgullosos de ello. Infinidad de nombres empiezan con Abd, el esclavo de. Y cuando se les habla del amor de Dios, primero se desconciertan y luego se ríen, porque a Dios no se le ama, se le obedece; es misericordioso y bueno, pero no es Padre. El amo no entrega a su Hijo para redimir al esclavo, el Padre sí. Gracia que nos concede en su infinita generosidad. No es cuestión de depreciarla.
Francamente, yo prefiero sentirme hijo antes que esclavo.
Pero, pasabaporaquí: ¿Y usted es el mismo que un mensaje antes exhorta a la mesura? ¿Dónde queda el término medio aristotélico en su cruzada abolicionista contra la esclavitud o servidumbre espiritual? ¿Donde queda el "esclava del Señor" mariano que tanto están recordando aquí? ¿Donde el "servus servorum Dei" de los papas primitivos y toda la tradición ascético-mística de 2.000 años? No nos descubra ahora mediterráneos, hombre, que sólo hay uno y está más que visto.
Pero me llama poderosamente la atención el caso del Padre Berinduaga, ya entrado en años el hombre, y con achaques reumáticos que le impide en todas las ocasiones arrodillarse delante del Santísimo Sacramento, pero mejora milagrosamente cada Jueves Santo a la hora de la Cena del Señor y se arrodilla doce veces para el lavatorio de pies, algunos son de mujeres y musulmanes, que hay que ser acogedores, y da gloria de ver lo bien que aguanta todo ese rato de rodillas.
Feliz y Santo Año 2017! Centenario de la aparición de la Santísima Virgen en Fátima. Qué nuestra Señora guíe y proteja a toda la Iglesia de su Hijo.
Lástima que haya cundido desde hace ya mucho tiempo la comunión en la mano y la prohibición -de hecho- de arrodillarse al comulgar, ambas por lamentabilísimas iniciativas de los obispos, siempre tan ávidos ellos de "novedades".
Quiero señalar un dato a tener muy en cuenta: cuando en Argentina los Sacerdotes Tercermundistas eran plaga (décadas del '60-'70), había una buena proporción de fieles que no se arrodillaba en la consagración. Cuando esa corriente se disolvió, todos volvieron a arrodillarse en ese momento culmen de la Misa.
Todos sabemos lo de la esclava del Señor y lo del siervo de los siervos de Dios. Y está bien. Yo le pregunto: ¿dónde quedan las palabras de Cristo en el evangelio de San Juan? ¿No es palabra de Dios? ¿O acaso lo es menos cuando no coincide con lo que sentimos?
El cristianismo es religión de hombres libres, no de esclavos. San Pablo lo repite hasta la saciedad. Pero claro, de San Pablo lo que nos interesa.
Vuelvo a mencionar el artículo de don Javier Sánchez Martínez, sacerdote que escribe en Religión en Libertad y aquí, en Infocatólica:
"Participamos todos en la liturgia: de pie", ReL, 16 de junio de este año que se acaba. Le aseguro que no perjudica la salud. Y no dice que no haya que adorar, no dice que no haya que arrodillarse, no dice que no haya que postrarse. Dice por qué también es importante ponerse de pie, y lo explica.
Radio María, los sábados, emite un entretenido programa sobre liturgia.
Pues nada: Feliz Año Nuevo a todo el mundo.
¡Muy feliz 2017 y bendiciones!
El es mi Señor y mi Dios y en su presencia siento que debo arrodillarme.
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