Navidad, Socio y el baño
¡Vaya mezcolanza, padre! Pos sí, que me ha dado por ahí, ya saben. Cosas mías.
Hace un rato he bañado al buenazo de Socio. La verdad es que no le gusta, hasta el punto que se lo huele y sabe esconderse haciendo uso de sus conocimientos geométricos innatos: es decir, que se mete bajo la cama en el punto geométrico exacto donde no lo puedo atrapar por parte alguna.
Es de buen conformar. Así que sale despacito de la cama y se deja. No le gusta, pero acepta lo inevitable y además hasta con una dosis de perruna resignación. Tras el baño hacemos un ritual que hoy me hacía pensar mucho en esta víspera de la Navidad, cuando estamos casi a punto de cenar en familia.
Lo saco del baño, lo envuelvo en una gruesa toalla y nos vamos a una butaca. Es curioso, envuelto en esa toalla, echado sobre mis rodillas, Socio, tras el baño, se puede pasar tiempo y tiempo. Está relajado, feliz, en paz, confiado.
En esta noche santa veía a Socio tan relajado y confiado sobre mis rodillas que, una vez más, me ha venido a la cabeza y al corazón el salmo 130 (131): “
Señor, mi corazón no es ambicioso,
ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas
que superan mi capacidad;
sino que acallo y modero mis deseos,
como un niño en brazos de su madre.
Pues ya ven, me he permitido rezar varias veces el salmo cambiando un poco las palabras: acallo y modero mis deseos como el Socio en mis rodillas.
En esta noche santa siento que necesito acudir al portal, abandonar toda altanería, mirarme en los ojos de Jesús y aprender de Socio esa confianza en aquel que te cuida, te quiere y ha dado la vida por ti.
Yo, Señor, esta noche, y siempre, como Socio: fiarme del todo de ti, acurrucarme a tus pies, dejarme llenar de tu vida y tu misterio. Confiar. Tú sabrás, Señor. Tú sabrás.
Feliz Navidad. Me largo a casa a preparar la cena. He quedado en un rato con mi compañero para rezar juntos las vísperas de la Navidad y compartir mesa y mantel. Los dos. Dos sacerdotes, dos hermanos, dos amigos. Con Socio. Qué caramba, que es Navidad y algo bueno le caerá, que es perro, pero no tonto y sabe apreciar perfectamente un buen trozo de jamón.
30 comentarios
Dadme albriçias hijos d' Eva (Anónimo) - "Cancionero de Uppsala o del Duque de Calabria" (S. XVI).
Intérpretes: Capella de Ministrers - Director: Carles Magraner.
Imágenes: Pinturas Renacentistas (VV.AA.).
LETRA:
¡Dadme albriçias, hijos d' Eva!
— ¿Di de qué dártelas han?.
Que es nasçido el nuevo Adan.
— ¡O hy de Dios, y que nueva!
Dádmelas y haved plazer,
Pues esta noche es nasçido,
El Mexías prometido,
Dios y hombre, de mujer.
Y su nasçer nos relieva
Del pecado y de su afán,
Pues nasçió el nuevo Adan.
— ¡O hy de Dios, y que nueva!
www.youtube.com/watch?list=RDddVuhGZZBQ4&v=ddVuhGZZBQ4
Que las capillas de Adoración Eucarística se extiendan por toda España y por todo el mundo. Amen.
¡Feliz Navidad a todos!
Y todo esto ¿a qué viene?. Pues a felicitarle la Navidad (a usted no al Socio, que se me pone celosa la "Rubia", mi perra, quiero decir). Me encomiende al Niño Dios en la Eucaristía (el mejor Portal que quiso escoger para estar entre nosotros).
Yo tuve una perrita pekinesa durante 16 años,ella hacía lo mismo que Socio,y yo lo mismo que ud
FELIZ NAVIDAD!!!!!!!Para los tres. Y un recuerdo emocionado para el P.J.C.Sanahuja
Para toda persona de buen corazón, Feliz Navidad!
Bendiciones.
Ese dejarse en sus manos , ese tirarse al vacio , en la confianza de que " El" nos salva.
Que facil y que dificil para los que si pero no, para todos aquellos que solo confian en sus propias fuerzas.
Es lo que El nos pide , que confiemos y le amemos , todo lo demas lo pone de puro regalo.
Buen ejemplo el de su perro.
En la entrevista, concedida al diario El Mundo, Javier Baeza, cura de Entrevías en Madrid, refugio de delincuentes, insulta a la Iglesia y casi todo lo que Ella representa, entre algunas chispas de sensatez.
"Cuando en su parroquia Dios sabe a rosquillas, ¿quién se atraganta?
Se atragantan todos aquellos que, a la contra, piensan que Dios sólo sabe a oblea de plastiquito. Celebrar con rosquillas, bollos o polvorones no es un acción contra nadie, es sólo expresar desde la cotidianidad que vivimos. La Iglesia tiene que pedir perdón a los homosexuales, los divorciados y toda la gente a la que tiene en el ostracismo por su prepotencia y su intolerancia. A los curas casados, a las mujeres de los curas casados, a las propias mujeres, arrinconadas en los órganos de decisión. Tenemos que ser más pedidores de perdón que hacedores de bendición."
Anoche mientras escuchaba en la Misa del Gallo al coro de la parroquia cantar el Gloria, se me venía a la mente una imagen de los coros de los ángeles que alababan a Dios, mientras los pastores, curtidos en las intemperies de los elementos, obligados a la poca compañía y sujetos a las labores de su oficio, durante esos momentos de tranquilidad en la noche, se sentían atemorizados ante esa explosión de alabanzas angélicas y, estoy completamente seguro de ello, que ante la claridad y la noticia anunciada por el ángel, sus perros, amigos fieles, compañeros de fatigas en las soledades y colaboradores en las duras tareas del pastoreo que no conocen de límites temporales al servicio de sus rebaños, también sentirían, no con miedo , sino con una sorpresa súbita que se tornaría en una muestra de expectación y emoción, la alegría y el alborozo del mensaje angélico, pues la naturaleza de la que son parte, muestra, refleja y alaba a Dios como obra de sus manos.
Esta noche otro pastor, por lo que Ud nos dice, dos pastores, también se admiran de esa señal; encontrar al ser más humilde y al más inmenso e inabarcable a la vez, envuelto en pañales y acostado en un pesebre. Que la paz de los que ama el Señor le acompañe siempre D. Jorge.
Caricias a Socio.
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