Hoy. Treinta y siete años de cura desde la fragilidad
Si. Hoy. Treinta y siete años desde el día de mi ordenación sacerdotal. De ellos, casi treinta ejerciendo como cura párroco. La verdad es que cuanto más lo pienso, más me espanta el oficio. Los sacerdotes nos podemos dedicar a mil cosas dependiendo de lo que nos pida nuestro obispo. Lo de ser cura párroco es una tarea a la vez emocionante y de enorme responsabilidad.
Lo pensaba estos días. Un capellán de colegio puede dar clases, llevar la dirección espiritual de los alumnos… pero llega a donde llega, a una parcela de su vida. Lo mismo podría afirmar del capellán de un hospital. Atiende a los enfermos mientras están ahí y los conforta especialmente en caso de enfermedad grave o fallecimiento tanto al enfermo como a la familia. Los profesores dan sus clases y lo que pueden después. Igual los que ostentan cargos curiales. El párroco es aquel a quien se confía una porción concreta del pueblo de Dios para su atención, cuidado y llevarlos al cielo. A todos. Niños, grandes, ancianos, los fijos, los de paso. Todos.
Pues ahí te encuentras una mañana mirando desde la puerta de la parroquia y entonces la responsabilidad te abruma. Porque todo lo que ves y lo que no ves, todo eso que aparece ante tus ojos, calles, números, zonas y barrios, todo eso son personas a las que el Señor, a través del nombramiento del obispo, pone a tu cuidado para que vivan en este mundo con dignidad material y moral, y después de esta vida alcancen la gloria del cielo.
Ya sé cómo tengo que desempeñar mi oficio, que la teoría es clara y el derecho canónico es contundente. Me toca santificar a toda esa gente: que se encuentren con Dios, que se conviertan a Jesucristo, enseñar a rezar, a gustar los sacramentos, a sentirse en comunión con el Señor en cada instante de su vida. Y no sabes si lo haces bien, y dudas, y te esfuerzas…
Sé que he de predicar la Palabra y la doctrina recibidas de la Iglesia a lo largo de veinte siglos. Tampoco es sencillo. Mantenerse en fidelidad a lo recibido en estos tiempos locos es estar todo el día luchando contra corriente. Combinar doctrina cierta con la suficiente amabilidad para que se acepte la predicación, pero a la vez sin faltar un ápice a la verdad, es propio de equilibristas. Y no siempre se sabe hacer.
Y para nada es moco de pavo lo de ser administrador de la parroquia. Porque eso significa desde tener los papeles en regla y las cuentas al día, hasta determinar cómo ha de funcionar la comunidad parroquial para que sea evangélica, fiel al derecho, y los derechos de la parroquia, los parroquianos y especialmente lo de los más débiles, sean respetados. Por eso Cáritas. Porque administrar la parroquia es hacer que todos sus dones sean para todos, y especialmente para que a los pobres no les falte el necesario sustento.
Pues hoy treinta y siete años de sacerdote. En la debilidad, en la más absoluta fragilidad. Sintiéndome tantas veces incapaz de llevar a mi gente a Dios.
Así estoy viviendo hoy este día.
Esta tarde celebraré la eucaristía en la parroquia a las 19:30 h. En la misa nos acompañarán el coro y la orquesta de los Heraldos del Evangelio, que después, a continuación, ofrecerán un concierto de villancicos, para acabar con un refresco compartido.
Si les apetece venir a la parroquia, se lo agradeceré de corazón. Pero sobre todo les agradeceré sus oraciones para que el Señor venga en ayuda de mi debilidad.
56 comentarios
Hoy le doy las gracias a usted padre Jorge, pero son extensivas a todos los sacerdotes, obispos, religiosos/as y seminaristas; son todos ustedes tan necesarios como el oxígeno de cada respiración.
Están siempre en mis oraciones.
¡Feliz salida y entrada de año, que en el 2017 nuestro Señor Jesucristo nos colme de bendiciones!
Le prometo rezar por sus intenciones y que disfrutemos de su compañia muchos años mas.
Muy curioso que sea tan complicado explicar una "verdad" muy buena, porque en ella verdad y amabilidad parecen antagonistas.
No me extraña su debilidad y fragilidad, tiene que ser un lío.
Ánimo, y a ver si da con la tecla
A mí como abuela y madre de familia cristiana me pasa algo parecido, es como querer y no poder, así que para no sentirme fracasada me acojo al Señor y todo lo espero de El que es quien puede y quien lo hace todo. Tantos desvelos y trabajos para recojan y guarden en su mente y su corazón las enseñanzas del evangelio y ver que van como van empujados por el mundo y sus propagandas...
D. Jorge, usted está dentro de la Iglesia y ve el trabajo que cuesta ser fieles en todo, tiene mucho que hacer y que pensar, mucho que dar... Pero Dios está con usted y le ayuda por su bien y por el nuestro, le provee abundantemente y le guarda. Los párrocos son el instrumento del Señor y les maneja bien para realizar los proyectos de Dios. Si estando dentro de la Iglesia le pone zancadillas el mal, imagine como lo tenemos los que en medio del mal tenemos que ir a Dios con todo en contra...
Así que agarrados a los pies del Señor vivamos sabiendo que Dios manda y el Espíritu Santo obra. Nosotros solo tenemos que pedir y recibiremos, tenemos Su promesa.
Cuando se piensa que ni los ángeles ni los arcángeles, ni Miguel ni Gabriel ni Rafael, ni príncipe alguno de aquellos que vencieron a Lucifer pueden hacer lo que un sacerdote.
Cuando se piensa que Nuestro Señor Jesucristo en la última Cena realizó un milagro más grande que la creación del Universo con todos sus esplendores y fue el convertir el pan y el vino en su Cuerpo y su Sangre para alimentar al mundo, y que este portento, ante el cual se arrodillan los ángeles y los hombres, puede repetirlo cada día un sacerdote.
Cuando se piensa en el otro milagro que solamente un sacerdote puede realizar: perdonar los pecados y que lo que él ata en el fondo de su humilde confesionario, Dios obligado por su propia palabra, lo ata en el cielo, y lo que él desata, en el mismo instante lo desata Dios.
Cuando se piensa que la humanidad se ha redimido y que el mundo subsiste porque hay hombres y mujeres que se alimentan cada día de ese Cuerpo y de esa Sangre redentora que sólo un sacerdote puede realizar.
Cuando se piensa que el mundo moriría de la peor hambre si llegara a faltarle ese poquito de pan y ese poquito de vino.
Cuando se piensa que eso puede ocurrir, porque están faltando las vocaciones sacerdotales; y que cuando eso ocurra se conmoverán los cielos y estallará la Tierra, como si la mano de Dios hubiera dejado de sostenerla; y las gentes gritarán de hambre y de angustia, y pedirán ese pan, y no habrá quien se los dé; y pedirán la absolución de sus culpas, y no habrá quien las absuelva, y morirán con los ojos abiertos por el mayor de los espantos.
Cuando se piensa que un sacerdote hace más falta que un rey, más que un militar, más que un banquero, más que un médico, más que un maestro, porque él puede reemplazar a todos y ninguno puede reemplazarlo a él.
Cuando se piensa que un sacerdote cuando celebra en el altar tiene una dignidad infinitamente mayor que un rey; y que no es ni un símbolo, ni siquiera un embajador de Cristo, sino que es Cristo mismo que está allí repitiendo el mayor milagro de Dios.
Cuando se piensa todo esto, uno comprende la inmensa necesidad de fomentar las vocaciones sacerdotales.
Uno comprende el afán con que en tiempos antiguos, cada familia ansiaba que de su seno brotase, como una vara de nardo, una vocación sacerdotal.
Uno comprende el inmenso respeto que los pueblos tenían por los sacerdotes, lo que se refleja en las leyes.
Uno comprende que el peor crimen que puede cometer alguien es impedir o desalentar una vocación.
Uno comprende que provocar una apostasía es ser como Judas y vender a Cristo de nuevo.
Uno comprende que si un padre o una madre obstruyen la vocación sacerdotal de un hijo, es como si renunciaran a un título de nobleza incomparable.
Uno comprende que más que una Iglesia, y más que una escuela, y más que un hospital, es un seminario o un noviciado.
Uno comprende que dar para construir o mantener un seminario o un noviciado es multiplicar los nacimientos del Redentor.
Uno comprende que dar para costear los estudios de un joven seminarista o de un novicio, es allanar el camino por donde ha de llegar al altar un hombre que durante media hora, cada día, será mucho más que todas las dignidades de la tierra y que todos los santos del cielo, pues será Cristo mismo, sacrificando su Cuerpo y su Sangre, para alimentar al mundo.
Hugo Wast
Pues eso: rezo para que sea por muchos años, y tan fecundos al menos como hasta el presente.
Saludos cordiales.
Le encomiendo a las manos poderosas de Nuestro Señor del Gran Poder y a las maternales de la Santísima Virgen para que le ayuden en ese difícil camino que emprendió y que le den la fuerza para no desfallecer y seguir siendo siempre mensajero de la Verdad, aún en estos tiempos complicados que nos ha tocado vivir,Necesitamos sacerdotes como usted ,íntegros y fieles a Cristo y al magisterio de la Santa Madre Iglesia
Siempre presente en nuestras oraciones.
Un saludo y un fuerte abrazo desde Sevilla
Que Dios le conceda muchos años y muchos más aniversarios. Necesitamos pastores que, como usted, tengan la valentía de no acomodarse a los tiempos que corren por un puñado de aplausos o por obtener la aprobación de la mayoría. A eso se llama ser un cura como Dios manda.
Ad multos annos!!
Decididamente: Hoy día para el pastor, pobre hombre de buena voluntad que solo pide dejarse llevar, hay que tener vocación para seguir a Jesús sin caer una y tantas veces en el desánimo.
"Pero Francisco no se deja amilanar. No les tiene miedo. Se siente llamado por Dios a la misión de "reparar su Iglesia". Y no le duelen prendas. Porque su reforma se basa en "la lógica de Dios", mientras los gatopardistas se apoyan en la "lógica mundana (...)
Pero tú, por favor (por Dios), no nos olvides a nosotros en tus oraciones.
Muchísimas felicidades y un abrazo muy fuerte.
El credo dice que "Todo fue creado para Él". Jorge, tú también eres un regalo del Padre para Él, por eso desde que te llamó, desde que te lavó en Su Sangre y te dio una vida nueva que es eterna, sabes bien, que como tu Madre María, tu eres su siervo y Él es el Señor. Como Samuel dices: "Habla Señor que tu siervo escucha", solo sabes con certeza que tratas de hacer lo que Él decida. Porque no tienes para darle más que la vida, porque Él te amó tanto que dio la vida por ti. No le puedes pagar sino con el mayor Amor. El que Él te dio en la Cruz.
"El Señor te bendiga y te guarde, te muestre su rostro y te de la paz"
Ojalá todos los párrocos tuvieran tan clara su importante misión.
Hoy celebro la misa a las 20,00,. Estarás muy presente en la gran oracion, que es la misa. Un saludo cordial. Que el Señor te ayude a cumplir otro más.
“Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”.
Gracias a Dios.
Te llevo ventaja en algunas cosillas:
- Seis meses, o sea medio año, de más de cura.
- Dos amigos de cuatro patas más que tú.
- Llevar parroquia en el sur del Sur de una pequeña ciudad de provincias.
- La más importante: mi parroquia tiene a la Virgen de Guadalupe, la del indio Juan Diego, de patrona.
Y no sigo, porque podría dedicarte el piropo de Isabel a su prima, y entraría en terreno peligroso…
Dios lo siga bendiciendo y la Santísima virgen lo proteja siempre bajo Su Manto.
Mientras tanto yo seguiré aprendiendo,emocionando,riéndome,disfrutando con sus relatos y
opiniones (que siempre comparto). Está en mis oraciones.Gracias por toda su entrega!!!!!
Que "envidia" me dan los madrileños que tienen un párroco como ud.!!!!
Espero haya invitado al festejo a la sra. Rafaela y a Socio.
Reciba un afectuoso saludo desde Buenos Aires Cap.Fed.
Que El Señor le siga ayudando en su generosa entrega para bien de todos.
Todos los días en la misa a la que asisto tiene mi recuerdo y oración. Como S. Esteban que no falte su palabra valiente
Feliz Año 2017 que lo será con la protección del AMO que tiene tan cerca en la Capilla
Un muy cordial saludo
Su ministerio es un bálsamo después de leer el articulo sobre el "cura" de entrevias.
Que Dios y la Virgen le cuiden
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